La versión para piano de Las criaturas de Prometeo es una música más infrecuente que la ya de por sí inusual partitura orquestal. Salvo la Obertura, esta no es una de las obras más escuchadas de Beethoven, al que se le encargó escribir el ballet homónimo que se estrenaría en Viena en 1801. La reducción para teclado fue hecha por el propio compositor, que renunció conscientemente a plasmar toda la grandeza orquestal, dejando el armazón básico al descubierto. Esto hace que la escucha no sea tan interesante, más teniendo en cuenta el cierto conservadurismo de la escritura; con ello tiene que lidiar Warren Lee, que nos ofrece una versión coherente con lo anterior.

Lee no pretende recrear el ballet alegórico sobre el mito de Prometeo porque, bajo las anteriores premisas, es complicado. El pianista nacido en Hong Kong opta por dejar el drama a un lado y enfocar la partitura desde una perspectiva puramente musical.

Más cerca del clasicismo, Lee recorre con elegancia y naturalidad las diferentes danzas; el problema viene en las escenas más tumultuosas, que se ven resentidas por ese carácter apolíneo general. El Finale que servirá de tema para la Sinfonía Heroica cierra un conjunto que no pasa de la corrección.

Jordi Caturla González