Daban las ocho de la tarde y la Iglesia de Saint-Magne de Bizanos estaba repleta de gente, como si de un día de fiesta mayor se tratase. El motivo, venían a escuchar un concierto de música clásica en el que los protagonistas eran la Joven Orquesta Provincial de Málaga bajo la dirección de Juan Paulo Gómez y la Chorale du Lavedan, los cuales daban comienzo al primero de los dos conciertos que estas agrupaciones iban a realizar como actividades enmarcadas en la programación anual de la Asociación para la Cooperación Transmediterránea (ACT). El segundo de ellos tendría lugar al día siguiente en la Iglesia de Saint Saturnin de Argelès-Gazost, lugar que, al igual que el primero, estuvo "lleno hasta la bandera".
El programa estaría estructurado en dos partes con un carácter bien diferenciado en cuanto a estilos musicales. En la primera, sería la orquesta malagueña la que acapararía todo el protagonismo a través de un programa íntegramente sinfónico, cuyo objetivo estaba muy claro en base a las obras seleccionadas por su director musical y artístico: ganarse al público desde el primer momento. Y sin duda el objetivo se cumplió con rotundo éxito, ya que el entusiasmo y entrega mostrado por el público mediante sus ovaciones y aplausos eran más propios de un final de concierto que de una primera parte.
Un atractivo poco frecuente en los conciertos sinfónicos fue la participación de dos jóvenes directores, asistentes del director titular de la orquesta, durante los dos conciertos realizados. El primero de ellos, Juan Jesús Moreno Muñoz, fue el encargado de interpretar la obertura Las Hébridas del compositor alemán Felix Mendelssohn y la Danza del fuego de la zarzuela Benamor de Pablo Luna, dando así comienzo al bloque de música española. David García Morenilla sería quien continuase este bloque, interpretando Orgía de Joaquín Turina y el Intermedio de La boda de Luis Alonso de Gerónimo Giménez. El motivo de la participación en el concierto de estos jóvenes directores estuvo enmarcado en el carácter formativo que quiere dejar patente en todo momento la JOPMA, especialmente en relación al acuerdo de colaboración que tienen con el Conservatorio Superior de Música de Málaga en cuanto a la formación del alumnado de la especialidad de Dirección de orquesta. Y no sería de justicia no hacer mención del gran nivel directoral mostrado por ambos, demostrando un gran control de la masa sonora, de una técnica más que solvente y de un estupendo entendimiento de cada una de las obras que dirigieron, lo cual también nos hace ver el estupendo nivel educativo en relación a esta especialidad que se viene desarrollando en el conservatorio malagueño.
En cuanto a la segunda parte del concierto, decir que era más que palpable la expectación que se había creado por ver y escuchar a la agrupación coral local acompañada por la joven orquesta malagueña. La obra elegida para ello fue una de las más relevantes del repertorio coral, nada más y nada menos que el sublime Réquiem de Wolfgang Amadeus Mozart, obra que nunca deja indiferente al público, especialmente cuando se interpreta en entornos idóneos en cuanto a la acústica y a la belleza artística y arquitectónica.
La Chorale du Lavedan, preparada por su directora Mirtha Alcaraz Dahhani, fue capaz de realizar en ambos conciertos una interpretación llena de dulzura en cuanto a la tímbrica mostrada por sus diferentes secciones y a la afinación en su conjunto, dando muestra también de su potencial sonoro en números como el Rex tremendae y el Sanctus, al mismo tiempo que sensibilidad en el Lacrimosa.
En cuanto al cuarteto solista, estuvo integrado por la soprano Anaïs Godin, la mezzo Myriam Labri, el tenor Clément Lanfranchi y el bajo-barítono Eric De Marteau. Los cuatro supieron estar en todo momento bien equilibrados y con un más que acertado empaste sonoro, cuya tímbrica resultó ideal para el estilo mozartiano y para la sobriedad que una música funeral requiere, sabiendo brillar a través de la calidad sonora y musical en vez de por otras vías que acostumbramos a escuchar en interpretaciones que se hacen de esta obra.
Finalmente, y como no podía ser de otra manera, he de hacer mención especial al artífice de que todo se realizase de la manera que he comentado anteriormente, ya que la responsabilidad que recae siempre sobre el director es lo que hace distinguirse unas versiones de otras, independientemente de la calidad o nivel de los músicos participantes.
Juan Paulo Gómez es un director con una experiencia de más de treinta años sobre el podio, hecho que se aprecia desde el momento en el que se sube a él, habiendo trabajado desde el inicio de su carrera con jóvenes orquestas en las que nunca ha faltado el componente formativo y educativo en su trabajo. De hecho, pudimos observar en la orquesta una disciplina y comportamiento musical propio de una formación profesional, lo cual era algo que pude observar cómo se comentaba durante los dos días entre los diferentes asistentes a los conciertos. En cuanto a la ejecución técnica y musical, destacar el control mostrado por parte del director en todo momento de la masa sonora, sabiendo anticiparse a los problemas que creaba la acústica y la distancia inevitable entre las diferentes secciones debido al gran número de participantes. Se pudo notar la gran experiencia que tiene igualmente en cuanto a la dirección de corales "amateurs", pues la mejor herramienta de control que tenía sobre ellos era la manera en la que iba recitando el texto, llegando un momento en la que a los coralistas no les hacía falta mirar la partitura, sino que con mirar su boca era suficiente, lo cual hacía conseguir por su parte ese control de la masa que comentaba anteriormente, siendo algo que me sorprendió en gran medida, especialmente tras haber visto a otros directores de orquesta cuya interacción con el coro es prácticamente inexistente.
En definitiva, pudimos asistir a un par de conciertos con un nivel artístico más que notable que una vez más pusieron de relieve a nivel internacional la estupenda imagen que tiene en la actualidad la Joven Orquesta Provincial de Málaga bajo la dirección musical y artística de Juan Paulo Gómez, los cuales siguen dando muestra de que son unos magníficos embajadores culturales de la ciudad de Málaga allá donde están presentes.
Jorge Rodríguez Morata
Juan Paulo Gómez y la Joven Orquesta Provincial de Málaga
Obras de Wolfgang Amadeus Mozart, Mendelssohn
Église Saint-Magne, Bizanos (Francia)
Église Saint-Martin, Argelès-Gazost (Francia)
Foto: la Joven Orquesta Provincial de Málaga se encuentra de gira por Francia.