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Crítica / Sibelius y Valero-Terribas: dos titanes en la filarmónica de Málaga - por Verónica García Prior

Málaga - 23/03/2022

El Auditorio Edgar Neville de Málaga clausuró, frente a las aguas malacitanas, el Programa nº 6 del X Ciclo de la Filarmónica frente al Mar, con obras de J. Sibelius y R. Strauss. Fue la batuta -llena de musicalidad, fuerza y honestidad- de Francisco Valero-Terribas, la encargada de la dirección.

Numerosos son los aspectos que destacar en esta cita musical que dejó al público del auditorio emocionado ante tanta fuerza y emoción contenida, tanto en el magnético pentagrama sibeliano como en la batuta terribaliana cargada de contrastes, expresividad, y musicalidad: la conexión fue inmediata con el público. No en vano la delicadeza y, a su vez, la fuerza compositiva de Sibelius fue técnicamente codificada por un entregado y resuelto Valero- Terribas. Así, pudo escucharse un selecto programa que aunó  la tradición y el patriotismo de El cisne de Tuonela, la innovación orquestal de la Sinfonía nº 1 en Mi menor, Op.39 del mismo compositor y la atractiva estética del Concierto para oboe y pequeña orquesta en Re mayor, TrV 292 de Richard Strauss en el que destacó con creces el consolidado y virtuoso oboísta madrileño Ángel Luís Sánchez.

Valero-Terribas utilizó el poema sinfónico El cisne de Tuonela, op. 22 nº2 (compuesto originariamente en 1893 y terminado en 1895) para sumergir al público en las oscuras aguas finlandesas de Sibelius. Esta obra pertenece a la suite Lemminkäinen y está basada en el poema épico Kalevala de la mitología finlandesa, en donde el sonido del originario corno inglés daba vida al cisne sagrado que nadaba en las frías, sombrías y fúnebres aguas alrededor de Tuonela, la isla de los muertos. Teniendo en cuenta que Sibelius alcanzó su madurez musical alrededor de 1890, no es de extrañar que se interesara profundamente con las leyendas y folclore de su país, sacando así su lado más patriótico, conservador y aplicándolo a sus composiciones musicales.

En esta obra podemos observar algunas semejanzas con Claude Debussy con el que tiene importantes afinidades como diría Harry Halbreich (recordemos que también en 1893, C. Debussy terminó Prélude à l’après-midi d’un faune). La bellísima interpretación de la obra nos permite visualizar auditivamente el canto de un misterioso y enigmático cisne que, gracias a modulaciones armónicas indefinidas, señalan imitativamente la transformación más sombría del mismo. Un devenir entre la vida y la muerte (contenido en el propio poema sinfónico) fue transferido a un público que admiró a una Filarmónica dirigida con expresividad y una seductora capacidad comunicativa.

Y, tras la recreación musical de la muerte, llegó al público un aire vital que atravesó el oboe de Ángel Luis Sánchez en su interpretación del Strauss más cromático que llegó con el Concierto para oboe y pequeña orquesta en re Mayor, TrV 292 (Allegro moderato, Andante, Vivace-Allegro). En esta parte, la batuta de Terribas moderó ejemplarmente el “debate” entre el oboísta y una Filarmónica plena de contrastes y excelente tímbrica.

Comunicación, mensaje y expresividad cautivaron nuevamente a un público que, gracias al bis y a un pletórico Sánchez, viajó a la Venecia musical de A. Marcello (1689- 1747) con el Adagio del Concierto para oboe y cuerda en Re menor.

La  segunda parte del bipartito programa de este concierto la ocupó la Sinfonía nº 1 en Mi menor, Op. 39 que muestra a un Sibelius más abstracto y económico que es capaz de transformar sutilmente una misma temática hasta hacerla irrompible. Terribas supo exhibir son soltura al compositor que puso en sintonía tradición y modernidad al combinar el folclore finlandés con renovadores elementos estéticos.

Desde su podio, Terribas recibió un prolongado aplauso que confirmaba la fuerza y expresividad del que es, sin duda, uno de los mejores directores de su generación.

Verónica García Prior

 

Orquesta Filarmónica de Málaga / Francisco Valero-Terribas.

Obras de Jean Sibelius y Richard Strauss.

Oboe: Ángel Luís Sánchez.

Auditorio Edgar Neville.

Málaga.

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