Música clásica desde 1929

Alberto Barranco
Abril 2020 - Núm. 939

Alberto Barranco

Al frente de la Orquesta Clásica de España

Con puntualidad británica, me recibe Alberto Barranco con una sonrisa en la cara, la sonrisa que en estos tiempos necesita el mundo de la música y la cultura. Formado en el Reino Unido con Sir Colin Davis, entre otros maestros, Alberto Barranco es uno de los padres de la recién nacida Orquesta Clásica de España, que viene a promover la música española en todas sus vertientes, según me confiesa el propio Alberto, tal y como dicen también los estatutos de la orquesta: “La OCE nace con el objetivo, entre otros, de ser difusora de la música española, por lo tanto, en todos los programas se verá reflejado este principio; descubriremos un repertorio no muy programado en las salas de conciertos, pero de excelente calidad; naturalmente, este propósito no está reñido con seguir programando obras del repertorio conocido por el público”. Su cordialidad es equiparable a la ilusión con la que afronta este proyecto, que viene respaldado por iniciativas privadas sin financiación alguna del sector público. La OCE tuvo su concierto inaugural en febrero en el Auditorio de Zaragoza, con el guitarrista Pablo Sainz Villegas como solista (la crítica de este concierto puede leerse en el número de marzo y en la web de RITMO). Antes de despedirnos, Alberto Barranco me recordó su intención de establecerse en España, lo que me recordó una de las mejores frases que se recogen en esta entrevista: “España es la siempre añorada, al mismo tiempo el paraíso perdido y la tierra prometida para los músicos que hemos crecido musicalmente fuera de casa”. Bienvenida esta nueva orquesta, la Orquesta Clásica de España.

Viene usted de un amplio periodo de trabajo orquestal en Reino Unido... ¿Nos presentamos? Nosotros somos RITMO y usted es…

Soy Alberto Barranco, director de orquesta nacido en España. He desarrollado mi carrera en el exterior, aunque mis comienzos y raíces son de aquí. En España comencé mi carrera como director de la mano de Juan José Olives y Juan Luis Martínez en el Conservatorio Superior de Música de Aragón, de quienes recibí un valioso legado de enseñanza técnica y artística. Ellos apoyaron decididamente mi proyección musical futura. Continué mi formación en Londres. Allí estudié con Sir Colin Davis, quien me transmitió el amor por este oficio desde una perspectiva cálida y humana. En esta época, y guiado por su mano maestra, realicé estudios muy rigurosos de las obras del gran repertorio, tratando de comprenderlas minuciosamente, tanto en su arquitectura técnica como en su significación cultural e histórica.

Hablamos de un maestro y un señor, Sir Colin Davis nada menos…

Él era pródigo en comentarios sobre la importancia de la relación psicológica y humana entre el director y la orquesta. A veces se elevaba a consideraciones filosóficas entre la interpretación musical y la libertad humana. Yo tenía la sensación de sumergirme a diario en un mar de enseñanzas musicales, psicológicas, culturales, que hoy aprecio y agradezco. Eran extensas las veladas de trabajo sobre obras de Mozart, en la que siempre buscábamos la forma de conseguir ese equilibrio misterioso entre la verdad y la belleza que cifra el secreto del estilo. O aquellas dedicadas a Berlioz, buscando las claves de su poética extrema. Colin representa para mí el arquetipo del maestro, la fuente donde he bebido para asentar mi personalidad musical. Después, con el paso del tiempo, fui dirigiendo poco a poco diferentes formaciones como el London Consort of Winds o la English Touring Opera. Después vinieron la University of Westminster Orchestra, Bath Symphony Orchestra y, más adelante, colaboraciones con la London City Orchestra y la London Philharmonic. Esto me permitió dirigir en salas como el Royal Albert Hall o en el Royal Festival Hall, lo que para mí constituyó un autentico lujo y me permitió ir aumentando el número de actuaciones con diferentes orquestas.

Es el director titular de esta nueva orquesta, la Orquesta Clásica de España. ¿Qué le puede aportar tras su amplia experiencia en el Reino Unido?

