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Críticas seleccionadas de conciertos y otras actividades musicales

 

Crítica / Un ‘Camino’ diverso y atractivo - por Blanca Gutiérrez Cardona

La Rioja - 12/05/2023

Tras la agradable sorpresa en 2022 de un nuevo festival de música en el panorama cultural de nuestro país, este año las esperanzas se confirman y la segunda edición de La Rioja Festival apunta a la consolidación de esta cita musical.

Del 4 al 14 de mayo La Rioja Festival ha organizado 10 conciertos con 9 experiencias asociadas, y actividades pedagógicas paralelas. Entre las experiencias asociadas, la cata de alguno de los grandes vinos que produce esta región, o la visita guiada a las localidades y/o edificios que albergan los conciertos de este año. Propuesta más que interesante esta última que consigue una mayor comprensión por parte del público de los espacios donde discurrirá el concierto que van a escuchar. Y que enlaza a la perfección con el lema que tiene el Festival este año, ‘Camino’, en referencia a la presencia en La Rioja de lo que se denomina rama francesa del Camino de Santiago. Un camino que vertebra el territorio y que deja su impronta cultural en los espacios que recorre. En palabras de Pablo Sainz-Villegas, fundador y alma del Festival: “’Camino’…homenajeando nuestro patrimonio y expresando nuestro deseo de mostrar La Rioja al mundo…”

Este año hemos presenciado tres de los conciertos propuestos, en el primer fin de semana del Festival. Conciertos en Briones, Casalarreina y San Millán de la Cogolla; solo por visitar estos pueblos merece la pena acudir al Festival, si aún no los conocen.

En primer lugar, el concierto titulado Aires Gitanos, para flauta y piano, a cargo de André Cebrián (flauta) e Irene Alfageme (piano) en la nave central de la Iglesia de la Asunción de Briones, del siglo XVI. Iglesia que es símbolo de la localidad, ya que puede verse desde buena parte de la Rioja Alta, declarada BIC en 1981 y monumento histórico-artístico en 1982.

André Cebrián es el actual solista de flauta de la Scottish Chamber Orquesta e Irene Alfageme es profesora en la Escuela Superior de Canto de Madrid. Ambos se conocen desde que coincidieron en la JONDE y otras orquestas juveniles y disfrutan una complicidad que se reflejó claramente sobre el escenario montado frente al espléndido altar de la iglesia. El público fue testigo de la conexión constante entre ambos, del perfecto ensamblaje sonoro entre ambos instrumentos y, sobre todo, de la estupenda relación entre los dos músicos. Porque cuando los músicos disfrutan haciendo su trabajo, lo transmiten al espectador, y todo el mundo sale con una sonrisa en el rostro.

En programa, piezas muy diferentes, con una temática común ‘gitana’, la mayoría en arreglos para flauta y piano; un repertorio virtuoso, con obras de Haydn, Bartok, Kreisler Doppler y Sarasate, que en la segunda parte fue virando hacia el sentimiento, con piezas de Dvorak, Rimsky-Korsakov, Falla, M. Infante, M. Ortega y Liszt. El protagonista era la flauta, y el lucimiento fue absoluto por parte de André Cebrián, que demostró no solo una técnica extraordinaria, sino también una gran capacidad expresiva a través de su instrumento. La flauta, que no aparece en la música gitana, logró gracias a su talento, emular los aires zíngaros y gitanos que generalmente se asocian al violín, tanto en las piezas más virtuosísticas, como en las más ‘sentimentales’. El acompañamiento de Alfageme fue ejemplar, entendiendo en todo momento el espíritu de cada pieza. Ante los entusiastas aplausos finales, ofrecieron como bis la Nana de Falla, en memoria de la difunta alcaldesa de Briones, a quien dedicaron todo el concierto, por su decidida defensa del Festival. Para completar la mañana, el Festival organizó como experiencia asociada la cata de vinos blancos de la región.

Por la tarde tocó acudir a Casalarreina, siguiendo el ‘Camino’ que denomina la edición de este año. El concierto tuvo lugar en el Monasterio de Nuestra Señora de la Piedad de Casalarreina, un convento de monjas dominicas construido a principios del siglo XVI en gótico tardío y renacentista plateresco;  único monasterio de España inaugurado por un papa. La experiencia asociada al concierto consistió en una visita guiada al monasterio.

