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Críticas seleccionadas de conciertos y otras actividades musicales

 

Crítica / Libertades personales y efectismo - por Enrique Bert

Donostia-San Sebastián - 04/09/2023

No cabe duda que el concierto que nos ha ofrecido Omer Meir Wellber con la Deutsche Kammerphilarmonie Bremen ha sido cualquier cosa menos rutinario; y esto se apunta sobre todo porque el planteamiento estético de la batuta nos dejó a algunos de los presentes en el concierto de clausura de la Quincena Musical donostiarra sumidos en la duda. Las últimas razones de ello podrían ser los tempi extremos, una gama de contrastes acusada, un volumen infrecuente y una exuberancia rítmica -sobre todo con Haydn- llamativa. Como resultante de todo ello, la duda de si el concierto fue brillante –como apreció un sector del público- o más bien efectista.

El programa comenzó con la Sinfonía nº 1 en Do Mayor, op. 21, de Ludwig van Beethoven en el que ya se dibujan las características más acusadas del músico de Bonn. El director apostó por un adagio pleno de cambios rítmicos y dinámicas diversas y quizás en el Menuetto del tercer movimiento alcanzó su momento más hermoso. La exposición de la sinfonía fue coherente con el planteamiento inicial pero con un punto de desconcierto que no deje de abandonar en toda la escucha.

Toda la segunda parte la ocupaba la Misa Nelson, de Franz Joseph Haydn y aquí los elementos arriba apuntados se acentuaron. El director ejercía su labor desde el pianoforte que parecía más un elemento decorativo que sonoro porque el volumen de la orquesta era brutal y, por lo tanto, el teclado, inaudible. No me podía quitar de la cabeza que más parecía que estábamos ante la interpretación de la Missa Solemnis del primer compositor que ante una misa haydniana.

Es por ello que las voces sufrieron bastante. El tenor Martin Mitterrutzner fue prácticamente inaudible en su breve parte; la mezzo Rachel Frenkel enseñó una bella voz pero también tuvo que luchar contra los elementos. Stefan Cerny es un bajo que tiene todas las notas y un timbre oscuro que no es muy habitual aunque su voz peca de falta de esmalte, de belleza natural. Finalmente, la soprano Heidi Stober, que se lleva la parte del león en lo que a intervenciones solistas se refiere, tuvo que recurrir a la bravura valquírica –permítaseme el palabro- para hacerse oír en el Kyrie inicial, tal era la densidad desplegada por el director.

Finalmente, pagaría por saber cuál fue la reacción de Andra Mari Abesbatza en el primer ensayo con Wellber pues no es difícil imaginar sorpresa y desconcierto ante sus demandas. De todos modos, a pesar de advertir cierto desequilibrio en detrimento de las voces femeninas, la coral lo hizo bien y respondió a las no pocas exigencias del director.

Con este concierto ha finalizado la primera Quincena normalizada tras la pandemia. En agosto del 24 podremos vivir una nueva oferta y ya se apuntan los primeros nombres, la mayoría asiduos a nuestra ciudad. Y que lo podamos disfrutar.

Enrique Bert

 

Quincena Musical donostiarra 2023.

Palacio Kursaal, de Donostia-San Sebastián.

Obras de Ludwig van Beethoven y Franz Joseph Haydn.

Heidi Stober (soprano), Rachel Frenkel (mezzosoprano), Martin Mitterrutzner (tenor), Stefan Cerny (bajo).

Andra Mari Abesbatza y Deutsche Kammerphilarmonie Bremen.

Dirección musical: Omer Meir Wellber.

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