El Reino Unido tiene un modo apasionante de entender la música, de producir conciertos, de atraer a todo tipo de público. En España hay grandes orquestas que ofrecen grandes conciertos, y sé que algunas realizan grandes esfuerzos para captar nuevos públicos, pero creo que es necesario ampliar aún más el ámbito de actuación de una orquesta y el tipo de producción. En los tiempos que vivimos es necesario saber adaptarse para poder llegar al mayor número de personas. Es posible diversificar los ciclos de conciertos con diferentes producciones y formatos. Resulta importantísimo conectar los diferentes ámbitos del repertorio con los de la sociedad. No demandan lo mismo los grandes amantes y conocedores de la música que aquellos que no la conocen, pero que están dispuestos a descubrirla. Deben diversificarse las obras, las plantillas, los auditorios, las herramientas de difusión. La Orquesta Clásica de España quiere ser una orquesta del siglo XXI para gente del siglo XXI y no podemos ni queremos olvidar esta premisa. En Londres he dirigido conciertos con distintas orquestas donde ofrecíamos formatos de concierto muy diversos y es algo que sería interesante ensayar en España. Pero sea cual sea el formato, el programa o el público, es importante que, como en los buenos restaurantes, no se noten los “olores de la cocina”. Ni el afán pedagógico, ni la intención divulgativa deberían explicitarse en el acto del concierto. El público sólo debe recibir la emoción estética, la energía expresiva, el escalofrío de la belleza. Todo lo demás debe ser previo. Y oculto.

¿Los apellidos “Clásica España” condicionan el repertorio?

Uno de los objetivos principales de la Orquesta Clásica de España es ponerla al servicio de la música española, tanto del pasado como del presente. Para ello quiero reivindicar el repertorio español, el habitual y el olvidado, y así poner la orquesta al servicio de los compositores vivos como instrumento de difusión de la creación española contemporánea. Tenemos grandes compositores en España, Cristóbal Halffter, Luis de Pablo, Tomás Marco, Antón García Abril, por mencionar sólo cuatro nombres indiscutibles. Pero tras ellos hay ya al menos dos generaciones de compositores brillantísimos, conocidos y reconocidos algunos, otros no tanto, pero con catálogos extensos y de una calidad extraordinaria. Creo que es mi obligación, y también mi devoción, ponerme como director de orquesta al servicio de esa causa. Esto no debe impedir la convivencia con el repertorio español más habitual, ni tampoco, y de modo muy especial, con la visita a los rincones menos frecuentados de nuestro repertorio del pasado. Y contestando a su pregunta, el apellido “Clásica” hace referencia a la plantilla principal de la orquesta y a un repertorio orientado a este tipo de formación o incluso más camerístico. Una característica esencial nuestra plantilla será la flexibilidad. En España hay orquestas sinfónicas de gran calidad que pueden hacer el repertorio sinfónico para gran orquesta. Ese no es nuestro objetivo.

¿Cómo ensayan, como preparan las obras? Puesto que la plantilla está formado por miembros de otras orquestas…

Esta fue una de las primeras cuestiones que nos planteamos para poder llevar a cabo nuestra actividad. Contamos con importantes solistas, miembros de reconocidas orquestas de España y con muchos años de experiencia. El concertino de la orquesta es Jesús Ángel León, todo un lujo contar con un violinista referente como es él, que ha desempeñado puestos de solista y de concertino en la Orquesta Nacional de España durante más de veinte años; también contamos con Víctor Ambroa, otro gran violinista y concertino de la Orquesta Andrés Segovia, o con Carlos Alonso de la ORTVE, y así todos y cada uno de los miembros de la orquesta. En nuestro concierto de presentación, ya hemos comprobado que para poder cuadrar los ensayos tenemos que hacer encaje de bolillos, pero se puede hacer. Todo es mucho más fácil cuando existe esta gran disposición y colaboración por parte de todos los integrantes. Es un honor contar con grandes músicos como los que forman la OCE, y es además un verdadero regalo disponer de esta excelente actitud. Por otra parte, la orquesta ensayará por concentraciones de ensayos. Además de nuestra plantilla, contamos con un amplio número de profesores disponibles provenientes de varias orquestas de España. De esta forma, si alguna actuación coincide con la de alguna de las orquestas de origen de los miembros habituales, nosotros siempre estaremos en disposición de completar el elenco. Las fechas y programas se conocerán con suficiente antelación y el equipo de producción estará en contacto con los profesores de la orquesta haciéndoles llegar toda la información, así como los materiales de orquesta y todo tipo de detalles que contribuyan a la fluidez del trabajo.

¿Tiene Alberto Barranco intención de establecerse en España como director?

Mi intención es establecerme en España, aunque sin perder el contacto con el resto de orquestas con las que he trabajado, ni con aquellas con las que tengo conciertos en el futuro. Nuestra profesión es así, nos establecemos en cierta manera, pero irremediablemente somos nómadas. El dirigir otras orquestas en otros países es gratificante y enriquecedor, aunque siempre es muy especial poder hacer música en el lugar donde naciste. España es la siempre añorada, al mismo tiempo el paraíso perdido y la tierra prometida para los músicos que hemos crecido musicalmente fuera de casa.

¿Qué es para usted la dirección?

