Este título no es casual. “Un sinfonista del siglo XXI” es también el nombre de la tesis doctoral recientemente defendida por el Dr. Isidro J. Martínez en la Universidad de Castilla-La Mancha, una investigación que se suma a la ya extensa lista de trabajos académicos (de grado y máster) dedicados a la obra de Andrés Valero-Castells en universidades de España, Colombia, Panamá, Estados Unidos, Bélgica, Suiza o Polonia. La atención que ha despertado su música en el ámbito académico no es para menos, ya que el compositor valenciano cuenta con un catálogo que supera el centenar de obras, entre las que destacan sus ocho Sinfonías, escritas para orquesta o banda sinfónica, auténticas joyas del repertorio contemporáneo.
Su Primera Sinfonía, La Vall de la Murta (AV43), fue compuesta entre 2001 y 2002 como un homenaje sonoro a ese paraje natural protegido. El encargo provino de la Sociedad Musical de Alzira, que la estrenó bajo la batuta del maestro Ángel Crespo. Desde entonces, ha sido interpretada en escenarios de España, Francia, Suiza, Holanda, Noruega, Colombia y China, y aparece recogida en al menos nueve discos. Un inicio de serie sinfónica que ya presagiaba su proyección internacional.
La Sinfonía n. 2, Teogónica (AV46), escrita entre 2002 y 2003, está inspirada en la Teogonía de Hesíodo. Encargada por la banda L’Amistat de Quart de Poblet y dirigida en su estreno por Llorenç Mendoza, ha sido también ampliamente interpretada internacionalmente y grabada en seis ocasiones. En ella se manifiestan algunas de las constantes del estilo de Valero-Castells: el interés por lo mitológico, la fuerza estructural y un lenguaje contemporáneo que no renuncia a la tradición.
Con su Sinfonía n. 3, Epidemia silenciosa (AV61), escrita en 2006 como compositor residente de la Joven Orquesta de la Generalitat Valenciana, la creación se vuelve más íntima y desgarradora. Dedicada a la memoria de su madre, fallecida prematuramente por Alzheimer, esta obra conmueve por su sinceridad emocional. La grabación monográfica realizada por la JOGV con dirección de Manuel Galduf fue nominada en 2008 al Premio de la Academia de las Artes y las Ciencias de la Música como Mejor Autor de Música Clásica. En 2021, Valero-Castells realizó una versión para banda sinfónica, estrenada por la Banda Municipal de Barcelona bajo la dirección de José Rafael Pascual-Vilaplana. En torno a esta sinfonía gira también el libro Una sinfonía para el Alzheimer, análisis de la Sinfonía nº 3 Epidemia Silenciosa que yo misma escribí, partiendo de mi tesina de máster en la Universidad Internacional de Valencia, disponible desde el año pasado en la editorial Piles.
Sinfonía de Plata
En 2007 llega su Sinfonía n. 4, Sinfonía de Plata (AV67), una de las más innovadoras de su producción, pensada para banda sinfónica, coro mixto, grupo de percusión solista y fuegos artificiales. Fue encargo del Castell de l’Olla de Altea, y tanto el estreno como la primera grabación de estudio estuvieron dirigidos por el propio Valero-Castells al frente de la Primitiva de Llíria.
Entre 2009 y 2012 compone su Sinfonía n. 5 en Do (AV77), una obra monumental encargada y estrenada también por la Primitiva de Llíria, bajo la batuta del autor. Por esta compleja partitura se le otorgó el Premio Euterpe de la Federación de Sociedades Musicales de la Comunidad Valenciana a la Creación Musical Sinfónica, además de una Mención de Honor en el prestigioso XXVIII Concurso Internacional de Composición Original para Banda de Corciano (Italia).
