Increíble Pappano

El argumento de venta de este DVD será, seguro, Plácido Domino. Sin embargo, hay otro que en mi opinión tiene mucho más peso: la absolutamente extraordinaria dirección orquestal de Antonio Pappano, que extrae petróleo de unas notas que no siempre revelan un contenido interesante. I due Foscari, como buena parte del Verdi de galeras, tiene hallazgos y cosas estupendas, pero es una ópera desigual, y dramáticamente floja.

Asunto Domingo. O se está a  favor o en contra. Yo estoy a gusto en los dos lados de la polémica. Domingo es un fenómeno sin igual; es impresionante que a sus 75 años salga todavía a escena con semejantes mimbres. Hace 24 horas que le he escuchado este mismo rol en el Teatro Real, a las 48 de haber visto este DVD. Estoy conmocionado por la fuerza, las facultades  expresivas, el arte, el estilo y la voz de este señor. E incluyo la voz, que aun lógicamente deteriorada, logra increíbles destellos de potencia y belleza tímbrica. Y el canto, en suma, que Plácido despliega hasta ponernos a todos (o el menos a mí) los pelos de punta. Todo bien. Pero me sigue pareciendo muy discutible que cante papeles de barítono; o mejor dicho, estoy en desacuerdo con quienes afirman que da igual; que al ratito de empezar a cantar uno se olvida del asunto. Pues esa me parece una verdad a medias. Yo no tendría el más mínimo inconveniente en escucharle un recital de arias de barítono, y seguro que me olvidaría enseguida de los colores de la voz. Pero en escena es distinto; en una ópera representada es otra cosa, pues en más de una ocasión ha de cantar junto a un tenor de parecidas características, lo que lleva a una superposición de roles vocales que puede poner en serio peligro el significado de lo que sucede. Ejemplo, los dos Foscari en gargantas de dos tenores se entienden mal: son padre e hijo, y eso está en las voces, que Verdi escoge con todo el fundamento dramático del mundo. De manera que me sitúo en los dos lados de la discusión, pues me encanta Plácido, pero si a la vez me tengo que situar al lado de la ópera representada, mi corazón y mi mente se ponen a andar en distintos sentidos.

Este DVD es muy comprable. Bajo una puesta en escena de Thaddeus Strassberger parca pero al menos plausible porque no incurre en ninguna digresión histórica ni da opinión poniéndolo todo patas arriba, los cantantes (Plácido aparte) se encuentran muy cómodos, lo que sin duda se debe al trabajo de Pappano, que los dirige con increíble amor y sabiduría. Tanto el tenor Francesco Meli como la soprano Maria Agresta dan más de sí de lo que se podría esperar de unas voces como las suyas. Maurizio Muraro hace un Loredano muy convincente. Desde luego, de lo que hay en DVD esta es la opción más deseable. La presencia de Domingo,  además, lo convierte en un documento histórico.

Pedro González Mira