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Críticas seleccionadas de conciertos y otras actividades musicales

 

Crítica / Carmen Buendía: Exultate Jubilate - por Ramón García Balado

Santiago de Compostela - 19/12/2023

Maximino Zumalave  culminaba una larga trayectoria como director asociado, recibiendo los merecidos  reconocimientos desde los años de fundación, tras haber hecho posible la llegada a Santiago del director de la formación Helmuth Rilling en el año 1996, y en el que fue responsable de algunos de los conciertos en los comienzos de aquel año, en los que dirigió con el pianista Tzimon Barto- el concierto en Mi b M. K. 482, de Mozart, con obras de  Xan Viaño- Nubes brancas-y la Sinfonía en Re M. K. 504, de Mozart o el que compartió con el Collegium Compostellanum, ofreciendo la Primera Lamentación del maestro de capilla Buono Chiodi y el Requiem K. 626, de Mozart, destacando como solistas la soprano Carmen Subrido, la contralto Catherine Denley, el tenor Agustín Prunell-Friend y el barítono Colin Campbell. Saturnal, de Manuel Balboa, era una obra ofrecida en la sesión de presentación de esta orquesta,  una especie de sentida melancolía de ánimo ensoñador, aspecto que refrendaría en trabajos para el cine como El abuelo, Canción de cuna o El baile de las ánimas o compromisos para el teatro como Mariana Pineda, La casa de Bernarda Alba o Doña Rosita la soltera.

La soprano Carmen Buendía, solista del programa para Lúa descolorida de Golijov  y el motete mozartino Exultate jubílate, tan acordes para la cita, ganadora del V Concurso Compostela Lírica,  estudió en el Conservatorio Rafael Orozco (Córdoba), con Juan Luque, para seguir en el Luigi Cherubini, con Donatella Nebolini y asistir a master de Mariella Devia, Jessica Pratt, Michela D´Elia y el maestro Alberto Zedda, con quien compartió experiencias en el Festival Rossini, de Pesaro y en la Acc. Rossiniana de esa ciudad. Recibió premios de la Fundación Ferrer-Salat y del Concurso Viñes, y en el Lírica V Concurso Compostela Lírica. Entre sus trabajos destacan repertorios mozartianos, donizettianos, verdianos  y rossinianos, zarzuelas conocidas y oratorios. Asistió también a la Acc. De Belcanto Rodolfo Celletti y recientemente al Festival della Valle d´Istria (Martina Franca). Una voz cálida y timbre expresivo con recursos armónicos de gran colorido para este estilo de repertorios, aspectos que valoraron los miembros del jurado del concurso.

Osvaldo Golijov  nos aportaba el estreno de Lúa descolorida, canción que Dawn Upshaw llevó a registro en su trabajo Voices of Light,  entre mélodies de Messiaen, Fauré o Debussy, y que recurre a un poema de Rosalía Castro, músico argentino que recibió de H.Rilling la invitación para componer una Pasión según San Marcos, para su Bachakademie de Sttutgart, junto a otros músicos como Sofía Gubaidulina, Wolfgang Rhim o Tan Dun, cada una de ellas en lengua distinta. En sus raíces, argumentos de las tradiciones klezmer e ideas del nuevo tango de Piazzolla, materia que ampliará en la Ac. Rubin, de Jerusalem, antes de establecerse en los Estados Unidos (1986), en donde será alumno de George Crumb, en la Pennysvania University, y en Tanglewood, con Oliver Knunsen. También cultivó las bandas sonoras para filmes de F.Ford Coppola: Youth without Youth y Tetro. Por reconocida fidelidad y entre el conjunto de sus obras, destaca su ópera Ainadamar, sobre la muerte de García Lorca, la vida de Margarita Xirgu,  y estrenada en el Teatro Real, con dirección de Alejo Pérez, y trabajo escénico de Peter Sellars, contando con artistas como Nuria Espert, Jessica Rivera, Kelley O´Connor, Nurial Rial y Jesús Montoya. Nuria Espert, en calidad de actriz había interpretado poemas de El diván de Tamarit Golijov es pues el ensamblaje de las tradiciones sefardíes, las derivaciones klezmer y el beneficio de notables virtuosismos que consiguen seducir al oyente.

W.A. Mozart con el motete Exultate, jubílate K. 165, para voz de soprano aunque otras fuesen sus intenciones y pieza que compuso mientras abordaba la ópera Lucio Silla K. 165, en enero de 1773, en su tercer viaje a Italia, en realidad un compromiso debido entre aquellas pausas para el espacio escénico que dejarán este motete de gran aceptación entre las cantantes líricas. Un motete, escrito en un principio para el castrato Venazio Rauzzini, uno de los integrantes de Lucio Silla y al que su padre Leopoldo consideraba dotado de una voz angelical, admirado igualmente por Wolfgang Amadeus.  El nuevo arzobispo también sabría apreciar sus cualidades, aunque el compositor no dudase en traicionar los requerimientos del Padre Martini, abandonado ciertos virtuosismos excesivos. Para Alfred Einstein, puede considerarse como un concierto en miniatura no menor por su dulzura y eficacia. Un motete que se resuelve en su tratamiento por dos arias con un recitativo central y el subyugante Aleluya de conclusión.   Tiempos eran en los que los grandes castrati, recibían homenajes ad personam, en tiempos de cuaresma.

Schubert con la Sinfonía nº 6, D. 589, en Do M.- muy apreciada por Zumalave-,  cierre de las sinfonías juveniles y que se interpretó en la Sala Hatwig poco después de su muerte, obra grave y solemne, que parte de un Adagio grave con un rol muy activo en cuanto al reparto de instrumentación , marcada por el ritmo fatídico sobre el que insisten los vientos. Una gran coda estaba prevista  più moto pero en su lugar pasamos al Andante en Fa M., que procede de la forma de la variación  gracias a un tema ancho y extenso y cálido que permite la entrada entre violín y maderas en un pasaje adornado, sutil y modulante, al servicio de un pasaje central enriquecido y rítmico, con proliferación de breves notas conjuntas. El placer de experimentar se revela en la propia escritura orquestal. El Scherzo, resulta un notable contraste gracias a su dimensión y vigor. El Finale. Allegro moderato, en Do M. nos lleva a un estilo de rondó con abundantes temas y episodios yuxtapuestos que eluden la vuelta al tipo tema- estribillo. Efectivamente un juego permanente que podrá asociarse a un intercambio de ideas en el tratamiento de las posibilidades instrumentales.

Ramón García Balado

 

Carmen Buendía

Real Filharmonía de Galicia / Maximino Zumalave

Obras de Manuel Balboa, Osvaldo Golijov, W. A. Mozart y F. Schubert

Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

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