Javier Perianes (piano).
Harmonia Mundi HMM902768 (CD)
En este nuevo compendio de armonías que Javier Perianes dedica a Domenico Scarlatti, el oyente se adentra en un vergel de quince Sonatas donde predomina el aire sombrío de las tonalidades menores, que tiñen de gravedad y melancolía el conjunto. Mas desengáñese el lector, pues no falta el resplandor de piezas luminosas que templan el ánimo y traen al espíritu el alivio de la claridad.
El arte de Perianes es espejo de contrastes: gravedad y ligereza, sombra y fulgor. Sus tempi, mesurados, confieren natural decoro al discurso, sin apresuramiento vano ni languidez excesiva. Así, los pasajes veloces discurren con ligereza cristalina, como arroyo que salta sin tropezar en piedra alguna, mientras los lentos revelan un lirismo íntimo, de sutil poesía, donde cada silencio parece respirar con voz propia.
Las ornamentaciones, trabajadas con prudencia y finura, son encajes que enriquecen sin sobrecargar; los acentos, sabiamente ponderados, convierten lo escrito en verbo vivo. El piano suena con calor y transparencia, sin rastro de afectación: en manos de Perianes, se transmuta en espejo del alma, reflejando tanto la severidad del recogimiento como la gracia de la danza.
No es este un Scarlatti de relámpagos ni estridencias; es, más bien, un arte sobrio y elegante que rehúye la grandilocuencia para buscar la verdad escondida en cada nota. Quien lo escuche hallará no deslumbramiento fugaz, sino lenta revelación: la certeza de que, bajo el toque de maese Perianes, la eternidad puede morar en un instante de música.
Darío Fernández Ruiz