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Crítica / Carlos Patiño y su merecido homenaje por Los Afectos Diversos - por Simón Andueza

Madrid - 16/12/2025

Hay figuras en la Historia de la música que son homenajeadas por todo lo alto por su indiscutible calidad y por la difusión inusitada que los actuales canales de comunicación han alcanzado en la actualidad. Esto debe ensalzarse sin duda alguna, ya que es uno de los aspectos más positivos que alcanza nuestra ultra conectada sociedad. Por otro lado, existen compositores actualmente en el ostracismo que dejaron en su tiempo una huella indeleble marcando hitos creadores y que hoy en día podrían ser puestos en valor con poco esfuerzo.

Carlos Patiño (1600-1675) nació en Santa María del Campo Rus, un pequeño municipio conquense. Alcanzó por meritos propios el puesto de maestro de capilla durante el reinado de Felipe IV y la regencia de María de Austria. Alcanzó tal prestigio en vida y su obra fue tan apreciada hasta el punto que cuando solicitó su jubilación ésta no fue aceptada, por mucho que mermara las debilitadas arcas del reino esta cuestión. Sus creaciones traspasaron las fronteras españolas y Patiño forjó una amistad sincera con el rey Juan IV de Portugal.

Estos someros pero llamativos apuntes biográficos nos permiten vislumbrar su extraordinario talento creador, hoy durmiente, que está esperando vívidamente una feliz puesta en valor por parte de los programadores y público.

El concierto que nos ocupa es el único proyecto conocido que conmemora los 350 años del fallecimiento de Patiño. Y lo hace rescatando una de sus más espectaculares creaciones, la Misa a diecidéis en cuatro coros ‘Benedicam Dominum in omni tempore’ además de otras obras no menos preciosas. Los encargados de devolver a la vida esta radiante partitura fueron Los Afectos Diversos, cuyo fundador y director, Nacho Rodríguez, es un fervoroso defensor del valor tan descomunal que la obra del músico manchego posee. Debemos asimismo añadir el valor de la fundamental  e inestimable labor musicológica que en este proyecto posee la Asociación Ars Hispana con Raúl Angulo como principal recuperador y tanscriptor de su música.

El Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM) ha aprovechado esta feliz ocasión para programar este evento en el presente mes de diciembre en tres ocasiones, en el Festival de Música Antigua de Úbeda y Baeza, en su ciclo ‘Universo Barroco’ que se celebra en Madrid y en los conciertos ‘Salamanca Barroca’ de la capital salmantina.

Ritmo ha tenido la ocasión de estar presente en dos de estos conciertos, y les debo decir que es una experiencia muy valiosa asistir a distintas citas de un mismo evento, puesto que el lugar en donde se desarrolla este, principalmente afectado por su acústica, pero también por el edificio en sí y por su entorno y su público, convierten cada ocasión en un evento absolutamente diferente al otro.

El concierto que nos ocupa, en la sala de cámara del auditorio nacional, la acústica trasparente y de escasa reverberación permitió distinguir prístinamente la compleja creación de Carlos Patiño, quien haciendo alarde de la policoralidad más exuberante del momento en España, empleando hasta cuatro coros distintos de cuatro voces cada uno, constituye una auténtica obra de orfebrería musical espectacular.

Para ello en esta ocasión no se escatimaron medios, y pudimos escuchar todo un despliegue tímbrico que confirió una gran riqueza sonora al conjunto. Así, Los Afectos diversos estuvieron compuestos para la ocasión de once cantantes y diez instrumentistas, además de su director.

Éste fue el orgánico empleado en la misa, el más complejo del concierto: en el primer coro hallamos a la familia de la cuerda frotada más un barítono solista, en el segundo y tercer coro los protagonistas fueron dos cuartetos vocales, y en el cuarto coro se encontaban las familias del viento metal y de lengüeta acompañadas de un contratenor. Además de todos ellos, hubo tres instrumentistas tan fundamentales como necesarios que hicieron de cohesionadores del conjunto en el basso seguente: el violone, el órgano positivo y el arpa de dos órdenes en las manos de tres músicos de primer nivel, María Elena Medina, Alfonso Sebastián y Laura Puerto, respectivamente.

La misa transcurrió con su discurso tan espectacular como lógico, y se introdujeron entre ella distintas piezas, tanto en latín como en castellano, que permitieron discernir que la misa no es una unidad indisoluble para ser escuchada en concierto, sino que forma parte de un todo que es la celebración litúrgica. De este modo apreciamos, además, otras piezas que nos acercan un poco más al autor a nuestros oídos. Podemos destacar de las piezas en latín el soberbio motete que cerró la velada, Maria, Mater Dei, y de las obrase en castellano, la expresiva y poética Matizada flor del campo y la hipnótica Fuego es María por la utilización de un ostinato en su estribillo.

Nacho Rodríguez, con concentración absoluta, estuvo muy atento a las decenas de las distintas entradas del concierto, marcándolas todas y cada una a las diferentes voces e instrumentos y dirigió el conjunto con pasión y un determinado fraseo siguiendo el texto del complejo entramado musical.

Simón Andueza

 

Los Afectos Diversos, Nacho Rodríguez, director.

Obras de Carlos Patiño ((1600-1675)

Ciclo ‘Universo Barroco’ del CNDM.

Sala de Cámara del Auditorio Nacional de Música, Madrid.

9 de diciembre de 2025, 19:30 h.

 

Foto © Elvira Megías

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