Doctor en composición por la famosa Juilliard School, Marc Migó (Barcelona, 1993) es uno de los compositores más premiados de su generación. Artist in Spotlight 2025 de la alemana Althafen Foundation, sus obras se han escuchado en célebres escenarios como la Philharmonie y el Konzerthaus de Berlín, el Alice Tully Hall de Nueva York, el Gran Teatre del Liceu, la Dutch National Opera o la Kölner Philharmonie. Coincidiendo con dos importantes estrenos en nuestro país este mes, RITMO habla con Marc Migó.
El 7 de julio estrena Carmen 150 años con La Fura dels Baus en la inauguración de los Veranos de la Villa 2025 de Madrid. ¿Qué nos puede adelantar?
Hace años que hablo con Carlus Padrissa, furero mítico y genial, de hacer una nueva ópera alrededor de la Carmen de Bizet. Quería que mi música se nutriera del espíritu de Carmen y al mismo tiempo reflejara el alma transgresora, brutal, a veces, y siempre onírica de La Fura. Además de toda su infraestructura de grúas, acróbatas suspendidos en el aire, un pájaro gigante, una cabeza ardiente enorme… estarán María José Montiel y la Banda Municipal de Madrid. Esperamos poder desarrollar también este proyecto en otros lugares…
El 11 y 12 de julio, el Boulanger Trio interpretará Gem(s)tone en la Kühlhaus de Berlín y en la resonanzraum de Hamburgo. ¿Cómo surge esta colaboración con el famoso conjunto alemán?
Nos conocimos a través de Althafen. Este año tengo el honor de ser su “Artist in Spotlight”, lo que me hace aún más ilusión, porque el año anterior fue mi admirada Lera Auerbach. Como parte de la residencia hago colaboraciones y conciertos en Alemania, como este con el Boulanger Trio… Estoy muy feliz de participar en sus boulangeries, como ellas lo definen, que son conciertos-retratos donde la obra central es la del compositor invitado, que, además es el responsable de diseñar el resto del programa.
Su música ha sonado esta temporada en la Philharmonie de Berlín o el Konzerthaus, con Metamorphosen Berlin y el Alinde Quartett. ¿Qué tal ha sido la acogida del público alemán?
A decir verdad, al principio lo veía con cierto escepticismo, ya que la sombra de figuras como Boulez o Stockhausen determinó un marco estético e ideológico internacional que se hizo dogma en la segunda mitad del siglo XX. Sin embargo, me alegró constatar que hoy en día existen audiencias con un apetito más omnívoro, tanto en Alemania como en España o en Francia (¡por no hablar de Estados Unidos!), lo que me parece maravilloso… Me siento muy afortunado por el cálido recibimiento que ha tenido, por ejemplo, mi Primera Sinfonía en la Philharmonie de Berlín…
El pasado mes de mayo tuvo lugar el estreno neoyorquino de su Carnaval de las Indias. ¿Qué significó para usted este regreso a la ciudad donde vivió y se formó?
Nueva York es mi segundo hogar. Estuve 7 años sumergido en el microcosmos de Juilliard y fue una etapa muy feliz, donde me nutrí de la herencia de Nadia Boulanger (a través de Narcís Bonet y Philip Lasser) y del neorromanticismo más sincero y desacomplejado de John Corigliano. Además, conocí a músicos geniales con los que, terminé colaborando asiduamente. Aún hoy visito la ciudad a menudo por mi actividad artística en los Estados Unidos, para participar en festivales como compositor en residencia, conciertos, encargos y las conspiraciones naturales que cada artista confabula con sus amigos, sea donde sea que éstos se encuentren… Nueva York posee un ritmo electrizante, que puede generar cierto rechazo si lo que uno busca es un santuario de paz y comunión con la naturaleza, más allá de Central Park, pero a mí me hace bien…
Y el próximo 22 de julio, el Palau de la Música de Barcelona acogerá su estreno catalán con la legendaria pianista argentina Martha Argerich, Alan Kwiek y Annie Dutoit-Argerich. ¿Cómo surge esta obra?
Hay una persona a quién le debo todo y es Alan Kwiek, un magnífico pianista argentino que conozco desde hace bastantes años. Tuve la fortuna de que le gustara mi música, y a partir de ahí tuvimos una relación de amistad y de actividad creativa muy fructífera. Debido a mi interés por las ciencias naturales, le sugerí la idea de escribir un bestiario musical inspirado por criaturas extintas, que se fue desarrollando después con la ayuda de Annie Dutoit-Argerich y de Gonzalo Demaría, autor del texto del Carnaval de las Indias. En realidad, es un espejo deformante del archiconocido Carnaval de Saint-Saëns (posee la misma instrumentación), inspirado en la mitología latinoamericana y en el realismo mágico… Y, aunque la obra está dedicada a Alan y a Annie, Martha se unió al proyecto… No quise hacer una obra oportunista, de efectos y virtuosismo desbordante. Sencillamente, compuse la mejor música de la que fui capaz, canalizando en el arte de Martha, Alan, Annie y Gonzalo a través de mi gusto por lo esotérico. El Carnaval se ha interpretado en Buffalo, Buenos Aires, Sarasota, Nueva York… y estoy deseando que llegue este estreno catalán, ya que será la primera vez que Martha toque la obra.
por Mario González
www.marcmigo.com
Foto: El compositor Marc Migó presenta varios estrenos de sus obras este verano.
Crédito: © Andrej Grilc