La Sexta Sinfonía, Grafítica (AV90) fue escrita entre 2018 y 2019 por encargo de La Artística de Buñol, quienes la estrenaron bajo la dirección del maestro Salvador Sebastiá. Esta sinfonía ha reforzado el carácter comprometido del compositor, al punto de que algunos lo han calificado de “compositor activista”. La obra incluye referencias a grafitis pacifistas de Banksy y fragmentos del famoso discurso del expresidente uruguayo Pepe Mujica en la ONU, cantados por un rapero en escena. La versión para orquesta de parte de la sinfonía fue estrenada en 2020 por la Orquesta de Valencia, bajo la dirección del maestro Enrique García Asensio.
En 2022 llega su monumental Sinfonía n. 7, Mediterraneum (AV100), encargo de Casa Mediterráneo de Alicante, para conmemorar la constitución del Consejo Diplomático Mediterráneo. Fue estrenada por la Orquesta ADDA·Simfònica de Alicante, dirigida por el maestro Josep Vicent. Profundizando en su activismo, en esta obra Valero-Castells pone el acento en el drama humanitario de la inmigración y la alarmante contaminación del mar Mediterráneo.
Y finalmente el pasado mes de julio tuvo lugar el estreno de su reciente Sinfonía n. 8, W València Verda (2024-AV108), como obra obligada del Certamen Internacional de Bandas “Ciudad de Valencia”, en la sección de honor, por lo que fue interpretada por cinco bandas sinfónicas de la máxima categoría, con un éxito realmente memorable. Escrita por encargo del Ayuntamiento de Valencia para celebrar la Capitalidad Verde Europea, con la que en 2024 se galardonó a la ciudad de Valencia, esta sinfonía conjuga música y sostenibilidad.
En diciembre se producirá el estreno en América de esta Sinfonía, a cargo del Symphonic Winds de la Universidad Estatal de California Fullerton, bajo la dirección del maestro Juan José Navarro.
Un compositor incansable
La frenética carrera compositiva de Valero-Castells parece no conocer pausa. Mientras componía su Octava Sinfonía, estrenó cinco nuevas obras en 2024: Canción y Danza de Acis (para doble quinteto), Glosa a la Sonata 84 y Pieza en forma de tres piezas en forma de pera (para cuarteto de saxos), Fanfarria valenciana (para metales) y el pasodoble Lourdes Climent. En lo que llevamos de año, además de su Octava Sinfonía, ya ha estrenado Canto de Polifemo (para trombón solo), en el Festival NeoMúsica con el solista José Vicente Faubel, y la versión para banda de su Sinfonía n. 7, Mediterraneum, interpretada por la Unión de Llíria, dirigida por el maestro Vicente Balaguer. Sinfonía que, por cierto, fue dirigida el pasado mes de abril por el propio Valero-Castells, al frente de la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba, en la Sala Covarrubias del Teatro Nacional, en La Habana.
La dirección es, junto con la composición, el otro gran foco de su carrera. Solo en los últimos meses ha dirigido la Orquesta Nacional de Cuba, la Orquesta de Valencia (por tercera vez) y la Orquesta Filarmónica de la Universidad de Valencia, durante el Festival Serenates y el Congreso Internacional de Tuba ITEC, celebrado en el Palau de la Música de Valencia. También ha dirigido la orquesta y la banda del Conservatorio de Soria. En su agenda cercana figuran actuaciones con la Orquesta ADDA·Simfònica de Alicante, también por tercera vez, la Banda de Almassora y la Orquesta Sinfónica de la Unión Musical de Llíria.
Más allá del atril
A todo ello se suma su labor docente: desde 2004 es Catedrático de Composición en el Conservatorio Superior “Joaquín Rodrigo” de Valencia y ofrece regularmente clases magistrales en instituciones de toda España. Es académico numerario y miembro de la junta de gobierno de la Academia de la Música Valenciana, entidad que acaba de lanzar un nuevo disco con música de Valero-Castells.
