La pianista Sabine Weyer, tras sus registros discográficos en solitario con Bach, Shostakovich o Miaskovsky, y tras su primera colaboración con el violonchelista Dimitri Maslennikov con obras de Brahms, Fuchs y Herzogenberg, repite dúo en este nuevo álbum “A Eastern trip”, también grabado para el sello Quartz, que recoge obras de Rozsa, Prokofiev, Kodály y Shchedrin.
Tras su colaboración con el violonchelista Dimitri Maslennikov con obras de Brahms, Fuchs y Herzogenberg para el sello Quartz, repiten colaboración, esta vez en un viaje por el Este de Europa. ¿En qué consiste este “A Eastern trip”?
La idea era, después del primer álbum con repertorio romántico, mostrar un aspecto completamente diferente de nuestros dos instrumentos. Dimitri, como ruso, quería grabar algo de repertorio ruso y/o oriental. Ambos amamos la Sonata para violonchelo de Prokofiev y, por lo tanto, buscábamos algunas obras menos conocidas que pudieran coincidir con esta obra principal, que viene a ser la protagonista del álbum. Nos gusta mucho combinar hits con obras injustamente desconocidas que queremos que el público descubra.
¿Incluir obras de Miklos Rozsa lo “aleja” de su vinculación directa con el cine y lo “acerca” al repertorio de concierto? ¿Cómo es esta música que fue escrita antes de su emigración a Estados Unidos?
Sí, este Duo Op. 8 de Rozsa está compuesto por alguien que estaba básicamente en la música de cine, pero, por supuesto es un concierto dúo de concierto, lo que significa que tiene algunos aspectos “más ligeros”, melódicamente hablando, por ejemplo, pero todavía hay un interesante contrapunto, como la misma escritura, en la que hay juegos agradables de “pregunta-respuesta” entre el violonchelo y el piano, etc. Es bastante desafiante para el violonchelo, y la parte del piano también tiene algunos pasajes complicados, ¡definitivamente no es un trabajo “menor”!
Han incluido dos Sonatas, la Op. 4 de Zoltán Kodály y la Op. 119 de Sergei Prokofiev, ¿cuáles son las principales características de cada una?
La Sonata de Kodály está claramente basada en las melodías de la música popular húngara (especialmente en el segundo movimiento, mientras que el primer movimiento es una fantasía). En cambio, la Sonata de Prokofiev se caracteriza por constantes cambios de humor, que van desde un aspecto muy oscuro hasta pasajes totalmente sarcásticos e irónicos, especialmente en el segundo movimiento.
¿Cuál es el rol del pianista en un dúo violonchelo-piano con obras del siglo XX?
En todas las obras que hemos grabado, excepto en la última pequeña pieza, el piano es tratado en la manera habitual de la música de cámara; así que no está simplemente acompañando el cello, ya que juega su propio papel en el desarrollo musical de las obras. Es para apoyar al violonchelo, por supuesto, pero también cuenta su propia historia. Por ejemplo, en el segundo movimiento de la Sonata de Kodály, incluso diría que el piano es el pilar, y que el violonchelo tiene un papel más ligero aquí, como de “acompañante”.
Nos regalan una delicatesen con sabor español y firma rusa, In the Style of Albéniz, de Rodion Shchedrin… ¡Gracias!
Sí, eso es lo que nos encantó de esta pieza; está escrita por un ruso, ¡pero suena totalmente española! Dimitri eligió esta pieza, por supuesto: es un verdadero tour-de-force para el violonchelista, extremadamente virtuosa y difícil, mientras que para el piano tiene un papel menor… Él quería tener este desafío violonchelístico incluido en el álbum y yo aprobé su elección, por supuesto, ya que In the Style of Albéniz tiene la función de un bis en el álbum, sonando bastante ligera y refrescante después de la densidad de las tres obras principales.
por Blanca Gallego
Dimitri Maslennikov & Sabine Weyer
A Eastern trip
https://quartzmusic.com/recording/an-eastern-trip
Rozsa - Prokofiev - Kodály - Shchedrin
Obras para violonchelo y piano
Dimitri Maslennikov - violonchelo
Sabine Weyer - piano
Quartz Music
www.sabine-weyer.com
www.quartzmusic.com
Foto: La pianista Sabine Weyer y el violonchelista Dimitri Maslennikov han publicado un nuevo álbum “A Eastern trip”.
Crédito: © Marc Berdugo