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Mariana Gurkova

Corazón de profesora y alma de intérprete

Mayo 2020

La pianista Mariana Gurkova (Sofia, Bulgaria) es uno de los muchos músicos cuyos proyectos más inmediatos se han visto afectados por el estado de excepción que sufre nuestro país desde finales de marzo debido a la pandemia del Covid-19. En esta entrevista intentamos conocer estos proyectos y cómo está viviendo estos difíciles momentos.

¿Quién es Mariana Gurkova, una profesora que ofrece conciertos, o una concertista que da clases?

Buena pregunta ¡Jajaja! Toco el piano antes de saber escribir y leo partituras antes que libros, la interpretación es tan inherente a mi existencia que prácticamente no tengo recuerdos de antes de tocar el piano. Por otro lado, ser profesora me ha traído vivencias muy valiosas; a raíz de la enseñanza aprendo continuamente a nivel humano y profesional. Es indudable que mi faceta como intérprete me permite dar a los alumnos acertados consejos musicales. También lo es que, gracias a ella, puedo introducirme en su mundo, en sus inquietudes, retos y problemas como estudiantes de piano. Creo que son dos actividades profesionales que se nutren mutuamente. Se podría decir que soy alguien que tiene corazón de profesora y alma de intérprete.

Al comenzar su carrera se presentó y ganó numerosos concursos. Actualmente le llaman para formar parte de los jurados de diversos concursos. ¿Ve ahora con otros ojos aquella experiencia?

Claro, ahora veo el otro lado de la situación. En la juventud uno se ve a sí mismo como el centro de lo que sucede y debe ser así para tener el empuje de avanzar. Cuando estás “en el otro lado” ves que no hay verdades absolutas, y menos cuando la tuya es fruto de la juventud; te das cuenta de que una versión interpretativa puede encantar a alguno y desagradar a otro. Cada músico tiene su propia escala de valores artísticos y su forma de escuchar. Hoy en día, además, el lado visual influye mucho en la interpretación, estamos en la era del culto a la imagen. De repente, casi todos los solistas famosos son personas con gran atractivo físico. Así que cuando estoy en un jurado, frecuentemente escucho con los ojos cerrados para no dejarme llevar por los efectos visuales, para bien y para mal. He tenido ambas experiencias: cerrar los ojos y escuchar una interpretación totalmente vacua a pesar de la impresionante puesta en escena, y lo contrario, ver a alguien con apariencia humilde que emociona profundamente con su aproximación musical.

Hace unos meses ganó la oposición a cátedra en el RCSMM, unas oposiciones que se vivieron con polémica. ¿Cuál es su versión de lo ocurrido?

Sé que mi opinión podría parecer condicionada por el hecho de conseguir la cátedra, por esto intentaré ser lo más objetiva posible. En este complejo proceso hay varios aspectos y la polémica es comprensible. Por un lado, las bases de las oposiciones se publicaron poco tiempo antes de su comienzo. En la convocatoria había imprecisiones, fruto de las prisas, que los aspirantes no sabíamos cómo interpretar y cada tribunal tenía que resolver deprisa. También hubo que hacer un papeleo impresionante. Recuerdo que el día que conseguí hacer la inscripción fui muy feliz, jaja... Todo debería ser más sencillo y menos burocrático. Por otro lado, el ingreso al cuerpo de catedráticos, por primera vez hace muchos años, tuvo ejercicios prácticos, incluyendo la impartición de una clase y la interpretación de un programa instrumental exigente, ambas de indudable importancia para el puesto al que se aspira. Un opositor a cátedra necesita tener no sólo preparación para el momento de las pruebas, sino un sólido bagaje profesional que avale su idoneidad, de allí la trascendencia de estos dos ejercicios.

¿Entonces, la polémica de donde vino?

Creo que la polémica viene de la brecha entre la burocracia y la naturaleza artística de las enseñanzas musicales. No olvidemos que los alumnos a los que formamos son personalidades, no autómatas cuyo adiestramiento pueda ser resumido en varias hojas de papel con terminología didáctica. Puedo decir que, a pesar de la polémica, el RCSMM ha ampliado su plantilla con magníficos profesionales, ¡varios premios nacionales de música entre ellos! Estoy muy feliz, como no podría ser de otra manera, de haber ganado una de las cátedras de piano. El RCSMM es un centro con mucha tradición y está viviendo una época de expansión y renovación. Hay proyectos y actividades muy interesantes en el departamento de piano y en general en todo el Conservatorio.

Acaba de sacar un nuevo CD al mercado... ¿Nos quiere hablar de él?

