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Críticas seleccionadas de conciertos y otras actividades musicales

 

Crítica / El exquisito Festival de Música Antigua de Úbeda y Baeza - por Simón Andueza

Úbeda / Baeza - 13/12/2025

En Úbeda y en Baeza, dos de las localidades más asombrosas de la andaluza provincia de Jaén, se celebró la vigésimo novena edición del Festival de Música Antigua de Úbeda y Baeza (FeMAUB), al que tuvimos la suerte de asistir en sus tres jornadas finales, los días 6, 7 y 8 de diciembre. En ellos se concentraron nada más y nada menos que diez conciertos, la mitad de las veinte veladas que el festival acogió en total desde el 22 de noviembre hasta el 8 de diciembre.

Esta apasionante y única experiencia cultural dedicada a nuestro patrimonio cultural más radiante consta de otras muchas actividades, como conferencias, cursos y congresos, en su seno. Lo que comenzó como un humilde festival local se ha consolidado como una de las citas imprescindibles del panorama musical español, algo propiciado en gran medida por Javier Marín, su director artístico actual, quien lleva casi veinte años al frente de otras tantas ediciones del FeMAUB, sumando calidad y cantidad en sus actividades año tras año. Por si esto fuera poco, su hermano, el Festival de Música Antigua Andrés de Vandelvira (FeMAAV), ha llevado a la práctica totalidad de localidades jienenses sus distintos conciertos.

Toda esta frenética actividad que acontece en los últimos tres meses de cada año queda registrada en su activo canal de YouTube:

https://www.youtube.com/@femaub

Les recomiendo encarecidamente que lo visiten, ya que en él encontrarán además de los conciertos completos de ediciones recientes de su andadura, un formidable archivo histórico de sus ediciones a través de diversos documentos audiovisuales desde sus comienzos en 1997.  

La edición de 2025, bajo el título Amor, ha transcurrido en torno a una temática universal y profundamente humana, el amor en todo su significado, del placer al dolor, tanto del cuerpo como del alma. Sus veinte conciertos con formato tradicional, además de los aquí reseñados, han estado a cargo de grupos como la Orquesta Universidad de Jaén, el Coro ‘Llama de amor viva’, Armonía Danza, la Real Capilla del Pópulo, el Ensemble Manuel García o Cantoría.

Los días de actividad máxima del festival fueron precisamente los que a continuación les relato, con un inaudito número de citas por jornada.

En la ciudad de Baeza el sábado 6 de diciembre a las 12:30 h. en la Iglesia de Santa María del Alcázar y San Andrés pudimos disfrutar del concierto del organista Léon Berben. Bajo el título de De lo divino y lo humano: “Une jeune fillette” y “Susanne un jour” al órgano, el programa se compuso de obras para teclado de Francisco Correa de Araujo, Eustache Du Caurroy, Juan Bautista Cabanilles, Giovanni Battista Dalla Gostena, Andrea Gabrieli, Girolamo Frescobaldi, Juan Bautista Cabanilles y de autores anónimos. En el magnífico órgano barroco que atesora dicha iglesia pudimos descubrir su única y soberbia sonoridad gracias a la maestría de Berben.  Su construcción datada entre los años 1785 y 1790 mantiene prácticamente intactos tanto su diseño como sus elementos originales. Su tubería visible se distribuye en su fachada principal con cinco castillos y tiene una trompetería horizontal en tres filas. La precisión, estilo, articulación y virtuosismo de Léon Berben asombraron al público que pudo disfrutar de las piezas como si se tratara de pequeñas composiciones orquestales dada la cantidad de registros tan sabiamente escogidos por el organista neerlandés, quien no empleó ayuda alguna para efectuar sus distintos cambios. Las obras que dieron título al programa fueron perfectamente reconocibles. Podemos destacar la extensa Parte sopra la monicha, de Frescobaldi, en donde la afamada melodía italiana que tanta fama alcanzó por toda Europa y el espectacular tratamiento que Frescobaldi le otorga, como si se tratara de un tema con sus respectivas variaciones tan espectacular como contrastante, fue una auténtica delicia y constató el derroche de expresividad y de distintas articulaciones que inspira al organista. La obra que cerró el programa, el Tiento del séptimo Tono por A la mi re de Cabanilles, de tremenda complejidad, fue solventada con una maestría admirable y con una utilización máxima de los registros que posee el instrumento baezano. El público, emocionado con la extraordinaria ejecución de Berben, propició con sus prolongados aplausos la ejecución de una propina tan expresiva y espectacular como el resto del recital.

