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Crítica / Espléndidas Pièces de Clavecin en Concerts - por Alberto Rodríguez Molina

Sevilla - 27/03/2024

El pasado miércoles, el grupo español Ímpetus Conjunto Barroco de Madrid se estrenó en el Festival de Música Antigua de Sevilla (FeMÀS) con un programa nada habitual: las Pièces de Clavecin en Concerts del compositor francés Jean Philippe Rameau. No es habitual encontrar este bello repertorio del barroco francés en los programas de concierto de nuestro país por lo que hay que agradecer al FeMÀS que nos ofrezca esta oportunidad de poder disfrutarlo en esta edición.

Aunque hay varias versiones de esta obra, en la formación de trío (violín, viola de gamba y clave), estas piezas otorgan al clave el protagonismo, mientras que el violín y la viola de gamba enriquecen este discurso aportando detalles, motivos y diálogos que dan un sentido más completo a las piezas haciéndolas más interesantes. Por lo general, cada concierto sigue la fórmula del principio de contraste entre movimientos, rápido – lento – rápido. Es el segundo concierto el que se desmarca de esta fórmula al dividirse en 4 movimientos. Todas las piezas llevan un título que hace referencia a algo generalmente extramusical, un lugar, un personaje, etc. que no siempre es fácil de interpretar.

Monsieur Mahúgo, como bien le llama nuestro editor jefe en su última entrevista para RITMO, brilló como se esperaba de él. Extiende un abanico de matices muy extenso jugando inteligentemente con la articulación y el rubato, mostrando un fino dominio con una elegancia alla francese. Lástima que solo interpretara una pieza a solo – La Livri, la única que está insertada entre movimientos de uno de los conciertos– y no completara el ciclo con las otras piezas para clave solo que Rameau escribe como epílogos a los otros 4 conciertos. 

El violinista Pablo Gutiérrez, al que conocemos sobradamente por pertenecer a grupo Les Musiciens du Louvre, dirigidos por Mark Minkovski, estuvo especialmente deslumbrante. Su arco es ágil y preciso en los movimientos rápidos para convertirse súbitamente en suave y dulce en los tiempos lentos como pudimos apreciar en La Boucon, donde acariciaba cada nota con un lirismo evocador. Es una lástima no encontrarlo con más frecuencia en los escenarios españoles.

La joven gambista Marina Cabello ha sido un grato descubrimiento en este concierto. Sabemos que el papel de viola de gamba de estas obras es especialmente exigente pero la destreza de Cabello y su valentía afrontando su parte fue especialmente notable. Sonido claro, afinación precisa y una emotiva sensibilidad la acompañaron todo el concierto. Especialmente interesante su ejecución de la pieza autorretrato La Rameau del final del 4º concierto.

A nivel global el conjunto sonó empastado – se nota que es un grupo que tiene ya un recorrido – y la Iglesia de San Luis de los Franceses, junto con el exuberante clave de Mahúgo, lo convirtieron en un marco bellísimo e incomparable para la música. Lástima la acústica tan reverberante, como es habitual en las iglesias, que hace que los tiempos más rápidos queden un poco diluidos, pero sin duda, fue un concierto para recordar y tomar como referencia.

Alberto Rodríguez Molina

 

Ímpetus Conjunto Barroco de Madrid

Pièces de Clavecin en Concerts, de Jean Philippe Rameau.

Festival de Música Antigua de Sevilla (FeMÀS)

 

Foto © Antonio Iglesias

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