Celebración y homenaje por todo lo alto el pasado 23 de octubre en Jaén. La Orquesta Filarmónica de Málaga con Lucía Marín, celebraron el 1200 aniversario de capitalidad de la ciudad. Si la formación y el talento de un artista se adivinan con solo leer el programa, en éste, además saltaba a la vista la gran admiración por los músicos de oficio y una profunda comunión con la tierra del ronquío.
El concierto lo abrió Suspiros de España del marteño Antonio Álvarez, en el delicado arreglo de José Ramón Hernández, dejando la puerta abierta a las emociones que seguirían en la noche. La Suite Sinfónica de Curro el de Lora, es una de las apuestas de la directora, comprometida con el enriquecimiento del repertorio orquestal andaluz. Esta adaptación de la zarzuela homónima del maestro Francisco Alonso, a cargo de Rafael Peralta, es una muestra de gusto y recursos para destilar toda la esencia de la obra y del género lírico nacional.
La noche fue creciendo en intensidad con el desarrollo de la segunda parte. Un merecido homenaje al toledano y jiennense de adopción, Emilio Cebrián, convertido en icono de la memoria musical de Jaén por su aportación a la música de banda, proyectada hacia toda España desde la capital del Santo Reino. La orquestación de los poemas sinfónicos Acuarelas Campesinas y Una noche en Granada, igualmente a cargo de Rafael Peralta, son una iniciativa de Lucía Marín, que la Diputación de Jaén -África Colomo- ha sabido recoger y apoyar como acto de justicia histórica y enriquecimiento patrimonial para la provincia. Ambas piezas, adquieren en su versión orquestal una dimensión descriptiva y expresiva, que permanecía latente pero oculta en las piezas originales y que el binomio Peralta-Marín supo traer desde lo más humano de la música para banda a lo divino de la orquesta.
Lucía Marín demuestra un profundo conocimiento del repertorio español, pero además su trabajo en el podio delata gran afinidad, cariño y respeto hacia él. Su expresión es justa, precisa, rica y hábil en las emociones. ¿No es eso el duende? Transmite sentimientos nítidos e ideas limpias. De la orquesta cabe destacar la sección del viento madera y toda la sección grave de la cuerda, que arropaban amablemente los momentos más coloridos. Bonito trabajo, el diálogo de las violas Razvan Cociodar y Claudia Lappus en el movimiento de Las Vendimiadoras. Y fabuloso trabajo el de la Orquesta Filarmónica de Málaga y las orquestas institucionales andaluzas, por su generosidad dando música sinfónica y enriqueciendo la cultura en su tierra.
La noche jaenera se había aderezado con el aroma más cañí cuando el programa se cerraba ya con Andaluces de Jaén -himno de la provincia-. Mención especial al público que, puesto en pie y con sorprendente musicalidad, entonó junto a los artistas -susurrando como brisa entre olivos- el bello Himno a Jaén del maestro Cebrián, creando un inolvidable momento casi verdiano.
Joaquín Robles
Orquesta Filarmónica de Málaga / Lucía Marín.
Teatro Infanta Leonor, Jaén.