El Ensemble Correspondances, de amplia y reconocida trayectoria en el Barroco francés, hace su primera incursión en la obra de Bach en su más reciente grabación. El disco está integrado por tres Cantatas (BWV 4, 106 y 131) que corresponden al tiempo en el que el compositor servía como organista en la ciudad de Mühlhausen en 1707. Son tres obras que han ganado merecidamente la preferencia de los melómanos, porque en ellas ya se encuentran los recursos del Bach de madurez. Aunque en estas tempranas obras de Bach, el joven compositor sabe combinar la grave espiritualidad del luteranismo con la gracia de los recursos de la ópera italiana, el resultado es conmovedor. Estas bellas Cantatas, que buscan refrendar el compromiso del creyente con su fe, son interpretadas por el Ensemble Correspondances con gentileza, casi con pudor, como si el conjunto temiera que su virtuosismo atropelle el mensaje consolador de estas obras.

Los referentes que conocemos de versiones de estas Cantatas son muchas y varias y han conquistado el favor del público y la crítica. Pero la versión del Ensemble Correspondances y su director Sébastien Daucé demuestra que nunca habrá demasiados discos de Bach. Algunos no estarán de acuerdo con algunas de las decisiones de tempi del director, pero seguro disfrutarán esta cuidadosa aproximación en la que la belleza, y el buen gusto, se ponen por encima del mensaje confesional. Este es un Bach para un mundo que sigue siendo espiritual, aunque menos religioso.

Juan Fernando Duarte Borrero