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Crítica / Satélites: vientos inspirados - por Luis Mazorra Incera

Madrid - 31/01/2025

El Ensemble Dohnányi formado por los integrantes que se citan en el faldón ofreció un interesante y bello concierto en el ciclo de cámara Satélites de la OCNE con tres autores, tres obras, tres elencos (trío, quinteto y sexteto) y… tres descubrimientos.

De inicio, tres de las Ocho piezas op. 83 para clarinete, viola y piano de Max Bruch: Andante, Allegro con moto y Allegro vivace, ma non troppo.

Piezas características, bien realizadas, que equilibraron con acierto los protagonismos de cada uno de los tres músicos en liza. Gustoso Fraseo expresivo, cantabile, de la viola y el clarinete, y un piano conductor de esta musicalidad con cada vez mayor lucimiento a medida que los movimientos fueron más activos. Tres piezas que sirvieron para abrir boca por su pulcra definición y consecuente factura hoy. Toda una estimulante tarjeta de presentación para un concierto que presentaba, andando las tres obras, toda la ambición formal, sugestión armónica y expectación que un romanticismo de cámara, ya sea pleno o tardío, puede llegar a ofrecer sin acudir a los nombres más trillados.

Y es que la obra que siguió fue toda una deleite, un descubrimiento dije antes. Con un título que, además, coincidía, curiosamente, con el temporal que, de facto, nos rodeaba esos mismos días: Der Wind (El viento) para violín, clarinete, trompa, violonchelo y piano de Franz Schreker. Un viento que conformó, no sólo diáfanos y brillantes pasajes (“paisajes”), como ya habían hecho a su manera pero con eficacia las tres piezas de Bruch anteriores, sino interesantes desarrollos con texturas más inesperadas en este ámbito. Una obra con múltiples facetas bien trenzada, ofrecida con abundantes dosis de sensibilidad y entrega, individual y conjunta.

El Sexteto en do mayor, op. 37, para violín, viola, violonchelo, clarinete, trompa y piano de Ernő Dohnányi, sí prometía sobre el papel, mayor ambición formal que las dos obras que le precedían en programa, en una estética más adelantada y en relativa búsqueda de un renovado lenguaje armónico.

Un remate abierto al futuro, consistente y destacado, con detalles propios de la orquestación misma, a un concierto que mostró las bondades de la interpretación en su sentido más pleno, cruzadas in crescendo con las de la ambición creativa, la técnica compositiva y la búsqueda de nuevas estéticas que expandieran el romanticismo, en este sublime laboratorio sonoro que es en potencia, la música de cámara.

Luis Mazorra Incera

 

Ensemble Dohnányi: Ane Matxain, violín; Alicia Salas, viola; Josep Trescolí, violonchelo; Ángel Belda, clarinete; Pedro Jorge García, trompa; y Jorge Blasco, piano.

Obras de Bruch, Dohnányi y Schreker.

OCNE-SATÉLITES. Auditorio Nacional de Música. Madrid.

 

Foto © Rafa Martín

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