Música clásica desde 1929

 

Críticas seleccionadas de conciertos y otras actividades musicales

 

Crítica / Pacho Flores se divierte entre Roberto Sierra y Daniel Freiberg - por Ramón García Balado

A Coruña - 04/05/2025

Vía Latina para un concierto de poderío sonoro con el trompetista Pacho Flores,  con atención destacada para Nani García y su estreno Ekphrasis -X1/22-, al que hicieron la corte obras de compositores reconocibles como Roberto Sierra, a través de Salseando,  Daniel Freiberg- Historia de flores y tango-, y una selecta miscelánea del universal West Side Story, a través de sus Danzas Sinfónicas,  de Leonard Bernstein, musical que completaba este cuadro tan seductor. José Luis Gómez dirigió el programa para el consumando protagonismo de Pacho Flores, del que mantenemos un aprecio especial por su registro Cantos y revueltas, realizado en esa sala con la RFG, bajo la supervisión como ingeniero de sonido de Pablo Barreiro, y el apoyo de la firma de trompetas Stormi, quien le asiste desde hace años en su condición de artista de confianza, fabricando para él instrumentos con los que estrena obras de encargo, desde el primero La trompeta venezolana, para Guataca Prod. y centrarse de lleno para DG, que avalará Cantar- Konzerthaus O. Berlin; Entropía, con Jesús Pingüino González; Golden Price de Global Music Award  2017 o Fractales, con la O. F. Ártica Noruega. En Cantos y revueltas, incluyó esta pieza propia, para trompeta, cuatro venezolano-Leon Rondón- y orquesta de cuerdas, junto al Aria de las Bachianas brasileras nº 5; El diablo suelto, de Heraclio Fernández; el Invierno Porteño, de Piazzolla y un concierto de J.B. G. Neruda, con dirección de su colega Manuel Hernández-Silva.   Flores formado en  el Sistema fomentado por Abreu, recibió galardones de los concursos promovidos por Maurice André, Philip Jones o Cittá di  Porcia, permitiéndole una inmediata carrera que le encumbrará a primeras formaciones mientras se proyectaba como solista con compositores como Efrain Ocher, Arturo Márquez; Paquito D´Rivera, Christian Lindberg y los que hoy destacan en cartel.

Nani García, compositor gallego, estudió en Suecia un período fundamental repartido entre Upsala y Estocolmo (1976/80), dedicando sus atenciones al jazz avanzado en confluencia con indagaciones en el ámbito de la lingüística, para continuar en nuestra tierra tras la fundación del Grupo Clunia, uno de los primeros en consolidarse y con la miraba puesta en la ampliación de recursos pensados para los espacios audiovisuales de todo género, probando en trabajos como O Xigante- corto de animación-; De Profundis o Enrrugas, guiones adaptados  y Una mujer fantástica, Óscar 2017. Para Amigos de la Ópera, de A Coruña, compuso O Loro de Carlos V (Favola in Mvisca, ópera buffa, en un acto), con libreto de Mª Inés Cuadrado y él mismo, espectáculo para el Teatro Colón y el Pazo da Cultura de Narón, en el que colaboró el CDG, a partir de un texto homónimo de Michel de Ghelderode. Ópera para todos los públicos, con dirección de Diego García Rodríguez; tratamiento escénico de María Peinado; escenografía y vestuario de Miguelanxo Prado e iluminación de Baltasar Patiño, destacando como solistas Helena Abad- Bigariño/Eva Crispi-; Borja Quiza- Conde de Buren/La Biloque- y Francisco Corujo, en los roles de Carlos V, Adamus Crispil y Heraldo. Ekphrasis, era obra en dos tiempos desde A culpa foi dos deuses, elaborado sobre motivos tomados de obras circunstanciales, bien trazados por clarinetes, fagotes y flautas con una pertinente respuesta de percusión con celesta y marimba para seguir con Anima Motrix, de pujante poderío marcado por los metales, hacia un exultante final.

