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Crítica / Destiladas esencias de música de cámara del primer Beethoven - por José Antonio Cantón

Alicante - 30/12/2025

Una condensación de emoción, técnica y estética ha significado la actuación de uno de los mejores tríos imaginables en la actualidad como el formado por los insignes instrumentistas de cuerda, el ruso Ilya Gringolts al violín, el viola británico Lawrence Power y el violonchelista franco-alemán Nicolas Altstaedt, realizando una interpretación magistral de los tríos contenidos en el noveno opus de Ludwig van Beethoven escuchados en la selecta temporada de la Sociedad de Conciertos de Alicante, cuya programación significa un constante crecimiento de calidad entre la rica vida musical de la capital de la preciosa Costa Blanca, después de las fructíferas y siempre referenciales cincuenta y cuatro temporadas de esta institución puntera entre las de su clase en España.

Entrando en la trascendencia estilística de estas tres obras, los intérpretes ofrecieron ese grado de conjunción de altísimo nivel que caracterizaron a legendarios grupos de cámara como los míticos Cuarteto Vegh, el Nuevo Cuarteto Húngaro y el Quartetto Italiano pertenecientes al pasado siglo XX, y recientemente, en los primeros años de la presente centuria, al Cuarteto de la Gewandhaus de Leipzig, todos ellos herederos de la más pura tradición camerística. Con el liderazgo del violinista Ilya Gringolts, que ya me impactó cuando lo escuché el año 2008 junto a la NDR Radiophilharmonie Hannover bajo la dirección de un joven Vasily Petrenko haciendo una irreprochable versión del Concierto, Op. 35 de Tchaikovsky, acción que fue secundada como bis por una sublime recreación del tercer movimiento, Adagio, también conocido como Melodía, de la Sonata para violín solo, Sz. 117 de Béla Bartók, se inició el primer movimiento, Allegretto del enumerado Cuarto Trío en Re mayor del insigne compositor renano, haciendo gala de un canto fluido y equilibrado de los tres instrumentos, especialmente atrayente en el precioso diálogo entre el violín y el violonchelo del Andante, disfrutando en todo momento del asombroso efecto convergente de enlace de la extraordinaria sonoridad del violista, que como testigo de excepción, distribuía el protagonismo de los compañeros de viaje con exquisita elegancia. La tríada dejó constancia de su máximo grado de comunicación interna en el rondó final, en el que lograron alcanzar alto nivel de fantasía expresiva.

Para completar la primera parte de su actuación, tocaron el Quinto trío en Do menor. Siguiendo una intención de acentuada emocionalidad, ya marcada con el aire de Allegro con spirito en su primer movimiento, desarrollando estos tres maestros de la cuerda un equilibrado contraste dinámico bajo la tutela rítmica que impartía Lawrence Power desde su instrumento, al desarrollar éste una función catalizadora de asombrosa musicalidad, que se tornó puro sentimiento en el Adagio, una de las mejores recreaciones de este concierto, en el que se adaptaron con enorme sabiduría constructiva a los sucesivos deslizamientos tonales que contiene, que venían a recordar ese sublime ejercicio compositivo que Beethoven iba a desarrollar en sus impresionantes últimos cuartetos. El violonchelista Nicolas Altstaedt dejó constancia de la profundidad de su toque en la sorpresiva culminación del Presto final, igualando la importancia melódica del violín y sabiendo agotar el desvanecimiento en la conclusión de la obra con una muy clarificada sonoridad de su registro grave.

Decidieron interpretar en último lugar el Primer trío en sol que abre el Op. 9 al que se le considera una de las obras en las que el compositor se libera del estilo de los grandes autores del pasado para demostrar su propia impronta creativa con verdadero dominio de la estructura de la forma, dando naturalidad a cada voz de una manera magistral tanto en el aspecto polifónico como en el discurso homofónico. Siguiendo esta realidad, aparecieron las enormes cualidades de los tres maestros del arco ya desde el lento, mayestático y solemne Adagio inicial hasta la llegada del Allegro con brio subsiguiente en el que desataron todas sus habilidades de articulación integrándose entre sí con gran fuerza expresiva como quedó refrendado en la turbulenta coda que cierra este trío, dejando una sensación de plenitud en el auditorio que reaccionó con un muy complaciente aplauso, que refrendaba la gran oportunidad que supuso escuchar estas no lo suficientemente difundidas obras de Beethoven por uno de los tríos más elocuentes, virtuosos y equilibrados a nivel internacional que formar se pueda en el actual panorama internacional.

Éste tuvo la deferencia de responder con una diáfana versión para cuerda de las Invenciones a tres voces, núms. 11 y 12 de Juan Sebastián Bach que determinaron la conclusión de uno de los mejores conciertos de cámara programados por la Sociedad de Conciertos de Alicante para la presente temporada en línea con la excelencia acostumbrada de su experimentada selectividad de contenidos.

José Antonio Cantón

 

SOCIEDAD DE CONCIERTOS DE ALICANTE

Trío de cuerdas: ILYA GRINGOLTS (violín), LAWRENCE POWER (viola) y NICOLAS ALTSTAEDT (violonchelo)

Obras de Ludwig van Beethoven.

Teatro Principal de Alicante. 22-XII-2025

 

Foto © Ángel Yuste

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