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Discos recomendados de Ritmo

En esta sección encontrará los 10 discos que la revista RITMO recomienda cada mes, clasificados por meses y por su orden de recomendación del 1 al 10. Se archivan los recomendados desde junio 2011, para ver anteriores ir a "Ritmo Histórico".
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Ritmo ENERO 2013 - Núm. 859

BEETHOVEN: Sonatas para piano ns. 1-6.

Daniel Barenboim, piano. Dirigido por Jean-Pierre Ponnelle.
EuroArts, 2066428. (DVD)



La crítica

Beethoven entre Barenboim y Ponnelle

Cuando hablamos del Bruckner de Celibidache, del mismo modo reverencial deberíamos hablar del Beethoven de Barenboim. Y no de cualquier Beethoven. Hablamos de las Sonatas para piano, de la maravillosa integral de las treinta y dos Sonatas, posiblemente el mayor legado a la historia del piano y una de las cumbres artísticas de toda la humanidad. El Beethoven de Barenboim se ha desplegado por todos los flancos posibles, salvo uno, que yo sepa, los arreglos para orquesta de cuerda de algunos Cuartetos de cuerda. Del resto de Beethoven, siempre que ha podido tocarlo o dirigirlo, Barenboim lo ha hecho. Ahora bien, desde las Sinfonías a las Sonatas, pasando por los Conciertos para piano o la música de cámara con piano, es en las Sonatas donde Barenboim se ha sentido como el verdadero músico que es, desde la primera integral para Emi hasta la última, ésta también primero en Emi (DVD) y posterior y recientemente en Decca (CD, dentro de la colección “Beethoven para todos”). Entre medias, entre estos dos ciclos alfa y omega del pianismo “beethenboim”, por inventar una palabra que explique la colosal fusión, se encuentran otras dos integrales, probablemente las más “perfectas” de la historia de las Sonatas para piano de Beethoven. Primero, claro, la clásica interpretación grabada para DG en París, entre 1981 y 1984, contemporánea de esta que comentamos, grabada también en esos años, en 1983 y 1984, pero ya en Viena, en los mismos palacios en los que Beethoven presentó sus obras. En esta primera entrega, con las seis primeras Sonatas, la grabación se realizó en el Schloss Hetzendorf, palacio barroco situado en el suroeste de Viena, a “dos pasos” de la casa, más bien de una de las muchas casas que tuvo Beethoven en Viena (Hetzendorferstrasse).

Interpretación modélica

La primera sensación que uno tiene al escuchar y ver este DVD, es que la interpretación es modélica, de una perfección completa en todos sus aspectos. En otras palabras, suena a Beethoven por cualquier parte, sin encontrar soluciones a este o aquel pasaje de dudoso gusto. Por encontrar variaciones o diferencias con la integral en DVD de Emi, esta última muestra un Barenboim mucho más “moderno”, con mayor intensidad cromática (por ejemplo, en la coda del Adagio de la Sonata Op. 2/1, rompe un acorde para resaltar una disonancia, mientras que en la grabación de Viena no lo hace igual). Es como si tras todo el Wagner, que principalmente le llegó a Barenboim desde los ochenta, haciéndose muy presente en los noventa y omnipresente desde 2000, este Beethoven tenga mayor tensión, la intensidad expresiva venga condicionada más por la verticalidad que por la horizontalidad. Es un Beethoven transformado y de mayor amplitud filosófica, como si hubiera realizado un viaje desde la Tierra hasta Júpiter, alcanzando la máxima grandiosidad posible.
 
Y seguro que el lector comparte conmigo que en las Sonatas Barenboim encuentra su verdadera dimensión, aunque Barenboim ahora sea más director que pianista. En las Sinfonías, sus interpretaciones (Staatskapelle y Diván, principalmente) pueden ser maravillosas, pero despiertan más dudas que en las Sonatas, absolutamente irrepetibles. Hay que tener en cuenta que como director, él, y no se cansa de decirlo, es el único que no tiene contacto físico con la música.
 
Las tres Sonatas Op. 2, con la sombra de Haydn muy presente, en Barenboim la sombra se difumina, aunque siga estando presente. En el ciclo de DG era absolutamente magistral la n. 3, tal como aquí de nuevo la escuchamos, repleta de grandeza, de impetuosidad y de un genio que se anuncia inabarcable. Portentoso el sentido del humor de la n. 2 (el colorido del piano es maravilloso, como la intensidad expresiva y rítmica), escuchada con mayor modernidad en el enfoque de su última grabación, pero con menor fluidez que en esta. Arrolladora la n. 1, de estilo absolutamente idóneo. La verdad, no se me ocurre otro estilo más adecuado que este al escuchar estas interpretaciones

La Sonata n. 4 está cantada de manera abrumadoramente hermosa, desde el extraño Allegro molto inicial, que Barenboim toca con una perfección expresiva pasmosa, al maravilloso Largo, sin pretenciosidad ni aspavientos. Asusta tanta sencillez convertida en tan grande música.

Las dos Sonatas Op. 10, hermanas pequeñas en este ciclo, no lo parecen, y anuncian a un concreto Schubert, aquel que también existe tras el gran piano de las grandes Sonatas.
 
Ponnelle

Jean-Pierre Ponnelle ejerce su trabajo desde la sombra, en absoluta sintonía con el piano, dejando sus habituales destellos de originalidad, como comenzar la filmación mostrando un retrato de Haydn presente en la sala, que en un momento dado lo desenfoca ligeramente, evocando el distanciamiento que ya se producía entre Haydn y Beethoven y muy resaltado por Barenboim, no se sabe cuál es la intención... O los juegos de sombras en las Sonatas Op. 10 y la portentosa iluminación en el Adagio de la n. 3, que ya forma parte de la antología de las grabaciones audiovisuales. Detalles hay cientos, aunque las manos son el plano principal en el que la cámara de Ponnelle fija su atención. En fin, el sonido es bastante bueno con un básico PCM y la imagen, algo recortada, también se disfruta. Esto acaba de comenzar, llegarán más volúmenes y también la caja completa, que tendrá una entrevista extra realizada a Barenboim en 2012 sobre estas filmaciones. Además del DVD, también se va a editar cada volumen y la caja completa en Blu-ray.

Hay momentos en que al escuchar una música uno tiene la tendencia a cerrar los ojos. No es el caso.
G.P.C.

 

 

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