Segunda ópera del polifacético compositor, pianista y pedagogo catalán Albert Guinovart, con libreto de Jordi Faura. Encargo de la orquesta ejecutante y el Teatre Fortuny de Reus, donde fue estrenada en 2009, nos evoca en dos actos la leyenda mítica de la búsqueda de la juventud, del amor y del inexorable paso del tiempo. Erasme, un joven compositor que no acaba una sinfonía, vuelve un día a casa de sus padres, Celsa y Horaci, para anunciar su compromiso con la bailarina Alba, quien no habla porque se expresa solo a través de la danza.

Al escuchar la grabación, que lleva desde 2016 registrada, quedamos inmersos por el universo sonoro característico de Guinovart, un lenguaje tonal en el que siempre sobresale una melodía, el cual se encuentra en la paleta orquestal al frente del piano y por la impecable interpretación a cargo de Tomàs Grau que, junto a los cuatro solistas, firman un trabajo delicado de realismo mágico y de enorme belleza del principio al final, de una partitura contrastante en cuanto a su difícil interpretación y sencilla comprensión para el oyente. Una obra con momentos de gran lirismo que no renuncian a la intensidad y dureza necesaria para acompañar un texto inspirado, mostrando un estilo ecléctico y atrevido.

Nos vamos satisfechos de otro ejemplo de la recuperación del patrimonio musical-escénico, fuente de gran riqueza de obras contemporáneas y de antaño injustamente apartadas de nuestros teatros.

Luis Suárez