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Críticas seleccionadas de conciertos y otras actividades musicales

 

Crítica / Sitcom Mozart - por Jorge Binaghi

Milán - 17/11/2025

El título de esta reseña intenta describir lo que Robert Carsen ha intentado con esta nueva producción de una obra maestra difícil, inasible, Così fan tutte, de Mozart, donde el poliamor está siempre presente y los sentimientos se contemplan con ironía, pero también con una cierta ternura.

En una sala de televisión dos presentadores (alias Despina y Alfonso, para lo cual se suprime parte de los recitativos entre ambos o se cambian las referencias en la entrada –vocal en este caso- de la ‘camarera’ convertida en presentadora) presentan el juego ‘La escuela de los amantes’ en la que participan varias parejas de las cuales las ganadoras, sometidas a pruebas varias, son Dorabella y Guglielmo y Fiordiligi y Ferrando. Para el caso, algunas veces (pero no siempre) las ‘Madame’ se convierten en ‘Chicas’ y las ‘hermana’ en ‘amica’ (pero las cantantes, lógicamente se olvidan y bien que hacen). Inundar de gente el escenario, hacer de la escena de la ‘barca’ un buque de guerra muy impresionante (la escena gira continuamente), no parece la mejor forma de captar ‘algo’ de la esencia de la ópera. Al público –obviamente- le resulta agradable esta versión plana y en apariencia elegante (las horteradas pueden disimularse muy bien cuando se tiene talento) de una de las meditaciones más complejas sobre el amor y su fragilidad. Contrariamente a lo dicho, la última escena es ‘casi’ perfecta (El ‘casi’ se refiere a la abundancia de gente y al set del final).

En lo musical ha habido de todo, como en botica. Alexander Soddy ha dirigido correctamente pero a años luz de la excelente impresión causada con la Tetralogía wagneriana y con una desequilibrio entre cuerdas y metales y vientos a favor de    los últimos. Orquesta y coro (esta vez preparado por Giorgio Martano) se desempeñaron muy bien.

Entre los cantantes destacaron la Fiordiligi de Elsa Dreisig (probablemente la mejor de todos, aunque con cierta dificultad en los graves, en particular en ‘Come scoglio’), el Guglielmo brillante y despreocupado de Luca Michieletti (tan buen cantante como actor), y el cínico Don Alfonso de ese gran artista que es Gerald Finley. Nina Van Essen fue una correcta Dorabella, en particular luego de su primer aria, aunque la voz no sea especialmente bella y resulte más bien de soprano. Sandrine Piau es siempre una brillante artista, pero entre un italiano cuestionable y una voz sin timbre y a veces inaudible, su Despina no fue lo que debe ser. Giovanni Sala fue un Ferrando de voz fea y limitada en el agudo.

Jorge Binaghi

 

Elsa Dreisig, Nina Van Essen, Luca Michieletti, Giovanni Sala, Sandrine Piau, y Gerald Finley.

Coro y Orquesta del Teatro/Alexander Soddy.

Escena: Robert Carsen.

Così fan tutte, de Mozart.

Teatro alla Scala, Milán.

 

Foto © Vito Lorusso

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