Música clásica desde 1929

Editorial

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Noviembre 2016 - Núm. 901

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Pasada la resaca del número 900 de Ritmo, volvemos a la realidad de cada mes. Editar una revista de música clásica en España no es tarea fácil, como ya hemos explicado en múltiples ocasiones, aunque pueda no parecerlo, pues es quizá el país del mundo que más cabeceras de revistas de música clásica ofrece, y con recientes nuevas incorporaciones. Estamos en un país en el que el índice de lectores es muy bajo, en el que el número de aficionados a la música clásica es escaso y en donde paradójicamente la actividad musical es muy elevada, pero con presupuestos tan reducidos que navegan en el límite del mileurismo, máxime en los últimos años. Todos estos factores conforman un cóctel muy complejo para una empresa editorial cuyo objetivo es sacar una revista mensual con información e interés cultural para el sector. Si a todo ello sumamos la revolución tecnológica de Internet, con su libertad de edición y difusión de contenidos, con mínimos límites estructurales y empresariales, pues la tarea, además de compleja, se vuelve complicada.

En el editorial del mes pasado nos hacíamos la pregunta de si los aficionados a la música clásica en la actualidad tienen realmente la necesidad de gastar dinero en música grabada, de comprar una revista de música o de ir a los conciertos. La respuesta es difícil y, que nosotros sepamos, nadie ha realizado una encuesta que nos pueda orientar al respecto. Por ello, tenemos que trabajar sobre hipótesis basadas en nuestra propia experiencia, en el trabajo del día a día. Las actividades empresariales y comerciales de la actual empresa editora de Ritmo no solo se centran en la revista, también desarrolla su página web ForumClásico, con su Club de aficionados, servicios de newsletters, redes sociales, distribución física de productos fonográficos y promoción de plataformas virtuales de distribución discográfica, entre otras.

Pues bien, todas estas actividades nos permiten estar en contacto con decenas de miles de aficionados cada mes. Las distintas experiencias que hemos tenido con todo ello, nos muestran un camino lleno de incógnitas de cara al futuro. Nunca se ha leído tanto sobre música como ahora, nunca se ha escuchado tanta música clásica como ahora, nunca antes ha habido tanto interés popular por la música clásica como ahora; pero también ahora es quizás cuando menos dinero se gasta en música. Por otro lado, nunca ha habido tanto desinterés oficial por la música clásica como ahora. Sí, es cierto, el resultado de la grave crisis económica del país, más la no menos grave crisis política y de las instituciones, ha puesto en auténtico desamparo a la música y los músicos españoles. La música, como actividad cultural y educativa que es, necesita de la ayuda incondicional del Estado, digan lo que digan lo teóricos más radicales de la economía de mercado. El mercado, por sí mismo, no puede generar una estructura estable para la creación y difusión musical en las actuales circunstancias económicas y fiscales.

Todo lo anterior viene a mostrar el campo sobre el que tenemos que sembrar cada mes los que nos dedicamos a la tarea de editar RITMO. Pese a los problemas y situaciones adversas detalladas, con la imaginación de los editores, los equilibrios económicos y el entusiasmo y empuje de nuestros colaboradores y amigos, mantenemos nuestra apuesta por una revista de información y difusión musical, dentro del entorno de Internet y en colaboración con otros muchos actores del sector. Evidentemente, el futuro marca la necesidad de colaborar y de aprovechar las sinergias de las distintas estructuras editoriales y comerciales que, de manera seria y contrastada, apoyan la promoción musical en nuestro país. El mercado de la música clásica en España es pequeño, pero sigue teniendo un gran potencial de crecimiento y, si no, que se lo pregunten a algunas entidades privadas, e instituciones oficiales, que han sabido crecer y ser útiles y rentables desde terrenos en barbecho.

Dentro de nuestro actual programa de renovación y progreso de las actividades de la editorial, un programa que mira por la continuidad y mejora de las mismas, el lector de RITMO podrá encontrar desde este mismo número algunas novedades. Hemos retocado el diseño para hacerlo más agradable e incorporado nuevas secciones, como “Mesa para 4” y “La gran ilusión”. En nuestro tradicional compromiso con el mundo del disco, estamos preparando una ampliación en la sección de crítica discográfica, para dar mayor cabida a sellos independientes con distribución restringida casi a Internet. Seguiremos incorporando, cada vez en mayor número, críticas discográficas de grabaciones solo disponibles desde plataformas online. En nuestro portal de Internet ForumClásico hemos insertado una ventana para visionar las últimas noticias del Twitter de RITMO y dentro de su tienda de discos hemos incorporado comentarios a las grabaciones. Por otro lado, estamos embarcados en el proyecto de lanzamiento de un nuevo portal de Internet bajo la marca RITMO que permita una simbiosis entre nuestra revista en papel, nuestra presencia en Internet, redes sociales y las actividades comerciales y de promoción asociadas a todo ello.

Como podrán apreciar los lectores, proyectos no nos faltan, siempre desde la realidad tangible del mercado y nuestras fuerzas, por ello nos felicitamos y seguimos ilusionados en el camino. Disfrute del número 901. Gracias por su apoyo.

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Julio-Agosto 2011 - Núm. 843
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Junio 2011 - Núm. 842
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