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Críticas seleccionadas de conciertos y otras actividades musicales

 

Crítica / La verbena de la Paloma, con mimbres de la tierra

A Coruña - 08/09/2020

Una dedicatoria In Memoriam por la mezzo Inés Ribadeneira, de esta cantante formada con Lola Rodríguez Aragón y Ángeles Ottein, antes de su primer gran triunfo con Alfredo Kraus en Madrid, junto a María Olaria; su presentación en A Coruña, en 1957, había sido con Alfredo Kraus y por supuesto, con La verbena de la Paloma.  

La obra de Bretón, sobre libreto de Ricardo de la Vega, tuvo entre las voces entregadas, el oficio de un sainete postinero: la soprano Vanessa Goicoetxea- Susana-; el barítono Borja Quiza-Julián- que ya se había consagrado como Lamparilla, de El barberillo de Lavapiés, en el Teatro de La Zarzuela madrileño; el barítono Luis Cansino-Don Hilarión; la mezzo Carol García-Casta-, apreciada por Il Barbiere rossiniano reciente; el bajo Alejandro Baliñas-Tabernero-; la mezzo Laura Vila-Señá Rita; el barítono Gabriel Alonso Díaz-Sereno, la mezzo Nuria Lorenzo-Tía Antonia-o la mezzo Marina Penas-Cantaora. Puesta en escena de Emilio López, en un novedoso tratamiento, arropado por la Orquesta y el Coro Gaos, de Fernando Briones director de la producción. Algún pecadillo consentido por el añadido de apuntes actualizadores y chascarrillos poco chirriantes.

Emilio López, ingenió un trabajo escénico bien pertrechado: Esa calle de Madrid y los vecinos a la fresca durante las fiestas de la Virgen de la Paloma, mientras el boticario Don Hilarión y su colega Don Sebastián, comentan la agobiante canícula estival, frente a unos mozos que reposan a sus anchas entre los juegos de cartas…el resto es bien conocido para los amantes del género chico, resuelto en forma de sainete lírico en un acto. Sainete producto casi de la pura casualidad, ya que Chapí había rechazado el libreto para su puesta en el Teatro Apolo y para mayor enjundia, Bretón confesaría tras el estreno que, probablemente, se había equivocado con los resultados.

Críticos acervos, dirán que la pieza unía una excelente partitura a un libreto eficiente, en un afortunado desarrollo mezcla de costumbrismo y realismo. La entente a dos manos acertará en la elección de  personajes, la ambientación, el medido desarrollo de la acción, las situaciones chuscas y el lenguaje calibrado, que trata cara a cara los lugares de la taberna o el café. El protagonismo del baile de público, será de una ayuda incuestionable. El madriles popular, entregado al entusiasmo de los bailongos, esencia de la vida en los festejos al aire libre.

Don Hilarion, todo un promotor pretencioso, no duda en plantar sus reales tras el canto sentío de la Cantaora- Marina Penas-Ay… en Triana yo me crié- para montarse su propio casting y aquí vienen las salidas afortunadas de guión. Verán, el boticario convoca a posibles aspirantes de compañía y así nos encontraremos con números que se reparten entre piezas de zarzuela, opereta, musical y canción de éxito. Primer aspirante, Simón Orfila, en dúo con Carol García, tomando de L´ Italiana in Algeri, Oh, che musso! Che figura! Vanessa Goicoetxea- Susana-, su suma a la  puja con la petenera Tres horas antes del día, de La Marchenera, de Moreno Torroba.  

Carlos Álvarez, siguiendo la pauta de sus compañeros en la gala del día anterior, apostaba por la romanza Los cantos alegres de los zagales, de La del Soto del Parral. ¡Sondra Radvavosky!, transportada en envío llegado de Canadá, un perla refulgente como no podía ser menos, la Canción de la Luna, de Rusalka, la misma que le escuchamos el año pasado entre los Donizetti, Verdi o Puccini.

Alejandro Roy, purita zarzuela por La tabernera del puerto, del maestro Sorozábal, con No puede ser…De nuevo Vanessa, para no perder comba y con Borja Quiza- Julián-, para relamerse en el dúo de Nedda y Silvio, de  I paggiacci. Y ya, el prepotente Don Hilarión-Luís Cansino- ante la sospecha de otros incapaces  para abordar el dueto de La forza del destino- Le minaccie i fieri accenti-, se las ve de nuevo con Alejandro Roy.  

Orfila, autocalificado como Mustafá de Menorca, se decanta por el musical a la americana vía Broadway, The Man of La Marcha, por la celebérrima The dream, the imposible dream.  Carol García, si cabe más convencional, con Stormy Weather, canción que eternizó Ethel Waters. Para completa elenco de aspirantes, Carlos Álvarez y la diva Sondra, en un brindis con el dúo de Die lustige Witwe, de F.Lehar, que como parecían no entenderse en el asunto de la lengua, él cantaría en español y ella en ingles. Para el casting en la jornada siguiente, Don Hilarión movería banquillo, cambiando de aspirantes.   

Ramón García Balado    

Amigos de la Ópera de A Coruña

La verbena de la Paloma

Coro y Orquesta Gaos / Fernando Briones.

Vanessa Goikoetxea, Borja Quiza, Laura Vila, Carol García, Luis Cansino, Pablo Carballido, Marina Penas, Nuria Lorenzo…

Sondra Radvanovsky, Alejandro Roy, Carlos Álvarez y Simón Orfila.

Teatro Colón, A Coruña

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