Entre 1991 y 1992, en el entusiamo de los fastos conmemorativos del V Centenario del Descubrimiento de América, Jordi Salvall y sus habituales protagonizaron sendas grabaciones, para el entonces aún existente sello Astrée, de piezas representativas del Cancionero de la Colombina, del Cancionero de Palacio y del Cancionero de Medinaceli, es decir, de las tres más importantes antologías de música renacentista española. Pasados treinta años, que se dice pronto, estas grabaciones reaperecen, renovadas y remasterizadas, en un volumen triple de Alia Vox, que cumple con la pulidez habitual de este sello, es decir, que va acompañado de un lujoso libreto de 262 páginas, hexagloto (español, francés, inglés, catalán, alemán e italiano) y con primorosas ilustraciones a todo color. Este álbum viene a ser como un mágico túnel del tiempo que nos lleva a una época no menos áurea de la discografía, que nos sorprendió con unos registros gramofónicos que, como los del presente caso, siguen siendo modélicos y plenamente actuales. Una mención y recuerdo especial merece la inconfundible voz de la llorada Montserrat Figueras.

Ocasión igualmente de oro para todos aquellos que, por una u otra causa, no pudieron hacerse en su día con estos discos, que tendrían que ser calificados como de obligado conocimiento. Ahora ya no tienen excusa.

Salustio Alvarado