Música clásica desde 1929

Discos recomendados de Ritmo

En esta sección encontrará los 10 discos que la revista RITMO recomienda cada mes, clasificados por meses y por su orden de recomendación del 1 al 10. Se archivan los recomendados desde junio 2011, para ver anteriores ir a "Ritmo Histórico".
Haciendo "clic" en el título de cada disco o sobre la foto, accederá a su ficha y a la crítica publicada en Ritmo y, cuando es posible, a las diferentes tiendas donde podrá adquirir el disco físico, o a las plataformas digitales desde donde podrá escucharlo en "streaming" o descargarlo online.

Ritmo SEPTIEMBRE 2016 - Núm. 899

MUSIC OF THE 20th CENTURY. Una serie documental sobre la música del siglo XX

Dirige Simon Rattle junto a la Sinfónica de la Ciudad de Birmingham.
Arthaus, 109237 (5 DVDs)



La crítica

SIMON RATTLE Y EL RUIDO ETERNO

A uno le entran ganas de descorchar una botella de champán cuando recibe la noticia de la llegada al mercado de alguna feliz y rejuvenecida reedición. La que nos ocupa este mes, además de premiar nuestra constancia, ejemplifica de forma idealizada la razón de ser de esta página documental en el maremágnum contextual de nuestra revista. Todo el que se haya sumergido en ella alguna vez, guarda en su corazón algún fotograma de la ya clásica serie televisiva que Sir Simon Rattle dedicara a la música del siglo XX en la memorable Leaving Home: Music of the 20th Century, producida allá por 1996 (la caja tonta por entonces aún salvaguardaba valores educativos). El de Liverpool era el titular de la Sinfónica de la Ciudad de Birmingham, cargo que le absorbió 16 años de carrera (1982-98). Vistos con los ojos de hoy, los siete capítulos que la conforman siguen tan frescos y vigorosos como el primer día, pues a diferencia de su gestor, no le han salido ni una sola cana formal. La rescatamos del mundo del silencio con un nuevo y seductor look, reeditándose en una ajustada caja que incluye cinco DVD, un catálogo del sello y un libro encuadernado en tapa dura (inglés, francés y alemán) con comentarios explicativos, así como un diccionario (de andar por casa) con todos los compositores mencionados en las seis horas que dura el admirable viaje musical (incluye unos trabajados subtítulos en castellano). Imagínense que al abrir el popular libro de Alex Ross, El ruido eterno, éste se transformara en imágenes y sonidos. Esto es a grandes rasgos lo que nos propone.

Sobra decir que la selección de compositores y composiciones es muy subjetiva y personal (Adorno seguramente la aplaudiría), deteniéndose el director en aquellas personalidades por las que siente devoción, además de sobre esa música de andamiajes rompedores y vanguardistas. De su lista de elegidos no sobra nadie, pero si se echa de menos ciertos universos sonoros, que quizás debido a su mal entendido conservadurismo, no han encontrado plaza para acompañarnos en el recorrido. Hablamos fundamentalmente de Sibelius, figura clave para entender la tonalidad durante el siglo pasado, como el propio Rattle da fe, puesto que ha registrado ya un par de veces su proverbial obra sinfónica. Otros grandes que también se quedaron varados por el camino fueron los Xenaxis, Zimmermann, Prokofiev, Janácek (duele mucho que no se escuche ninguna de sus óperas), Elgar, Szymanowski, Tippett, Rachmaninov, Busoni, Hindemith o Poulenc. En su lista no aparece ninguno de nuestros compatriotas, esclarecedor reflejo de lo que musicalmente fue nuestro país en toda la centuria pasada.

Círculo de elegidos

Como ya tenemos chófer, el vehículo que nos transportará es la Sinfónica de Birmingham, agrupación que por aquellos tiempos escribió páginas gloriosas junto a su guía espiritual. Resulta sorprendente ver con que maleabilidad y eficacia pasa de un estilo a otro, manteniendo siempre un sonido fiel, claro y preciso. Un verdadero guante en las manos de Rattle. Todo arranca con el acorde del Tristán wagneriano, causante en primer grado del asesinato tonal que personifica la música del siglo veinte (la última obra que se escucha pertenece al británico Oliver Knussen). Los capítulos además están muy bien diseñados y acoplados entre sí, poseyendo algunos personalidad y vida propia, tendiéndose lazos tanto en la temática como en el país de origen, la estética o incluso en razonamientos políticos, ya que la música del siglo pasado fue un fiel testigo a la hora de fotografiar algunos de sus horrores y desastres. Rattle salpica (a veces usando un fino hilo de humor) todas las explicaciones y presentaciones de un completísimo saber cultural (sin olvidarse nunca de las demás artes). Sentado al piano nos desgrana la música que quiere hacernos comprender. A veces como si fuésemos niños a punto de devorar nuestro triturado alimento. Su apasionado hablar proviene más del corazón que de la cabeza, enlazando palabras con la maestría de un poeta, invistiendo sus textos y aforismos de un seductor aroma literario que deja poso en nuestro ser.

Entre la lista de intérpretes que participan en los pasajes musicales destacan Gidon Kremer (Berg), Peter Donohoe (Messiaen), Wayne Marshall (Gershwin), las voces de Felicity Palmer (Elektra), Willard White (Barbazul de Bartók), Anthony Rolfe Johnson (Britten), Amanda Roocroft (Im Abendrot), el legendario Franz Mazura (se incluye una versión del Superviviente en Varsovia de Schoenberg), Anne Sofie von Otter (deliciosa Judith) o la mismísima cuñada de Messiaen, Jeanne Loriod, peleándose con las Ondas Martenot de la Turangalila. Como extras se incluyen archivos completos en audio de algunas de las obras retratadas (editadas por Emi). Como bonus visual brilla la grabación completa de los Gruppen de Stockhausen (con un jovencísimo Daniel Harding entre la triangular batuta), una fascinante pieza que aún hoy resulta difícil de poder admirar ante un televisor.

Algunos de los capítulos pueden contemplarse con independencia del resto, pues es tanta la fuerza y magnetismo que desprenden, que pueden exhibirse separados de sus hermanos de camada. Es el caso de los dedicados al Ritmo, al Color, al Estilo americano o esos desasosegantes Tres viajes por sombríos paisajes, donde revisitamos los infiernos personales de Bartók, Shostakovich y Lutoslawski (“la música puede llegar a decir verdades que le pueden costar la vida a su creador”, apuntilla Rattle). El deslumbrante y profetizador Bailando sobre un volcán, que inaugura esta premiadísima serie nos deja boquiabiertos, teletransportarnos eficazmente a la Viena de los Freud, Mahler, Klimt o Schnitzler. Todo un tesoro y un festín sensorial que merece lucir en un lugar privilegiado de nuestra videoteca.

Javier Extremera

1834
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