Natalia Rubiś, soprano; Małgorzata Pańko-Edery, mezzo; Małgorzata Krzemien, soprano; Wojtek Gierlach, bajo; Krystian Adam Krzeszowiak, tenor; Joven Coro Nacional de Polonia; Solistas de la Orquesta Filarmónica NFM de Wroclaw / Agnieszka Franków-Żelazny, Łukasz Borowicz.
Accord CD341 (CD)
MENOS ES MÁS
Si el exilio llevó al compositor y director de orquesta Andrzej Panufnik (1914-1991) “a no ser nadie habiendo sido el número uno” en su Polonia natal, como indicara en sus memorias, Composing Myself, también le ofreció, no sin ciertas dificultades, una nueva manera de componer que, desde la especulación sonora microtonal de su Canción de cuna de 1947 a la escritura modal de la previa Obertura trágica de 1945 o la Sinfonía Rústica de 1948, le llevó, tras diversas vicisitudes, a desarrollar un corpus sinfónico del que sobresalen nueve Sinfonías más, en un progresivo oficio de esquemático y ascético empleo de recursos para crear un lenguaje tan abstracto como enigmático derivado de su fascinación por la arquitectura más diáfana, las estructuras simétricas y su correspondiente naturaleza geométrica. De manera paralela, su producción coral, menor pero muy relacionada con su música sinfónica y recogida casi en su totalidad en este lujoso compacto (con libreto de 83 páginas) a excepción de la cantata infantil para narrador, coro y orquesta Thames Pageant de 1969, expone también esa evolución, desde la pentatónica y reminiscente del canto llano polaco Song to the Virgin Mary de 1963 presente en su tercera sinfonía o Sinfonía Sacra del mismo año, a la más austera Invocation for Peace de 1972 para metales y coro, rescatada de la versión original de la Sinfonía for Peace de 1951, obra enmarcada en la estética del realismo socialista, y revisada como Sinfonia Elegiaca en 1957.
Estrenada y grabada para Unicorn por Leopold Stokowski, uno de los grandes valedores del compositor, la ecuménica cantata Universal Prayer de 1969, sobre textos Alexander Pope, supone el más ambicioso estudio coral de Panufnik y una de sus principales obras simétricas que parten de una célula de tres notas (Mi-Fa-Si) y su relación interválica. Es más, la simetría se aplica aquí a todos los elementos de la obra: secciones, alturas, dinámicas y tempo, indicándose el centro de simetría en el centro preciso de la cantata; en la séptima estrofa de las trece que tiene el poema de Pope, para convertir la segunda parte de la obra en una imagen especular de la primera. Winter Solstice, bitonal cantata navideña de 1972 con textos de Camila Jessel, esposa del compositor, trata las relaciones entre el cristianismo y el paganismo igualmente de forma palindrómica y con disposición antifonal del coro. Por último, la breve Prayer to the Virgin of Skępe de 1990 pone música a un poema de Jerzy Pietrkiewicz, para, tras la introducción del órgano, desgranar una austera monodia interrumpida por una sección hablada.
El trabajo de la directora Agnieszka Franków-Żelazny con el Joven Coro Nacional de Polonia así como, en las obras mayores, del director Łukasz Borowicz al frente de la misma formación junto con los instrumentistas de la Orquesta NFM de Breslavia, solo puede estimarse como sensacional, mejorando y actualizando los registros previos de Stokowski y Stuckey en Unicorn Kanchana. Fantástico CD.
Justino Losada