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Discos recomendados de Ritmo

En esta sección encontrará los 10 discos que la revista RITMO recomienda cada mes, clasificados por meses y por su orden de recomendación del 1 al 10. Se archivan los recomendados desde junio 2011, para ver anteriores ir a "Ritmo Histórico".
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Ritmo Abril 2022 - Núm. 960

BEETHOVEN: Los Cuartetos de cuerda completos

Cuarteto Ébène (grabados en vivo en la Philharmonie de París, 2020).
Erato 0190296448126  (6 DVD · 9 horas)



La crítica

BEETHOVEN EN TIEMPOS DE PANDEMIA

Para cualquier cuarteto de cuerda, la estabilidad emocional y el equilibrio entre sus componentes influye de manera determinante en la capacidad del conjunto, más que en una orquesta o cualquier otra agrupación camerística. Es tan frágil su armazón cuando hay una pequeña inestabilidad, como lo es de consistente cuando los cuatro integrantes se corresponden al cien por cien. El Cuarteto Ébène ha tenido estas etapas, primero con su fundación y proyección internacional, hasta que en 2015 el viola Mathieu Herzog decidió abandonar el cuarteto. Fue sustituido por Adrien Boisseau, pero no acabó de encajar en el equipo, encontrando finalmente en la violista Marie Chilemme la cuarta pata de una mesa que renqueaba desde la salida de uno de sus miembros fundadores.

No es una cuestión menor la rotación de los miembros de un cuarteto, que pueden cambiar la naturaleza de una formación, véase el Cuarteto Emerson, que con el chelista Paul Watkins parece otro mejor, un cuarteto de mayor entidad centroeuropea, a pesar de haber sido fundado en la gran manzana neoyorquina; o la desgracia que ha ido acumulando el Artemis, con cambios de atriles (tristemente forzados unos, por fallecimiento), y lo que sería un cuarteto para la historia, a día de hoy ya no produce esta impresión. Para comprobar la delicada estabilidad de este ecosistema, el Ébène fue filmado por el realizador alemán Daniel Kutschinski, que grabó al cuarteto durante una gira por Italia, dando por resultado 4, un filme documental que recibió el premio del Festival de Los Ángeles en 2015.

Sin que nadie pudiera presagiar la catastrófica pandemia que comenzó el año del esperadísimo aniversario beethoveniano, el Ébène culminó en enero de 2020 un periplo llamado “Beethoven Around the World”, que Erato (Warner Classics) publicó en una caja de 7 CD. Esta gira por siete ciudades bien distintas del mundo (Filadelfia, Viena, Tokyo, Sao Paulo, Melbourne, Nairobi y París), anunciaba y preparaba al cuarteto para un año repleto de conciertos dedicados a Beethoven y, para ofrecer de nuevo, en 2020, la integral de los Cuartetos de Beethoven en la Citte de la musique de la Philharmonie de París. La ola de cancelaciones llegaron y los conciertos, cancelados o pospuestos, no veían el momento de celebrarse. Pero he aquí que el virus permitió hacer conciertos sin público o con aforos reducidos, bien para retransmitirlos por streaming en los canales de cada institución o para ser grabados y emitidos en otros formatos.

Y así fue que en otoño de 2020, entre el 12 de octubre y el 17 de diciembre, en la azulada sala parisina con una iluminación más propia de un concierto pop que clásico, el Ébène, en unos conciertos con público distanciado y en otros sin público, interpretó este Santo Grial de la historia de la música, filmado de manera admirable por Sébastien Glass y con una toma sonora prodigiosa.

Ante el público, el Ébène mantuvo la tradicional y necesaria posición frente a ellos. Pero sin público, como son la mayoría de estos conciertos, el cuarteto da la espalda al escenario y se planta frente a una cámara que los enfoca y a toda la sala tras ellos, con iluminaciones muy sugerentes y planos atrevidos, para que el espectador presencie en primera instancia al cuarteto y a todo el auditorio vacío. Es decir, tocan solo para quien los esté viendo en su monitor de imagen, una experiencia única e inédita, que aporta un granito de arena más a un mundo, el de la música de cámara, que se ha liberado de incómodos protocolos muy asociados con la música clásica, como por ejemplo la ropa (raro es ver a un cuarteto de cuerda vestido con fracs).

Si Beethoven nos permite constatar en la evolución de estos Cuartetos la capacidad de los instrumentistas (la viola no es la misma en la Op. 18 que en los últimos Cuartetos), los riesgos que asumen los integrantes del Ébène demuestran su calidad arrolladora como músicos. Pero como conjunto, su Beethoven no es clásico, es la suma de un Beethoven de hoy, de un Beethoven que se quiere escuchar en la calle, elevado pero cercano, virtuosístico a la par que aparentemente sencillo. Hay momentos inolvidables, como la visión épica del Op. 59/1 (primer DVD, primer Cuarteto: una carta de presentación muy poderosa) o como interpretan la desconexión de Beethoven con la forma tradicional en el Op. 130 (pocas veces la Gran fuga está contada y explicada con mayor claridad). Sublime el Op. 18/1, con un lento probablemente sin parangón (incluido el Belcea, que también tiene otra integral alucinante en DVD), o el “sinfonismo” del Op. 74, así como los destellos de enorme chelista que es Raphaël Merlin en el Op. 59/3 o el cortocircuito que produce el devastador Op. 95, de una entidad sonora inmensa. Son incontables los momentos excelsos que produce esta integral, como el Lento del Op. 135, donde las miradas de los cuatro músicos se funden para lograr alcanzar el cielo, que es donde reside esta música, la más grande de todos los tiempos.

Gonzalo Pérez Chamorro

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