Al igual que ocurrió con el Stabat Mater en fa menor publicado por este mismo sello (Naxos 8.573781), la presente Misa en mi bemol mayor de Johann Simon Mayr (1763-1845) ha sido reconstruida por Franz Hauk, en este caso en colaboración con el especialista en música sacra Manfred Hößl, a partir de materiales dispersos. Se trata de una obra que se ajusta al género conocido como “missa concertata”, desarrollado en Italia a partir del siglo XVII y que poco a poco se fue llenando de elementos profanos, como, sin ir más lejos, ocurre en general con las Misas de Mayr y el particular con ésta, compuesta en 1843, que combina rasgos de muy variada estética, desde severas páginas corales como en Et vitam venturi saeculi o en Osanna in excelsis, hasta arias belcantistas, sin que falten exigentes intervenciones instrumentales para violín, flauta, clarinete, trompa o fagot, llegando al culmen de la mundanidad en un Domine Deus, Agnus Dei, Filius Patris a ritmo de polonesa. Digno de mención es el Et incarnatus est, cuya afinidad con el aria de la furtiva lágrima de Gaetano Donizetti induce a pensar que el alumno inspiró a maestro.

Franz Hauk, con sus habituales, a los que en esta ocasión se une algún nombre nuevo como el de la soprano polaca Dorota Szczepańska, sigue en el sólito nivel de calidad y acierto al que nos tiene acostumbrados.

Salustio Alvarado