Música clásica desde 1929

 

Críticas seleccionadas de conciertos y otras actividades musicales

 

Crítica - Inobjetable representación (I masnadieri - Palau de les Arts de Valencia)

Valencia - 13/02/2019

A menudo nos hemos preguntado si el alto nivel artístico alcanzado por el Palau de les Arts en sus primeras temporadas se podría sostener en el tiempo. Pues bien, a juzgar por lo percibido durante la representación a la que pudimos asistir de I masnadieri de Giuseppe Verdi, y a pesar de la paulatina salida de muchos de los miembros iniciales de la orquesta, la respuesta puede ser afirmativa. Orquesta y coro son los dos pilares sobre los que se construye cualquier proyecto operístico por ser los cuerpos estables. Y en este caso son un distintivo de calidad, por lo que habría que asegurar su continuidad.

Sin embargo, a pesar de su línea de excelente rendimiento, el coro se vuelve a sentir en peligro a raíz de ciertos movimientos de la administración y vuelve a amenazar con huelgas. Habría que solucionar de una vez por todas el problema. Si en una producción concreta, a orquesta y coro, añadimos un elenco solvente y todo lo coordina una batuta adecuada, entonces el resultado musical en ocasiones puede ser inobjetable. Y así sucedió esta vez.

La dirección de escena original de Gabriele Lavia (Allex Aguilera en la reposición valenciana) se sirvió de una escenografía de Alessandro Camera consistente en un único espacio que asemejaba el interior de una gran nave industrial abandonada con paredes llenas de grafity para el fondo, y suelo de monte repleto de farolas para el centro del escenario. Todo ello, modificado convenientemente con cambios en la iluminación y la introducción de algún objeto, se convertía en guarida ocupada por tribus urbanas contemporáneas (vestuario de Andrea Viotti), que venían a ser los bandidos.

Por fin obertura a telón cerrado, en la que pudimos apreciar sin distracciones el buen estado de forma de la O.C.V. y las excelentes dotes de Rafal Jezierski al chelo solista. Roberto Abbado, en la actualidad único director titular de la formación y en el año en el que termina su contrato, se mostró como pez en el agua dentro del estilo verdiano, con absoluta seguridad y consiguió, además de una fluidez en la que el tiempo pasó volando, un perfecto balance foso-escena. Y esto se logró esta vez gracias a que el caudal del elenco era adecuado y no teniendo que constreñir el volumen de la orquesta, que sonó robusta y flexible.

Todos los cantantes se mostraron en pleno rendimiento desde los primeros instantes de su actuación y parecían estar en estado de gracia. Destacó el Francesco del barítono Artur Rucinski, quien exhibió convincentes agudos y graves y estuvo soberbio en sus momentos de angustia y arrepentimiento. Su actuación y vestuario redondearon su malvado personaje. El bajo Michele Pertusi dio vida a su sufrido padre, Massimiliano, con menos minutos pero no menos calidad. Carlo y Amalia dieron emoción y brillo agudo a su tragedia a través de las inspiradas voces de Stefano Secco y Roberta Mantegna.

Ferrer-Molina

Michele Pertusi, Stefano Secco, Artur Rucinski, Roberta Mantegna, etc.
Orquestra de la Comunitat Valenciana,
Cor de la Generalitat Valenciana / Roberto Abbado.
I masnadieri de Giuseppe Verdi.
 Palau de les Arts de Valencia.

Foto de Miguel Lorenzo y Mikel Ponce

1576
Anterior Crítica - Cancioneros… Desde la delicadeza suprema (El Canto de Polifemo)
Siguiente Crítica - Una taberna de cinco tenedores (La tabernera del puerto - Teatro de la Maestranza)