Este disco es el fruto de una grabación realizada a distancia, es decir, con cada uno de los componentes del registro trabajando simultáneamente en remoto, en el que no se ha precisado presencia física común alguna entre intérprete, productor e ingeniero.

Como si de una cinta musical de ciencia ficción, gracias a Immklasik y Phonoclassical (con el productor Iker Olabe y el también productor y muy conocido y admirado pianista Iván Martín), se permite que grabaciones como estas, en las que se evita el contacto físico tan limitado en estos tiempos, además, gocen de diferentes rangos sonoros inalcanzables en los tipos de CD habituales, ya que se ofrecen en alta resolución para descarga digital en diversos formatos, pero todas de una calidad brutal. 

A esta sonoridad celestial hay que añadirle el excelente trabajo interpretativo y con gran asesoramiento técnico de Yago Mahúgo, Monsieur del clave francés del barroco y figura indispensable de este repertorio, que, sabiendo que el Ferrari lucirá como nunca, fuerza la máquina como jamás había hecho, yendo más allá en las fantasías sonoras de las piezas de los Couperin (les da mayor amplitud sonora, las reviste de mayor brillo) y en La Marche des Scythes de Pancrace Royer, cuya obra íntegra ya había grabado el mismo Mahúgo para Brilliant, y que ahora palidece como aquella luz de gas de las ciudades ante la llegada de la radiante e imparable luz eléctrica. Aunque otro asunto a tratar sería donde reproducir esta joya, pero ese es otro pulsar…

Gonzalo Pérez Chamorro