Son las 17:30 horas y comienza puntualmente uno de los conciertos que la COR-Orchestra realiza durante la temporada en el Teatro Luca Signorelli de esta localidad de la Toscana italiana. En esta ocasión, la formación está dirigida por Juan Paulo Gómez, director malagueño con más de treinta años de experiencia sobre el podio pese a sus 48 años de edad. Y esta experiencia se transmitió sin duda alguna al público asistente al teatro esa tarde, para el cual tuvieron que repetirse varios movimientos de la sinfonía, a modo de bises, debido a que los allí presentes no querían abandonar la sala.
El programa se inició con el archiconocido Concierto para clarinete y orquesta en La mayor, KV. 622 de Wolfgang Amadeus Mozart. En esta ocasión, la interpretación en calidad de solista fue de Ivano Rondoni, profesor de clarinete del Conservatorio Morlacchi Di Perugia y especialista en el corno di bassetto. Desde el inicio de la obra se notó una calidad sonora por parte de la orquesta llena de calidez y dulzura, cuyas articulaciones, exquisitamente realizadas, potenciaban un fraseo al más puro estilo centroeuropeo que en todo momento se reflejaba en el gesto del director, el cual daba muestras de tener perfectamente comprendido el estilo musical transmitiéndolo, además, de una manera clara y expresiva a la orquesta. Rondoni, por su parte, supo dar colorido tímbrico en todo momento a las partes solistas utilizando de una manera muy inteligente los recursos del instrumento. Igualmente, los tempi realizados fueron muy acertados debido a que en todo momento permitieron que la claridad interpretativa pudiese llegar de una manera clara al oyente y pudiese percibirse esa gama de coloratura anteriormente mencionada.
La segunda obra del programa fue la Sinfonía nº 7 en La mayor, Op. 92 de Ludwig van Beethoven. Esta obra, de una gran intensidad y densidad de principio a fin, requiere de unas cualidades técnicas determinadas por parte de los instrumentistas de la orquesta que aseguren una máxima precisión y acierto cuando llega el momento de la realización de su cuarto movimiento, especialmente en las trompas, los cuales estuvieron a un nivel más que aceptable durante todo el concierto, logrando este objetivo final de manera muy holgada. La versión propuso los tempi indicados por el compositor en la partitura, lo cual, bajo mi punto de vista, da una coherencia necesaria para el sentido de los diferentes elementos rítmicos y temáticos de los diferentes movimientos, especialmente en la realización de las acentuaciones que provocan un desplazamiento de los acentos naturales de los compases musicales, dotándolos de una riqueza rítmica asombrosa, al más puro estilo de la Sinfonía “Heroica”. Otra cuestión necesaria de valorar fue el continuo contraste dinámico, especialmente en los pasajes donde el forte y el fortissimo se alternaban de manera regular, recurso muy habitual en la obra de Beethoven, los cuales tuvieron su espacio dinámico propio definido de manera muy contundente.
Sin duda alguna, el punto culminante llegó con uno de los bises debido a la insistencia del público, repitiéndose el célebre segundo movimiento de la sinfonía, su Allegretto. Esta segunda interpretación superó incluso a la primera, recordándonos a los presentes las interpretaciones de las más relevantes orquesta y directores de todos los tiempos. Una tarde fantástica que quedará para el recuerdo de aquéllos que tuvimos la suerte de estar presentes.
Jorge Rodríguez Morata
Domingo 25 de mayo 2025 a las 17:30
CorOrchestra di Cortona en el Teatro Signorelli (Cortona, Italia)
Concierto para clarinete y orquesta en La mayor, KV 622 de Mozart
Sinfonía núm. 7 en La mayor, opus 92 de Beethoven.
Ivano Rondoni, clarinete.
Director: Juan Paulo Gómez
Foto: El director Juan Paulo Gómez.