El CD se titula From Russia with love, para PlayClassics; por ahora se puede escuchar online. Mi agradecimiento a Mario Martínez por su incesante búsqueda del sonido perfecto. La idea surgió de un recital mío con obras inspiradas en la danza, llamado “Bailar es soñar” (de “Bailar es soñar con los pies”). Hay varias ideas que unen las obras del CD: todas son de compositores rusos; no están escritas para el piano originariamente; se inspiran en la danza. Quería reflejar el enorme potencial del piano como instrumento, que puede representar todo tipo de sonoridades orquestales, instrumentales, vocales, etc. También quería rendir homenaje a la danza como expresión elevada de lo más primigenio, el ritmo (que casualmente coincide con el título de vuestra revista). He puesto mucho de mí misma en esta música eslava que evoca mundos tan reales como imaginarios. Es un CD hecho con verdadero amor.

Es poco frecuente que el autor de las notas al programa de un CD sea el artista del mismo. ¿Se siente tan cómoda manejando palabras como ante el teclado?

No, en absoluto. Ante el teclado me considero una profesional, me siento libre y me expreso con facilidad. Sin embargo, escribiendo soy aficionada, sólo intento expresar lo que pienso y siento. Me encanta leer, pero esto es fácil, en cambio escribir requiere una cualificación que yo no tengo. Es cierto que últimamente hago notas a los programas, pero sólo es el deseo de compartir mis experiencias musicales. Hoy en día es fácil acceder a todo tipo de informaciones referentes a las obras, por esto me parece interesante que los intérpretes contemos qué nos mueve, qué pensamos, qué hacemos, etc., a la hora de tocar. Expresando nuestras reflexiones nos acercamos a los oyentes un poco más. Intentamos atraer al público, que cada vez tiene más información y menos paciencia, y pienso que mostrando el lado humano de la música la hacemos más interesante y cercana para el oyente.

En relación con el resto de su discografía, este disco da una imagen de gran eclecticismo, parece sentirse muy cómoda en cualquier repertorio…

Supongo que es cuestión de carácter y también depende del momento. Cada obra es un mundo, me gusta conocer mundos diferentes y vivir experiencias variadas, no me gusta repetir lo mismo por mucho tiempo. Hay momentos en los que me apetece un determinado repertorio, y hago caso a esta llamada interna porque sé que es entonces cuando daré a las obras lo mejor de mí misma.

En entrevistas anteriores he leído que no es una persona muy tecnológica, ¿sigue siendo cierto? ¿Cómo lleva alguien así este tiempo de confinamiento, en el que prácticamente el único nexo que tenemos con el mundo exterior es a través de la tecnología?

Es indudable que gracias a las tecnologías ha sido posible estar comunicado a muchos niveles. Las TICs (Tecnologías de la Información y de la Comunicación) nos han permitido seguir trabajando y nos han salvado del tedio y la depresión psicológica. Pero también me he dado cuenta de lo insustituible que es la presencia física a la hora de impartir las clases. He recibido imágenes de preciosas flores pero nos las he podido oler; he estado en contacto con muchas personas sin poder abrazarlas… He sacado dos conclusiones de este período: que hubiera sido durísimo sobrevivir sin las TICs y que lo que nos ha hecho resistir es la esperanza de volver a la vida real para no depender de las TICs.

¿Cómo está gestionando este tiempo de espera? ¿Y los proyectos que tenía entre manos antes de este parón forzoso?

Tenía varios conciertos y cursos que espero se puedan hacer más adelante, muchos organizadores dicen que están aplazados y no cancelados definitivamente. Vivo el tiempo de espera sin mucha diferencia respecto al tiempo anterior, porque sigo estudiando piano (eso sí, con cascos, por los vecinos confinados) y sigo dando clases por Skype, así que mi vida no ha cambiado mucho.

¿Cómo ve el panorama musical cuando podamos retomar las actividades cotidianas?

Quiero pensar que estas actividades se irán recuperando poco a poco. Citando a un periodista búlgaro: “En la situación actual oímos con frecuencia que preservar la vida es la principal prioridad frente a cualquier otra. Pero hay que puntualizar siempre, que se trata de la vida humana y no de la vida como si fuéramos ganados. Los humanos queremos vivir, pero no como el ganado al que tienen que cuidar para que esté sano, tenga comida y ya está. La vida humana contiene mucho más: vivencias sociales, culturales, espirituales, necesidad de expresarse, etc.”. Confío que esta necesidad del ser humano hará revivir las actividades musicales.

¿Quiere añadir algún comentario a todo lo anterior?

A la luz de lo dicho antes, agradezco enormemente la iniciativa de su revista y la labor y esfuerzos que hacen para que la música siga llenando la vida de las personas.

por Blanca Gutiérrez Cardona
y Gonzalo Pérez Chamorro

www.marianagurkova.com

Foto: La pianista acaba de publicar un CD titulado From Russia with love, para PlayClassics.
Crédito: © Charo Mangas

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