Continuamos la publicación de las distintas entrevistas realizadas en la sección “Contrapunto”, publicadas en nuestra revista RITMO en su edición de papel, a personalidades de la cultura, y que solo estaban disponibles en dicho formato. En esta ocasión publicamos la realizada para la revista de junio de 2021
Contrapunto 32: LUIS ALBERTO DE CUENCA
Nuestro invitado no necesita presentación: helenista, filólogo, poeta, traductor, ensayista, columnista, crítico y editor, Luis Alberto de Cuenca ha sido igualmente Secretario de Estado de Cultura y Director de la Biblioteca Nacional de España, entre otros cargos, y se define como un “bibliófilo enamorado de los cantares de gesta...”.
¿Recuerda cuál ha sido la última música que ha escuchado?
Witch Doctor, de Alvin and the Chipmunks.
¿Y recuerda cuál pudo ser la primera?
Una canción de nana que me cantara mi niñera.
Teatro, cine, pintura, poesía… ¿A qué nivel pondría la música con las demás artes?
“La música, misteriosa forma del tiempo” (Borges). A muy alto nivel, sin duda.
Qué habría que hacer para que la música fuera pan de cada día…
Cambiar de país. En España no vivimos en general la buena música como pan cotidiano. Sin ir más lejos, yo soy un auténtico desastre en conocimientos musicales.
¿Cómo suele escuchar música?
Mientras trabajo y solo en contadas ocasiones.
¿Qué ópera (o cualquier obra musical, etc.) le hubiera gustado componer?
Il combattimento di Tancredi e Clorinda (1624), de Monteverdi.
¿Qué personaje le hubiera gustado cantar o interpretar en el escenario?
El Macbeth de Verdi. Es mi obra favorita de Shakespeare.
¿Teatro o sala de conciertos favorita?
El Auditorio Nacional de Música de la madrileña calle del Príncipe de Vergara.
¿Un instrumento?
El saxofón.
¿Y un intérprete?
Charlie Parker.
¿Un libro de música?
Los libretos de Wagner.
Por cierto, qué libro o libros tiene abierto ahora en su mesa de lectura…
Bajo la sombra del Vesubio. Vida de Plinio, de Daisy Dunn (Siruela).
¿Y una película con o sobre música?
La calle 42 (1933), de Lloyd Bacon.
¿Una banda sonora?
La del film Star Wars, ahora conocida como A New Hope. Compositor: John Williams.
¿Cuál es el gran compositor de música española?
Isaac Albéniz.
¿Con qué música le gustaría despedirse de este mundo?
Con la mejor de las músicas: la del cariño de mi familia.
¿Un refrán?
“No hay mal que por bien no venga”.
¿Una ciudad?
Florencia.
Como filólogo, entre otras muchas dedicaciones, ¿tiene el lenguaje inclusivo una deformación semiológica?
Es una malformación en sí mismo. Un grotesco y estúpido disparate.
¿Una figura mitológica griega?
Apolo.
¿Qué cree que le sobra a este país? ¿O qué le falta?
Le sobra fanfarronería y le falta (con notables excepciones) auténtico coraje.
Háblenos de un trance cultural o musical en su vida que se le haya quedado grabado…
La primera vez que escuché los Psalmos de David de Schütz.
Si pudiera retroceder a un momento de la historia de la humanidad, ¿dónde iría Luis Alberto de Cuenca?
Al siglo XII, la centuria de la courtoisie, el siglo de Chrétien de Troyes, Marie de France y los primeros trovadores provenzales.
¿Qué cosa le molesta en su vida diaria?
El buenismo que nos rodea. La corrección política que nos asedia.
Cómo es Luis Alberto de Cuenca, defínase en pocas palabras…
Soy un bibliófilo enamorado de los cantares de gesta, del código luliano de caballería, de los cómics americanos de los años 30 y 40, de las películas de aventuras, de los poemas homéricos, de la poesía de Lope, del teatro de Shakespeare y Calderón, de las Sonatas de Valle-Inclán, de Borges y de muchos otros dioses domésticos.
por Gonzalo Pérez Chamorro
Foto: Luis Alberto De Cuenca
Crédito: © Miguel Palop