La segunda de las citas, a las 17:30 h. del día 6 en la Iglesia de San pablo de Baeza, disfrutamos de una extraordinaria recuperación arqueológica de interpretación musical en las capillas hispanas del primer barroco a cargo de la Capella Prolationum y del Ensemble La Danserye. Su concierto, Amor por Puebla: el destierro del obispo Palafox y las músicas para la consagración de la Catedral de Puebla (1649), reconstruyó una parte de las celebraciones que durante varias jornadas celebraron la consagración de la Catedral de Puebla (México) en 1649. Gracias al proyecto musicológico de Luisa Vilar-Payá y gracias a la colaboración de la Universidad de las Américas Puebla y de la Arquidiócesis de Puebla escuchamos por primera vez de unas músicas encabezadas por la policoralidad de Juan Gutiérrez de Padilla, autor que puso la música litúrgica en la ocasión. Lo que pudimos presenciar fue una experiencia inolvidable gracias a la práctica interpretativa de Capella Prolationum y del Ensemble La Danserye, quienes emplearon facsímiles de las fuentes originales utilizando el facistol como principal y único soporte de una sola copia de la música compuesta por Juan Gutiérrez de Padilla, Philippe Rogier y Hernando Franco, además de los anóninmos de canto llano interpretados por un segundo coro en otro facistol. La interpretación de la polifonía fue de una espectacularidad teatral absoluta, fue una auténtica delicia observar la extrema concentración de los cantores. Debemos reseñar también las efectivas habilidades y la gran responsabilidad del encargado de marcar el tactus y del pasapáginas.

El segundo de los conciertos de la tarde, a las 20:30 h., fue en el baezano Auditorio de San Francisco, que corrió a cargo de La Grande Chapelle que dirige Albert Recasens. En la fabulosa acústica del auditorio escuchamos una selección de la extensa obra de Giovanni Pierluigi da Palestrina Canticum Canticorum titulado Cantos de amor sagrado: Canticum Canticorum de Giovanni Pierluigi da Palestrina. En él, aprovechando la conmemoración del quinto centenario del nacimiento de Palestrina  (1525-1594) tuvimos la suerte de disfrutar de una de las composiciones temáticas más sugerentes del autor italiano. La Grande Chapelle ofreció una velada cargada de expresividad y sus cinco cantantes, uno por parte, ofrecieron una sentida interpretación camerística de la pieza palestriniana, con una visión madrigalística de sus líneas. La dirección de Albert Recasens fue siempre sensible y atenta al sorprendente erótico texto bíblico de El Cantar de los Cantares y a las decenas de afectos que pueblan su música. El propio Recasens relató al principio del concierto lo fundamental que era para el buen desarrollo del concierto la necesidad de que el público poseyera el texto de las obras, algo que fue posible gracias a la disposición online de los distintos textos por parte de la organización. Los cinco cantantes de la Grande Chapelle mostraron una afinación excelente y un buen oficio de realizar música de cámara. Debemos destacar especialmente las cualidades vocales y la expresividad del bajo Pieter Stas.

Como cierre de esta maratoniana jornada se ofreció el último concierto en la Iglesia de la Santa Cruz de Baeza. Schola Gregoriana Hispana, con su director Javier Lara, fueron los encargados de ofrecer el concierto titulado Amor y pobreza: músicas para San Francisco de Asís en el Gran Norte de México, que sigue la línea del festival difusora de la cultura hispana como nexo común entre España e Hispanoamérica. Debemos decir que Javier Lara fue director del Coro Benedictino de Monjes del Monasterio de Santo Domingo de Silos. A partir de fuentes inéditas conservadas en México y Estados Unidos el programa reconstruyó los repertorios que resonaron en misiones remotas hace quinientos años. Sonaron, en una iglesia con el aforo completo a medianoche, canto llano, polifonía y órgano, en las manos del organista Francisco Javier Jiménez.