 Roberto Sierra- Salseando-, natural de Vega Baja(Puerto Rico), asistió a clases del Royal College of Music (Londres), al Instituto de Sonología de Utrecht (Holanda) y a la Musikhochschule (Hamburgo), en donde fue alumno de György Ligeti, con  quien compuso Conjuros, basados en Vestigios rituales , para dos pianos (1984). En Cinco bocetos, para clarinete, usa una cita del Cant dels ocells antes de dar a conocer su ópera El mensajero de plata y Glosa de sombra, un ciclo de canciones y el gran primer éxito Júbilo, destinado al Carnegie Hall, con la Milwaure Symphony O. Entre obras de importancia un destacado para su Sinfonía nº 3 (La Salsa), solicitud de esa orquesta y su director Andreas Delf cuyo nombre remite a la serie de ritmos afrocubanos en estilo Salsa, con un nutrido aparato orquestal que usa en amplitud recursos de percusión- cencerros, güiro, calabazas, marimbas o similares, ya desde primer Tumbao: Salseado, con fanfarria marcada por piano y marimba, entre cuerdas y ricos contrastes.  Tiempo de bolero, muestra de habanera se repartía entre fagot y marimba, lento de sinfonía a la que la madera añadía comentarios casi impresionistas, además de metales disonantes con  una fuerza contundente. Veloz, un desbocado montuno, era el apoteósico jolgorio de impregnación sincopada, después de que Pacho Flores, hubiese desplegado la paleta tímbrica aportada por las trompetas utilizadas en su natural exhibición de facultades y contagioso humor que nos preparaba para la continuación tras un relajante descanso.

Daniel Freiberg- Historia de flores y tangos-, un ejemplo del estilo de este argentino al que Flores prestó atención y al que reivindicó en sus giras y conciertos por el tipo de instrumentos que utiliza por las posibilidades que concede por sus cualidades tímbricas y sonoras, obra a la que dio cauce en sus compromisos con la O.S. Minería, dirigida por Carlos Miguel Prieto (2022). Freigerg es compositor formado en la Juilliard  School, neoyorquina, teniendo como maestros a Don Sebesky, Gil Goldstein, Hal Galber, Earl Hagen, Charles Jones, Eduard Bilons Samuel Zyman. Dizzy Gillespie estuvo en la órbita de sus maestros en la faceta como arreglista, en la que también destacaron en composición Gerardo Gandini, McNeil Robinson, Paquito D´Rivera, J. Behrends. La obra en cartel, resulta especialmente emblemática en el catálogo interpretativo de Pacho Flores, dedicatario de esta obra con un primer tiempo que ya dejaba razones sobradas. Flores, talante de milonga        de provocativo diálogo con variadas secciones de la orquesta en una explosión jubilosa y Tanguero, para realce del fiscornio solista, en un destilado de esencialismos tangueros, calificados como tango strappato. Solista y director, animaron a los aficionados con un atronador entusiasmo.

Leonard Bernstein- West Side Story (Danzas sinfónicas)-perfecto complemento de quien se batiría el cobre con la New York P.O. en sus debut, sustituyendo a otro mito, Bruno Walter, será ese maestro al que inevitablemente asociaremos con musicales como Wonderful Town, Candide, On the watherfront, y que en este musical logrará encumbrar el género a su mayor popularidad, logrando en esta suite de danzas un muestrario a  disposición de los aficionados más entusiastas. Realmente en cuanto a recursos musicales, un tratamiento de piezas que redundarían en los beneficios logrados por la taquilla a lo largo de fructíferas temporadas resultando la suite de  Danzas sinfónicas, un apetecible condensado de uno de los trabajos escénico/musicales.  Bernstein, tras su formación en el Philhardelphia Curtis Inst., se convertirá en el paradigma de la música norteamericana, junto a los grandes maestros de universal reconocimiento. Otro será el compositor que se hará célebre en el espacio de la ópera, con su debut en el Teatro alla Scala, para dirigir a la en 1953. Pasajes selectos del musical de gran celebridad, fueron aireados desde al Prólogo, al cantable Somewehere hasta el Mambo o el Cha-cha-chá de latinas figuraciones, la Cool, Fughe bailable o el Finale Adagio, que remite a la melodía Somewhere.

Ramón García Balado      

 

Pacho Flores. Orquesta Sinfónica de Galicia/J. Luis Gómez

Obras de Nani García, Roberto Sierra, Daniel Freiberg y L. Bernstein

Palacio de la Ópera, A Coruña              

42
Anterior Crítica / Nevermind, el sublime arte de la música de cámara - por Simón Andueza
Siguiente Crítica / Tres visiones románticas muy bien planteadas - por José M. Morate Moyano