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Críticas seleccionadas de conciertos y otras actividades musicales

 

Crítica / El jugador - por Luis Mazorra Incera

San Lorenzo del Escorial - 21/07/2025

La reposición de El jugador (Il giocatore) de Niccolò Jommelli (estrenado en los Madriles de la villa y corte de 1751) fue un brillante proyecto musical y escénico auspiciado por la Universidad Complutense en la sala B del Teatro Auditorio de San Lorenzo del Escorial.

Una producción valiosa y sólidamente coordinada por muchas y variadas razones.

No voy a establecer un orden de prioridades aunque los dos protagonistas sobre las tablas probablemente se llevarían la palma en este aspecto. Dos protagonistas que, de principio a fin, mostraron sobradas cualidades vocales y fluidez dramática en una situación tan económica pero cabalmente trabajada, de medios, bajo la dirección escénica y dramaturgia de Ana Contreras. Una situación y planteamiento, en cualquier caso, apropiados, también, al modesto pero característico e ilustrativo, género de la obra.

Empecemos por detrás, por el fondo de pantalla en el escenario: un trabajo de vídeoescena de Violeta Némec realmente encomiable, bello en sí mismo al margen de su sentido funcional o accidental en esta ligera trama. Un trabajo delicado y con sentido estético y práctico. Un trabajo donde la coherencia y el concepto formal se imponían a los diversos aspectos técnicos y sociales involucrados con acierto y resueltos con verdadera pericia y buen gusto. Un vídeo especialmente ajustado, también, en la necesaria y complicada coordinación con los avatares puntuales de la escena en vivo.

Las sanas y fecundas referencias plásticas y fílmicas de todo tipo que se iban insinuando en este relato visual, colaboraron en gran medida a aquella aspiración de lograda actualidad intemporal. Una cortina, en cierto modo, envolvente, que amparó, así, con imaginación y oportunidad escénicas (dos cualidades que, a menudo, no van juntas en este contexto) una versión musical asertiva y bien dispuesta por el excelente grupo, atril por atril, Forma Antiqua, dirigido por Aarón Zapico al clave.

Un quinteto instrumental que ocupó la margen izquierda de la escena siendo empleado al paso, con relativo comedimiento eso sí, como útil aparato escénico, llegado el caso.

Dos protagonistas vocales y dramáticos, como dije, que demostraron aquí, cualidades de primer orden en sus respectivos roles. Cualidades que resultan aún más valiosas en estos repertorios y sus territorios afines, no tan agradecidos en ocasiones como los que se nutren de piezas más aparentes y recientes, históricamente al menos.

Pilar Alva en el papel de Serpilla y, como Bacocco, Javier Povedano, interpretaron con solvencia, no ya la partitura, cuestión a la que nos tienen rigurosamente acostumbrados en el fértil mundo auto-denominado “históricamente informado”, sino su enjundia y tensión dramáticas intemporales, con absoluta lógica y solidez. ¿Modernidad? Pues, quizás, también, aunque de inicio nos pareciera algo pretenciosa… Una brillantez que hubiera merecido muchas más demostraciones espontáneas de satisfacción por parte del público. Alguna hubo, es verdad, era de justicia, pero se me antoja que esta seriedad implícita de estas atmósferas de concierto por galones y erudición implícita, no ayudan a estas iniciativas del respetable.

Cerca ya de trescientos años separan aquel estreno en Madrid de esta versión del ejemplar “Intermezzo per musica”, algo así como un entremés musical que nos retrotrajo a otra sociedad, otras tensiones y pretensiones impuestas.

Una obra resuelta en su diseño original y aún mejor dispuesta en esta completa producción de Forma Antiqua, con el añadido final de una breve pero contundente puesta al día teatral, una enérgica reivindicación rompiendo con determinación la cuarta pared, en contestación a un argumento “de otra época”.

Luis Mazorra Incera

 

Serpilla: Pilar Alva; y Bacocco: Javier Povedano.

Forma Antiqva / Aarón Zapico.

Vídeoescena: Violeta Némec.

Diseño de Iluminación: Paloma Cavilla y Ana Contreras.

Dirección escénica y dramaturgia: Ana Contreras.

El jugador de Niccolò Jommelli.

Teatro Auditorio de San Lorenzo del Escorial. Madrid.

 

Foto © Forma Antiqva

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