Construido para albergar los Primeros Juegos Olímpicos de nuestra era, un abarrotado Kallimármaro con capacidad para 50.000 personas, bajo el lema “Toda mi vida está contigo”, reunía a finales del pasado junio a veinticinco de las mejores voces del panorama popular griego, unidas para recordar los cien años del nacimiento de Mikis Theodorakis, el compositor heleno con más trascendencia internacional de los últimos tiempos.
Entre otras razones, dejando al margen sus reconocidas bandas sonoras, por obras de magnitudes titánicas, como la cantata Άξιον εστί (Es digno), que este domingo se presentaba en el Odeón de Herodes El Ático como la oferta más esperada en la presente edición del Festival Atenas y Epidauro.
Theodorakis estructura Άξιον εστί en tres partes: Génesis, Pasión y Gloria, siguiendo formalmente las pautas de ritual ortodoxo bizantino, a partir del texto homónimo griego escrito en verso y prosa por Odysseus Elytis, Premio Nobel de Literatura 1979. Veinte años antes de obtenerlo, daba a la luz este trabajo que, con la mirada visionaria de una sibila, a medio camino entre el final de la Guerra Civil griega (1946-1949) y la Dictadura de los Coroneles (1967-1974), plantea como alegato antibelicista el momento de un país, cuna de culturas, abandonado por los que se han nutrido de sus enseñanzas. Popularizada por alguna de las canciones que la integran, convertidas tras el golpe militar en himnos políticos, Άξιον εστί se convirtió en cantata con recorrido internacional desde que, en 1982, se estrenara la versión alemana en Dresde, y la réplica posterior el mismo año en la Gewandhaus de Leipzig, con 500 intérpretes entre los apartados instrumental y coral.
En esta ocasión, Costa Pilavachi, responsable del apartado de música clásica del Festival ha reunido a cerca de doscientos, sumando a la Orquesta estatal de Atenas a las órdenes de Myron Michailidis, las setenta voces entre el Coro Mixto municipal de Atenas y la agrupación vocal ERT, además de los instrumentistas invitados -bouzouki, guitarra y santouri- y los tres solistas: una voz de la música popular, una operística para el oficiante, y un narrador o relator, encomendadas respectivamente al histórico George Dallaras, resorte infalible para el público, que grabó la obra hace dos décadas; el barítono Dimitris Platanias -haciendo un hueco entre su Nabucco en La Scala y el Rigoletto que protagonizará en el mismo escenario la próxima semana- y Dimitris Katalifos uno de los grandes nombres del panorama teatral. Logrando momentos electrizantes, rescatando emociones a flor de piel en pasajes en la voz aun fresca y potente de Dallaras como Una golondrina solitaria, En la sangre del amor o Abro mi boca, convirtiendo a la audiencia cómplice en gigantesco coro de lujo. Ante todo en Sol de justicia, casi himno nacional, con la conmovedora llamada “por favor, no te olvides de mi país”. La obra, que absorbió el trabajo de Theodorakis entre 1961 y 1963, arranca con algún préstamo que recuerda a Orff y a su maestro Messiaen, para deslizarse inmediatamente hacia un estilo personal, con momentos de gran efecto épico, que apuntan a su posterior Canto General, esta vez sobre los versos en castellano del también Nobel Pablo Neruda. La premiére absoluta de Άξιον εστί tuvo lugar a finales de 1964 en la sala Rex (hoy filial del Teatro Nacional) en contra de la voluntad del músico y el poeta que aspiraban a darla a conocer en el privilegiado espacio donde ahora se escuchaba entre emoción desbordante. Y muchas lágrimas.
Juan Antonio Llorente
George Dallaras, Dimitri Platanias, Dimitris Katalifos.
Coro Mixto Municipal de Atenas, Coro ERT, George Papachristidou (piano), Giorgos Matsikas y Giannis Stamatogiannis (bouzoukis), Dimitri Papangelidis (guitarra) Andreas Katsigiannis (santouri).
Orquesta Estatal de Atenas/Myron Michalidis.
Mikis Theodorakis. Άξιον εστί
Festival de Atenas y Epidauros. Odeón de Herodes Ático, Atenas, 13 de julio 2025.