En la actualidad, cuando la mayor parte de los sellos discográficos apuestan a reediciones de grabaciones que fueron un hito en sus días o a editar obras que han ganado un lugar de privilegio en las colecciones de los melómanos y en las salas de concierto, resulta reconfortante el aporte del sello Alpha. Ante la actual sobreoferta de discos con las mismas integrales y los mismos conciertos, Alpha ofrece una propuesta que se puede calificar de audaz, porque nos ofrece una música poco habitual, editada con muy buen gusto y con un sonido exquisito. 

Y estas son las características que identifican el disco que quiero presentarles. Se trata de Sonatas para flauta y continuo de dos de los grandes maestros del barroco: Jean-Baptiste Quentin y Arcangelo Corelli. Y para su interpretación, se ha reunido un trío de jóvenes y talentosos artistas franceses, integrado por la flautista Anne Besson, la violagambista Myriam Rignol y el clavecinista Jean Rondeau.

Cuando se piensa en la música instrumental del barroco se piensa casi siempre en virtuosismo, en técnicas ágiles con tempi trepidantes y mucha pirotecnia, pero las obras reunidas en este disco son una clara declaración, una defensa bellamente presentada acerca de la inspiración que hay en ellas. Con un sonido magnífico y una ejecución cuidadosa, esta grabación hará las delicias de los incondicionales de la música barroca y, si usted no es uno de ellos, podría ayudarle un cambiar de opinión sobre la musicalidad de este rico repertorio.

Juan Fernando Duarte Borrero