Música clásica desde 1929

Anna Urpina
Octubre 2025 - Núm. 998

Anna Urpina

Resurge el legado desconocido del Barroco femenino

Anna Urpina conoció el violín a los siete años. Como todos los grandes instrumentistas, la disciplina y el compromiso con el arte han sido los protagonistas de su vida y, aunque la frase a continuación hace parte de los clichés musicales, el instrumento se convirtió en una extensión de su cuerpo. Largas jornadas de estudio que son parte de las exigencias de una carrera como solista desencadenaron en una lesión que, más que representar un obstáculo, provocó una fascinante reinvención de la que ahora se cosechan interesantísimos frutos.

Su rutina de estudio ha variado de acuerdo a las épocas de vida, pero la música jamás ha salido de su radar, en especial la música del Barroco, un mundo que descubrió cuando se apuntó al curso de verano de música antigua de Daroca y que le llenó de ilusión, al punto de querer iniciar estudios formales para la interpretación de este estilo musical.

Anna inició el máster de música antigua en la ESMUC en Barcelona y poco después fue a Italia a terminar sus estudios con Enrico Onofri, reconocido violinista y director de orquesta italiano. A partir de ese momento se abrió camino en las mejores agrupaciones y ensambles HIP europeos, colaborando habitualmente con Cecilia Bartoli y Philippe Jaroussky y convirtiéndose en una must de la música antigua europea, cautivando a la crítica internacional con sus originales y personales interpretaciones de repertorio que abarca desde el siglo XVII hasta el siglo XXI. Es ganadora del premio Best Emerging Artist en los Global Music Awards de California 2022 y cualificada por la revista The Strad como “Artist of great aplomb”. Ahora es dueña de una versatilidad de la que pocos instrumentistas gozan; y acaba de publicar el álbum Le Chant des Muses. Presenciar una actuación en vivo de Anna Urpina es una combinación entre innovación, excelencia y mucho amor por la difusión de la tradición musical de hace siglos.

 

¿Siente que cuando toca se identifica más con el estilo Barroco y la música antigua que con la tradición clásica?

Ahora mismo le diría que sí, porque una vez has probado estudiar Bach, por ejemplo, con todo lo que requiere: los tratados, cuerdas de tripa, como se utilizaba el arco o la utilización del vibrato, te das cuenta que realmente funciona, que es orgánico. Entonces me siento mucho más cómoda tocando la música barroca con instrumento barroco que con el instrumento moderno. También he descubierto un sinfín de compositores barrocos que yo no tenía ni idea y su música es preciosa.

¿Hace trabajo de investigación para tocar esta música?

He empezado a hacerlo recientemente. Con el disco anterior no tanto, pero con este disco sí me he metido en la tarea de recuperar obras. Tengo también la motivación de intentar recuperar música porque hay multitud de obras que están en cajones, en archivos que no se ha tocado jamás y que nadie la ha escuchado y creo que es muy bonito que pueda salir a la luz; ahora estoy un poco por esta línea de recuperación histórica.

¿Su transición de la técnica tradicional a la barroca ha sido complicada?

Sí, es difícil porque aprendes toda tu vida unas cosas, y luego las tienes que cambiar completamente, porque diría que tocar la música barroca o música antigua, es casi opuesto a la técnica moderna. Siempre poco arco, entrando mucho en la cuerda, casi nada de vibrato, solo un poco para decorar y ya. Hay que conocer muy bien el estilo de cada compositor, lo que requiere el lenguaje, carácter, golpes de arco…

¿Toma mucho tiempo de alguna manera “deconstruir” la técnica moderna para adquirir la del Barroco?

Sí. Me costó un poco, la verdad es que son unos años de transición, pero ahora ya estoy muy acostumbrada. De hecho, cuando paso al violín moderno, cada vez me cuesta más volver.

¿Le ha pasado que en un concierto tenga que utilizar las dos?

Sí. De hecho, lo hago habitualmente porque me gusta y el reto es muy estimulante, aunque también es muy difícil. En el disco anterior, que combinaba dos épocas, en concierto también tenía que hacerlo. Por ejemplo, en Barcelona Classics, el ciclo de conciertos en el Palau de la Música, combinaba entremedias una pieza con violín moderno, luego volvía al Barroco, luego al moderno y así, un poco confuso, pero muy bonito, porque, si se hace bien, el resultado es impresionante. Le digo que no es fácil y es mucha concentración mental y física. Al principio me tomaba tiempo, ya que el cerebro tiene que hacer como un click para entrar totalmente en otro mundo, en otra técnica.

Ser profesional en dos corrientes musicales diferentes y grabar discos como solista constituye un gran reto… ¿Cómo lo enfrenta?

