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Críticas seleccionadas de conciertos y otras actividades musicales

 

Crítica / Chaikovski, Chichon y la Filarmónica de Gran Canaria - por Juan F. Román Rodríguez

Las Palmas de Gran Canaria - 01/12/2025

Séptimo concierto de abono de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria junto a su director titular Karel Mark Chichon, dedicado a Chaikovski, siempre muy apreciado por el público y afín a las maneras de Chichon, que lo programa con frecuencia, aunque sería deseable recurrir a otras piezas del autor ruso aún inéditas para nuestra orquesta, por ejemplo la mayoría de los poemas sinfónicos, salvo Romeo y Julieta, o algún ballet completo: pienso en Cascanueces cuya duración lo hacen especialmente apto para una velada sinfónica, en lugar de repetir obras como las programadas en esta velada, que además el titular ya ha dirigido en anteriores ocasiones al conjunto grancanario.

Abrió la velada el Concierto para violín, ejerciendo como solista Erno Kallai, frecuente concertino invitado de nuestra orquesta. El búlgaro, al que no habíamos escuchado en un cometido de esta responsabilidad, fue una muy grata sorpresa. Posee un sonido con cuerpo y poderoso en todos los registros, que supera sin problemas la barrera orquestal, muy timbrado y cálido, seguro en la afinación. Solventó holgadamente los múltiples retos a que lo somete Chaikovski, cantando con efusividad los grandes temas, impulsando hacia adelante un primer movimiento de gran aliento sinfónico, con un uso moderado de los contrastes dinámicos y del rubato, que culminó en una cadencia pletórica, impecables dobles cuerdas y armónicos. El segundo tema fue un dechado de intimismo y cantabilidad, con un fraseo muy elaborado, para concluir en un tercer movimiento de carácter marcadamente danzable, donde se permitió mayor libertad con acelerandos y ritardandos, remarcando certeramente los caracteres contrapuestos de los dos temas principales. Chichon y la Filarmónica de Gran Canaria fueron colaboradores ideales, proporcionando un tapiz suntuoso sobre el que se desplegaba la labor del solista, sin obviar los diálogos entre ambos, tanto con el tutti como con los diversos solistas, principalmente maderas.

La Cuarta Sinfonía de Chaikovski, obtuvo una lectura fogosa y vehemente, de inmediato atractivo sonoro. Un Chaikovski con garra e instrumentalmente vistoso gracias a una  Filarmónica de Gran Canaria que el titular ha situado en gran forma. En el primer movimiento, el más complejo y extenso, fue donde más se dejó sentir esta la visión de la batuta, excesivamente lineal, de una teatralidad un tanto externa, con metales implacables, reforzados con dos trompas y dos trompetas adicionales, pero que no tuvo el necesario contrapunto en unos pasajes poéticos lo suficientemente destacados, sobre los que Chichon pasaba de puntillas, para volver a los grandes tutti en forte, por lo que el desarrollo del movimiento resulto un tanto deshilvanado y falto de continuidad. Segundo y tercer movimientos estuvieron expuestos con mayor claridad, su estructura es más sencilla y la instrumentación menos proclive a los grandes gestos, cantando con sencillez los hermosos temas del andantino, que hemos escuchado expuestos con mayor delectación, y ejecutando diáfanamente los atractivos pizzicati del Scherzo, aunque el movimiento agradecería unos contrastes piano-forte más marcados. El finale retornó a la exuberancia sonora, privilegiando los grandes tutti, con metales y percusión en primer plano, especialmente las muy atinadas trompas y unos vigorosos trombones y tuba   frente a unas trompetas crispadas y de menor empaste. Que frente a tanto empuje sonoro cuerdas y maderas se hicieran oír, prueba la calidad y entrega de estas secciones. Unas sentidas palabras de Chichon frente a la jubilación de la coordinadora de programación Gisela Wachtendorff y la excedencia del regidor Miguel Angel Munguía, pusieron de manifiesto la implicación del director artístico con su orquesta y el grado de cohesión alcanzado entre sus miembros.

Por último me uno a la celebración de los 1000 números de la Revista RITMO, un recorrido único por  la vida musical española. Y que vengan muchos más.

Juan Francisco Román Rodríguez

 

Erno Kallai, violín.

Orquesta Filarmónica de Gran Canaria / Karel Mark Chichon.

Obras de Chaikovski.

Auditorio Alfredo Kraus. Las Palmas de Gran Canaria.

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