El resto de conciertos, tanto del día 7 como el de clausura, celebrado al día siguiente, transcurrieron en las localizaciones de la ciudad de Úbeda. Como primer evento, a las 12:30 h, nos encontramos al protagonizado en el Auditorio del Hospital de Santiago por la soprano Belén Vaquero junto a Pérgamo Ensemble. Su concierto, titulado La memoria en donde ardía, es un verso de Quevedo que resume perfectamente el contenido de la matinée, ya que las músicas que pudimos disfrutar probablemente se quemaron en el incendio del Alcázar de Madrid en la noche de Navidad de 1734. Buena parte del programa del programa ha sido rescatado del Archivo de Música de la Catedral de Guatemala por el musicólogo Omar Morales. Estas piezas, las cantadas Atalaya divina de Antonio Literes, Grave en mi pecho y Cuando el maná llovía de José de Nebra fueron escuchadas por vez primera en el presente recital junto a la Batalla de José de Torres, tal y como explicó muy amablemente Guillermo Turina, violonchelista y coordinador artístico del grupo.

La soprano Belén Vaquero cantó de un modo muy sentido e impecable cada melodía, mostrando su fabulosa técnica vocal de lírica emisión y de excelente expresividad. Los instrumentistas de Pérgamo Ensemble conforman un espléndido grupo de cámara y merece ser nombrados uno a uno. La violinista Kinga Ujszászi mostró una gran vitalidad acompañada de un sonido pulcro, pleno y sensible de su instrumento. El oboísta Daniel Ramírez, con un sonido bellísimo y un fraseo exquisito dio el distintivo y colorista contrapunto a ensamble. Guillermo Turina, de musicalidad espléndida y sonido redondo y siempre afinado, conformó un sólido y conjuntado motor rítmico y armónico junto a la clavecinista Eva del Campo. Queda para el recuerdo su interpretación de la batalla de Torres arreglada para esta formación de cámara, ya que el original escrito para órgano no lo echamos de menos, es más, fue una versión realmente colorista y deliciosa.

Ya por la tarde, a las 17:30 h., descubrimos el laborioso y poético trabajo de restauración que están llevando a cabo para restaurar la Iglesia de San Lorenzo, anteriormente en ruinas. Con un poético aspecto que deja todavía entrever su pasado decadente, disfrutamos de un concierto que estuvo en total consonancia con esta inspiradora arquitectura, el protagonizado por Le Dame di Margherita. Bajo el epígrafe de Queste lagrime amare, el grupo conformado por las tres figuras femeninas de Le Concerto di Margherita. Este peculiar y luminoso conjunto posee la unicidad de que todos sus miembros son instrumentistas y cantantes a la vez. Tal y como demuestran los tratados y la iconografía de la época, los músicos tañedores y cantantes eran comunes en la etapa de la historia de la música reflejada en la velada, en esa fascinante etapa de transición y experimentación que suponen los últimos años del siglo XVI y los primeros del XVII. Las tres miembros del ensamble presentes en Úbeda mostraron una delicadeza y una poesía en sus interpretaciones realmente únicas. Los múltiples afectos de estas músicas en torno al amor profanos encontraron el verdadero vehículo para su expresión en Le Dame di Margherita. Las tres componentes demostraron ser unas excelentes intérpretes de su respectivo instrumento, a la vez que poseen unas cualidades vocales perfectas para este repertorio y que se complementan perfectamente denotando especialmente su comprensión armónica de cada melodía y su visión del conjunto. Así, Francesca Benetti mostró un excelente desempeño de la tiorba y una voz más que apropiada para el conjunto camerístico, Charlotte Nachstsheim ofreció su virtuosismo en el arpa mientras cantaba con ligereza y gracia sus melodías, y Giovanna Baviera fue especialmente inspiradora en la viola da gamba a la par que nos deleitó con una voz de precioso timbre y sensible dulzura.