Grabar es muy estresante. De hecho, a mí me gusta mucho más tocar en directo, tener el público, sentirlo. En las grabaciones tienes que estar completamente concentrada durante diez horas al día para que cada toma que hagas intentes dar lo mejor de ti. Siempre tienes que hacerlo de la misma manera y eso te corta un poco las alas de la imaginación. Además, físicamente y mentalmente es muy exhaustivo, por eso prefiero los directos.

¿Cómo surge la idea de Le Chant des Muses?

El origen es un poco lo que está muy de moda recuperar música de compositoras clásicas o románticas, pero, ¿qué pasa con las mujeres compositoras barrocas? Hay casi nada. Solamente conocemos a Élisabeth Jacquet de La Guerre y poco más. Pensé que no era posible que no hubiera más compositoras barrocas. Creo que el mundo merece saber si hay más música o no de estas mujeres y, un poco, esta fue la idea que tuve. Básicamente este álbum pretende rescatar del olvido la música, los sentimientos y las vivencias de estas mujeres. Es un pequeño homenaje a todas esas valientes que decidieron expresarse a través de la música, pero por circunstancias de su época, su trabajo no trascendió o incluso se quedó olvidado en el cajón de un palacio. Además, en el Barroco las mujeres que podían acceder a estudios musicales eran pocas, solo si eras de familia noble, si formabas parte de una familia de músicos o si estabas en un monasterio y hacías carrera artística y en este disco todas pertenecen a uno de estos grupos.

¿Cómo se hizo la selección de la música?

Se ha ido cociendo poco a poco, a fuego lento. He ido recopilando, investigando en las bibliotecas de París y Venecia manuscritos e intentando buscar información de estas mujeres, encontrando en colecciones y a partir de ahí se ha tenido que transcribir y, después de eso, elegir. Como en todo, hay música interesante y otra no tanto. Creo que he conseguido elaborar un repertorio bonito, interesante y creo que a la gente le puede gustar mucho. También tengo que decir que, siguiendo un poco mi seña de identidad, he querido hacer una pincelada con dos obras de música contemporánea, para crear un diálogo con la música de las compositoras de hoy. Una es de Helena Cànovas, que se la encargué y me la escribió expresamente, y es una pieza muy bonita, inspirada un poco en Isabella Leonarda y tiene el toque barroco contemporáneo. Y quise grabar también una obra que nunca se grabó de Zulema de la Cruz, una compositora de Madrid que conozco de hace muchos años y que tiene mucho recorrido internacional; tenemos una linda amistad. Son canciones de amor con un texto de José Hierro y son muy bonitas. Creo que le dan un poco de dramatismo al álbum.

¿Es importante para usted dar a conocer también a los compositores contemporáneos de música barroca?

Es muy importante. Como intérpretes debemos tocar la música de quienes siguen componiendo bajo las características de esta época. Hay tantos compositores talentosos y fantásticos que quieren dar a conocer lo que hacen; a mí me gusta pensar que tenemos una pequeña responsabilidad en eso.

¿Alguien le ayudó en el proceso de recopilación?

Le contaré una anécdota. Para empezar este proceso me puse en contacto con un musicólogo y le pregunté si tenía información sobre esto. Él me dijo: "Mira, hay muy poca cosa de mujeres barrocas. Básicamente está todo ya descubierto". Y realmente eso me motivó aún más para empezar este proceso y descubrí que hay mucha música que no se conoce; hay que buscar mucho. Creo que de Le Chant des Muses podría haber hecho tres discos más de la música que encontré. Estoy muy contenta con el resultado, porque quise incluir no solamente obras inéditas instrumentales, sino también vocales. Porque en esta época se escribía mucho para voz, prácticamente mucho más vocal que instrumental.

En el disco participa una agrupación… Cuéntenos un poco sobre ellos...

Sí, ¡me acompañan un grupo de músicos maravillosos! En el disco están Daniel Oyarzabal en el clave y órgano, María Hinojosa en la voz, Nicola Brovelli en el violonchelo barroco y Nacho Laguna en la tiorba y guitarra barroca. Juntos hemos podido trabajar y jugar con todas las texturas y emociones que esta música requiere.

¿Alguna de estas compositoras del disco es su favorita?

Me gusta mucho Isabella Leonarda, pero ella ya fue descubierta. La que me ha sorprendido muchísimo y que no la conocía es Mademoiselle Duval, que es francesa. Realmente el nivel de composición que tiene ella es increíble, es altísimo. Se podría comparar perfectamente a Élisabeth Jacquet de La Guerre, una de las grandes, pero por no sé qué motivos, no se la conocía. Y ella fue la segunda mujer en estrenar su ópera en la Ópera de París. Es decir, que en realidad en su época fue muy importante, pero luego se perdió su pista.

Además del deseo de recopilar música inédita, ¿existe en este disco Le Chant des Muses la intención de reivindicar el arte creado por mujeres?

