Es Xabier Anduaga un tenor fuera de serie, posee una de las voces más hermosas del mundo, su escuela de canto es irreprochable y, en principio, parece no tener problemas en salvar los más temibles escollos vocales. Es la suya una voz de tenor lírico ligero, pero capacitado para interpretar sin problema partes de tenor lírico, Como muestra de ello sus interpretaciones en el mismo Teatro Real, en Viva la mamma, Lakmé, La sonnambula, Rigoletto y la Traviata.
En esta ocasión se enfrentaba a un programa variopinto con obras de Bellini, Tosti, Donizetti, Verdi, Liszt, Schubert, Hahn, Guerrero y Sorozabal. En todas ellas el cantante estuvo bien, aunque se le vio más cómodo en las composiciones de autores españoles.
Desde el principio me pareció que Anduaga cantaba casi todo en mezzo forte y los diminuendos los resolvía con falsetes, eso si los agudos fueron luminosos y sin el menor problema. Todo esto vino oscurecido por la falta de energía que el tenor imprimió a las obras más apasionadas que quedaron correctas pero frías. Este problema lo debería subsanar porque con sus cualidades tiene todos los números para convertirse en un tenor de referencia.
Como propinas ofreció “Júrame” de María Grever y la maravillosa “Adiós Granada” de la zarzuela “Emigrantes” de Tomás Barrera y Rafael Calleja que resolvió más por la técnica impecable que por el sentimiento.
Maciej Pikulski, fue un magnifico acompañante y en sus intervenciones en solitario dejó constancia de su maestría.
Vaya por delante que Anduaga es un gran cantante, pero padeció el que esta velada estuviese marcada por un aire de improvisación lamentable. No había salido el cantante del escenario y el personal del teatro ya estaba retirando el piano a toda velocidad.
Una gala que tuvo muy poco de gala.
Francisco Villalba
Xabier Anduaga, tenor / Maciej Pikulski, piano
Composiciones de Bellini, Tosti, Donizetti, Verdi, Liszti, Schubert, Hahn, Guerrero, y Sorozabal
Teatro Real, Madrid