El día concluyó con el concierto desarrollado en la Sacra Capilla del Salvador. Allí, Los Afectos Diversos, dirigidos por Nacho Rodríguez, ofrecieron la recuperación de una de las misas polifónicas más relevantes tanto de su autor, Carlos Patiño, como del siglo XVII español. Se trata de la Misa a 16 ‘Benedicam Dominum in omni tempore’, verdadera dicha de la policoralidad barroca española, ya que está escrita para dieciséis voces en cuatro coros.  Sirvió el concierto para celebrar el 350 aniversario de la muerte de Carlos Patiño (1600-1675), fundamental autor del siglo XVII español, ocasión que ha sido, como muchas otras efemérides de otros tantos insignes autores, ninguneada por nuestros programadores. Pudimos descubrir por primera vez, gracias a la excelente labor de recuperación musical realizada por la Asociación Ars Hispana por el musicólogo Raúl Angulo, de una extraordinaria música que fue especialmente rica en colores tímbricos, dado el distinto cariz de las familias instrumentales de cada uno de los cuatro coros. Así, estaban presentes la familia de la cuerda frotada, la familia del viento con lengüeta con el bajoncillo y el bajón, y la familia del viento metal con una corneta y un sacabuche. Estos le confirieron un carácter de espectacularidad sonoridad especialmente en los momentos de los masivos tuttis.  La belleza de las composiciones en latín estuvo acompañada de algunos villancicos en castellanos, de poética e inspirada visión. Nacho Rodríguez demostró un especial cariño con la música interpretada, así como una concentración absoluta en el complejo arte de desentrañar los cientos de entradas que las múltiples voces desempeñan en más de una hora continua de concierto.

Como colofón a este festival, el día de clausura contó con un evento a la altura de tal cita: la interpretación de un precioso oratorio, Il martirio di Santa Teodosia, que conmemoró el aniversario del fallecimiento de su autor, Alessandro Scarlatti (1660-1725). Celebrado en el Auditorio de la Catedral de Santiago, a las 12:39 h. del día 8, los encargados de su interpretación fueron Al Ayre Español, con Eduardo López Banzo como director y organista. Transcrita y editada por el propio López Banzo, pudimos disfrutar de una interpretación realmente expresiva y con una implicación total de todos los intérpretes, tanto vocales como instrumentales, de principio a fin, gracias a la apasionada entrega, constante demanda e inspirada visión de Eduardo López Banzo. A la par, los cuatro solistas vocales derrocharon expresividad y unas admirables cualidades técnicas. Se da la circunstancia que todos ellos pertenecen a la nueva generación de cantantes que han contado en su formación con la inestimable aportación que les ha otorgado el Curso Internacional de Interpretación Vocal Barroca organizado por el CNDM en León y dirigido por el propio Eduardo López Banzo.

Así, disfrutamos de un excelente elenco vocal solista encabezado por la soprano Belén Vaquero que dio vida a Teodosia, la mártir protagonista. En esta ocasión la soprano gallega demostró una alta capacidad actoral encarnando al personaje, mediante una entrega absoluta a los cambiantes, convulsos y dramáticos afectos que impregnan cada pasaje, a la par que hacía gala de una sonoridad espléndida de técnica vocal intachable. El bajo Javier Blanco impresionó con la juventud en su edad, pero con una madurez asombrosa en su interpretación. Dueño de una poderosa y rica voz de bajo de precioso timbre, sus intervenciones estuvieron llenas de energía, pasión y carácter. El tenor Luken Munguira mostró un timbre ligero, fácil en el agudo y de elegante línea en el fraseo. El contratenor Bruno Campelo mantuvo en todo momento un equilibrio en su timbre, denotando un control del fiato y de la técnica vocal. Todos ellos mantuvieron una actitud excelente en escena, haciendo creíble la escena tanto en complejos recitativos como en los distintos dúos e intervenciones de varias voces, prescindiendo de partitura en muchas ocasiones. Al Ayre Español sigue demostrando su calidad de primer nivel, y sigue contando con sus habituales miembros estables en la cuerda. Debemos agradecer a Eduardo López Banzo su estudio de la partitura, entrega y continua implicación que contagió de energía, vitalidad y de constante aplicación con el correcto carácter a cada nota interpretada según los abruptos y opuestos pasajes de compleja y rica escritura por parte de Scarlatti.

El público, como no podía ser de otra manera, despidió este memorable concierto de clausura como demandaba la ocasión: con una ovación apasionada y prolongada, para abandonar la sala con la mejor de sus sonrisas.

Simón Andueza

 

Amor. Vigésimo novena edición del Festival de Música Antigua de Úbeda y Baeza.

Sedes en Baeza: Iglesia de San Andrés y de Santa María del Alcázar, Iglesia de San Pablo, Auditorio de San Francisco e Iglesia de la Santa Cruz.

Sedes en Úbeda: Auditorio del Hospital de Santiago, Iglesia de San Lorenzo, Sacra Capilla de El Salvador y Sinagoga del Agua.

6 al 8 de diciembre de 2025.

 

Foto: Concierto de clausura del Festival de Música Antigua de Úbeda y Baeza, de Al Ayre Español.

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