Este álbum es el segundo monográfico que graba el cuarteto de saxos Púrpura Pansa sobre las obras de Andrés Valero y su hermano mayor Francisco José. En este disco que ahora ve la luz, titulado Uranac, además de las obras propias, los hermanos Valero han grabado las piezas sobre las que han compuesto sus trabajos, en el caso de Francisco José una Sonata para violín de Bach, interpretada con su oboe, y en el caso de Andrés, la Sonata SR 84 del Padre Soler y las Tres piezas en forma de pera de Erik Satie, al piano, descubriéndonos otra de sus facetas, porque si bien empezó su andadura profesional como trompetista, en la actualidad únicamente es intérprete de piano. El disco incluye también la obra Sax-o-nada (para 12 saxos) de Francisco José y las piezas La Tortuga (para quinteto de saxos) y Passacaglia-JL8 (para oboe, cuarteto de saxos y percusión) firmadas por Andrés.
Completan el elenco de intérpretes los saxofonistas Ruth Segarra, Antonio García y David Pons, así como el percusionista Pep Aguilar. Las originales y simpáticas notas al libreto están firmadas por Martín Llade, dotando al proyecto de un aliciente más para disfrutar de una propuesta discográfica muy interesante y original. Este lanzamiento se suma a la ya impresionante discografía de Valero-Castells, con más de un centenar de grabaciones en países como Noruega, Francia, Suiza, Holanda, Portugal, Polonia, Estados Unidos, Japón y por supuesto España.
Y por si fuera poco, en la temporada 24/25 Andrés Valero ha dirigido y presentado el programa Pasen y escuchen en Radio Clásica (RNE), dando visibilidad a numerosos compositores y compositoras presentando sus obras. ¿Alguna cosa más en el tintero...? Pues sí, en octubre ofrecerá una conferencia sobre Carles Santos en las XXI Jornadas de Musicología organizadas por la Asociación Valenciana de Musicología y seguirá actuando como jurado en varios concursos y certámenes de composición e interpretación.
Música internacional
La música de Valero-Castells no conoce fronteras y sigue escuchándose en los cinco continentes. Solo en los últimos meses ha sonado en Italia, Holanda, Estonia, EEUU y Cuba, y el año pasado fue programado en ciudades como Stuttgart, Weimar, Berlín, Estrasburgo, Viena, Friburgo, Trento, Pescara, Espinho, Anaheim, Kansas, Panamá, Joao Pessoa, Bogotá, Taipéi y en numerosos puntos de la geografía española. Ha estado presente en eventos tan relevantes como el congreso de la International Trumpet Guild en California, el Italy Percussion Competition, el Pokorny Low Brass Seminar en Illinois, el Tercer Congreso Europeo de Saxofón en Italia, el Congreso Internacional de la IGEB o el Festival The International Trumpet Days en Narva, entre otros. Valero-Castells es ya uno de los compositores españoles con mayor difusión internacional. Recordemos que parte de su música está publicada por editoriales de reconocido prestigio como HoneyRock (EEUU), BIM & The Brass Press (Suiza), Gérard Billaudot, IMD y Alfonce Productions (Francia), además de las españolas Piles, Tot per l’Aire, SB, y Brotons & Mercadal.
La completísima agenda profesional de este compositor y polifacético músico es brillante se mire por donde se mire, y si bien comenzábamos este artículo aludiendo a la reciente tesis doctoral sobre sus ocho Sinfonías, quisiera concluirlo con una nota personal: en la actualidad, estoy trabajando en una nueva tesis sobre la intertextualidad en su producción creativa, que deseo que vea la luz próximamente en la Universidad Politécnica de Valencia. Porque la música de Andrés Valero-Castells, además de sonar con fuerza en auditorios de todo el mundo, merece ser pensada, analizada y estudiada con la misma intensidad.
por Noelia Barros da Cuña
https://andresvalero.com
Foto: Andrés Valero-Castells, un sinfonista del siglo XXI.
Crédito: © Stefano Sensolo