Sí, totalmente. Yo sé que ahora está muy de moda hacerlo, pero es que creo que hay que darles el lugar que se merecen. Durante muchos años no se ha hablado de ellas, era como que no existieran. Por ejemplo, cuando fui al conservatorio, nunca me dijeron que existía Beethoven y también Amy Beach. Es decir, hay compositoras en las diferentes épocas de la historia que estaban a un nivel tan alto como los que ya conocemos y nunca se nos mencionaron. Entonces está muy bien que ahora haya músicos y musicólogos que están haciendo ese trabajo para reivindicar un poco todo esto. Pero además de grabar esta música, es importante que se empiece a tocar en conciertos, que haya músicos y programadores que estén también dispuestos a apostar por esta música y así también el melómano aprende música nueva y aprende que existen estas mujeres que fueron importantes. Por ejemplo, la hermana de Mozart, cuando ambos eran pequeños, era casi más brillante que él, pero siempre se quedó en la oscuridad, a su lado, y al final el famoso ha sido él, de ella ni se habla, casi no se ha conservado nada de lo que escribió. Nunca conocimos nada y quizás son obras de la misma importancia, mujeres que tuvieron grandes ideas. No vamos a decir mejores porque, no es que somos mejores, pero estuvieron siempre al nivel. Y nunca se les dio la voz.

¿Cómo ha sido el proceso de grabación de Le Chant des Muses?

Es mi primera vez con el sello Eudora Records, porque antes estaba con otra discográfica y la verdad que ha sido una gran experiencia. Gonzalo Noqué es muy profesional, ha hecho un trabajo genial con la mezcla. Ha sido muy fácil trabajar con él y eso se agradece, porque en estos procesos siempre hay cosas que tienden a ser estresantes. Grabamos en el Auditorio de Girona, que nos lo cedieron. Una sala increíble donde se ha intentado buscar que suene como si fuera en vivo. Muy natural, sin añadir nada; creo que ha quedado muy bonito y muy íntimo.

Volviendo un poco a todo el trabajo de búsqueda que realizó para este disco, ¿tiene en mente la creación de un archivo digital o físico donde esta música sea accesible a quienes quieren tocarla?

Mire, no lo había pensado, pero es una gran idea. Si a alguien le interesa, que me contacte y le facilito la música. Eso sería muy bueno para continuar la difusión. Y aprovecho para mencionar la gran ayuda que he tenido de mi compañero Nicola Brovelli, chelista del grupo, que me ha ayudado con la transcripción. De esta música se encuentran manuscritos y muchos no se leen bien, hay tachaduras o están en una clave diferente. Entonces, leerlo directamente del manuscrito es muy complicado, hay que transcribir todo y a él se le da mejor que a mí esa parte y me ha ofrecido su ayuda con mucho cariño.

Ahora, hablando de un tema un poco más personal, ¿cómo maneja el hecho de que su proyecto esté naciendo casi al mismo tiempo que su hijo?

Le juro que no está hecho a propósito (risas). Ha sido toda una casualidad, ya que el álbum, en principio, tenía que salir un poco antes. Yo no quería que coincidiera, pero por cosas de la vida, siempre pasan cosas..., hay retraso por cuestiones de la fabricación y todo eso, así que creo que más o menos nacerán al mismo tiempo. Es muy emocionante porque parece que en vez de parir un hijo voy a parir dos. Es muy lindo también porque me ha acompañado durante este proceso. Cuando lo grabé aún no estaba embarazada, pero luego todo el tema de la promoción, como en las fotos, que ya estaba de 4 meses y me ha acompañado durante todo este proceso. Es muy bonito. Vamos a ver cómo lo llevo cuando nazca, pero, de momento, ha estado muy bien porque he tenido un embarazo muy bueno y he podido seguir trabajando hasta hace muy poco, que me dije: "Ahora ya paro, porque necesito descansar”, ya que mi cuerpo estaba muy cansado. Pero intento seguir haciendo mi trabajo igual de una manera más tranquila.

De cara al futuro, ¿tiene nuevos proyectos?

La verdad, tengo un par de proyectos más en mente. Veremos si son posibles hacerlos, porque lo de la maternidad es algo muy nuevo para mí. Pero tengo dos proyectos en mente que aún no puedo decir porque están muy verdes. Quiero seguir con esta labor de aportar algo nuevo en el mundo de la música, buscar innovar porque se ha repetido tanto y a veces en los conciertos se toca más de lo mismo, o se graba más de lo mismo.

Nos despedimos recordando que Le Chant des Muses contiene doce obras, de las cuales siete son inéditas y que será lanzado en todas las plataformas el próximo 7 de noviembre. También estará disponible en formato físico a partir de la misma fecha. Y también nos despedimos con la esperanza de que Le Chant des Muses coincide con otro nacimiento, este también muy especial para Anna Urpina.

por Daniela Zambrano

 

www.annaurpina.com/es

 

Foto © Michal Novak

152
Anterior Ruth Iniesta