La soprano Raquel Lojendio y la pianista Chiki Martín presentaron un recital lírico extenso, variado en estilos y atrayente tanto para el oído experto como para un público más profano. En la primera parte, música española e hispanoamericana, y en la segunda, arias de ópera de Handel a Puccini. En ambas partes del recital Lojendio mostró una voz amplia, de hermoso color, con gran facilidad en los pasajes, quizá más cómoda en la parte alta, con un dominio absoluto del pianísimo. Muy a gusto en las piezas elegidas, pudo dedicarse a los recursos expresivos que matizan el canto, llegando al público con facilidad. Quien, además, agradeció un valor de Lojendio que no todos los cantantes líricos poseen en el grado necesario: la correcta dicción, sin detrimento de la emisión del canto, que permitió a los asistentes disfrutar de los textos de las obras, sobre todo las de la primera parte (obras de Lorca, R. Halffter con texto de Alberti, Guastavino y J. Ovalle).

En la segunda parte Lojendio demostró de nuevo que está en una gran forma vocal abordando con éxito los diferentes estilos y dificultades de las arias seleccionadas. Como valor añadido, nada desdeñable, pudimos admirar el esfuerzo de la soprano por ‘entrar’ en cada personaje, ya que, si bien todas fueron arias muy adecuadas para su voz, cada pieza exigía recrear emocionalmente cada personaje vocal. Gran papel en ambas partes del recital de Chiki Martín al piano, demostrando un magisterio tranquilo, fiel a la partitura y, sobre todo, a la voz que acompañaba.

El domingo por la mañana le tocó el turno al órgano, un recital en la iglesia del monasterio de Yuso en San Millán de la Cogolla. En esta ocasión la experiencia asociada consistió en un largo paseo a través del campo desde el cercano pueblo de Badarán, recorriendo lo que se denomina el Camino Real entre las dos localidades. Una hora por el valle de la Lengua, siguiendo la ruta de una etapa del Camino de Santiago.

Recital a cargo de Alberto Sáez Puente, quien, tras participar al teclado del órgano en la misa previa, ofreció un recital muy pensado para sacar todo el partido posible a dicho instrumento, construido en 1768, un órgano ibérico con su amplia trompetería horizontal que asoma en la fachada del instrumento, los 'tubos en artillería'. Para ello, comenzó y concluyó el recital con obras de J. Ximénez (1601-1672), piezas denominadas Batallas precisamente por aprovechar los recursos que ofrece esa trompetería horizontal. Entre medias, obras de Bach, Frescobaldi, Brahms, y Gil de Palomar.

Sanz Puente, efectivamente, demostró su capacidad para hacerse con el instrumento, y con una técnica limpia y depurada supo desarrollar las dinámicas que pedía cada pieza. De ágil digitación, atendió con la misma importancia todas las partes de cada pieza, logrando un recital brillante y todo lo espectacular posible en un órgano que no se encuentra al 100% de sus capacidades. Éxito rotundo entre el público, ofreció como propina el Preludio de la Tocata y fuga en re menor, BWV 565.

A lo largo de la semana otros conciertos y experiencias esperaban al público que ha acudido a esta segunda edición de La Rioja Festival, como un concierto en un museo o en una bodega. Todo ello, con un evidente atractivo cultural y turístico, incluso para un público extranjero, lo que ha llevado a Sainz-Villegas a crear una alianza con una agencia de viajes y una colaboración con Friends of La Rioja Festival, una asociación sin ánimo de lucro formada por 18 personas de la región vinícola de Sonoma, en California, que han visitado La Rioja durante el primer fin de semana del festival y asistido tanto a los conciertos como participado en las experiencias asociadas.

Blanca Gutiérrez Cardona

6/5/2023 Briones. Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción
André Cebrián, flauta, Irene Alfageme, piano.

6/5/2023 Casalarreina. Monasterio de Sta. María de la Piedad. 
Recital Raquel Lojendio, soprano, Chiky Martín, piano.

7/5/2023 San Millán de la Cogolla. Monasterio de Yuso. 
Alberto Sáez Puente, órgano

 

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