Dirigir una orquesta es sobre todo convencer, seducir, persuadir. Debes hacer a los músicos partícipes, cómplices de tu interpretación. Difícilmente lo conseguirás por la vía de la imposición o de la fuerza. Es imprescindible suscitar primero el interés y luego la ilusión, así se propicia un ambiente de trabajo donde todos puedan sentirse cómodos. El director debe ser leader, pero no dictador, debe graduar la tensión para generar un esfuerzo colectivo que resulte fructífero. El exceso de tensión, el miedo a fallar, incapacita al instrumentista; de modo que es responsabilidad del director esa graduación de la tensión, no solo musical, sino también psicológica, esa capacidad de hacer sentir a los músicos la libertad necesaria para poder expresar, pero dentro de un criterio compartido. Se les debe ofrecer con nitidez una propuesta interpretativa y hacerles partícipes de una escucha global de todo lo que pasa a su alrededor. Naturalmente, hay un trabajo previo del director que comienza en casa, analizando primero, sintetizando después, pensando finalmente la obra de forma global, interiorizándola como si de un mundo se tratara, y decidiendo finalmente cuál es el mejor camino para pasar de la partitura al sonido, del signo a la física. Es entonces cuando estás preparado para hacer tu propuesta a la orquesta y empezar a trabajar conjuntamente.

En su política, ¿está la de invitar a otros maestros?

Por supuesto. Creo que esto será bueno para la orquesta y para el público. La orquesta, que como he comentado cuenta en su plantilla con reconocidos instrumentistas, tiene la flexibilidad, experiencia y profesionalidad necesarias para responder con solvencia y con rapidez. Los directores apreciamos una orquesta de estas características, donde se puede trabajar en poco tiempo, no para salir del paso sino para conseguir grandes interpretaciones. Por lo tanto, se contará con maestros de primera línea tanto españoles como extranjeros. Además, se contará con importantes y reconocidos solistas para actuar con la orquesta. Buen ejemplo de ello es el concierto inaugural de la OCE, donde ya hemos contado con Pablo Sainz Villegas, con su sonoridad inigualable, su virtuosismo y ese don especial que posee para transmitir.

¿Cuál es su compositor de cabecera? ¿Y con qué repertorio no se siente cómodo?

Siempre entiendo la primera pregunta de un modo indirecto. En la cabecera de todos los músicos están Bach, Mozart, Beethoven, Brahms… Y no tiene mucho sentido ponerse a elegir. Por lo tanto citaré los que me interesan especialmente aparte de ellos. Soy un ferviente admirador del gran repertorio español: Falla, Turina, Albéniz, Granados, Rodrigo… Por otra parte, desde pequeño se escuchaba en mi casa mucha zarzuela, lo que me hizo descubrirla y amarla, y esto me abrió todo un abanico de compositores que desde muy joven fui descubriendo.  Siempre he sido defensor de nuestro repertorio ante las orquestas con las que he trabajado. Creo que nuestro país ha ofrecido y sigue ofreciendo grandísimos compositores, muchos de ellos reconocidos y otros olvidados. No puedo pasar por alto a los compositores ingleses (Elgar, Vaughan Williams, Holst, Britten), que han formado parte esencial de mi vida durante los años de aprendizaje. Por otro lado, siempre he sentido una conexión especial con Dvorák. Dirigir su música me produce un disfrute muy especial. Y ningún repertorio me incomoda especialmente. Si alguna obra concreta no me gusta, procuro evitarla, pero si no puedo hacerlo, creo que deberían ser otros los que descubran la presunta incomodidad.

¿Hay ayudas por parte de la administración a la orquesta? ¿Es todo privado?

La Orquesta Clásica de España no cuenta con ninguna ayuda pública por parte de las administraciones. Desde el principio se planteó el proyecto al estilo de ciertas orquestas de otros países. Yo vengo de Reino Unido, donde es muy común que una orquesta funcione enteramente con fondos privados. Aquí en España no ocurre, pero esto no quiere decir que sea imposible. Cuando llegué tenía en la cabeza la idea anglosajona de una orquesta que se financiara completamente con fondos privados y no dependiera de ningún tipo de ayuda oficial para su funcionamiento. De esta forma hablé con un buen amigo desde hace muchos años como es Juan Calvo, presidente de la empresa “Ágreda Automóvil” de Zaragoza. Le planteé el asunto y desde el principio le entusiasmó y estuvo al lado en todo momento. Él y su empresa han sido indispensables para que hoy exista la Orquesta Clásica de España. Hay, pues, capital privado dispuesto a apoyar la cultura en España, y a partir de aquí, seguimos hablando y compartiendo nuestro proyecto con otras empresas que creen en una idea de cultura sostenible, porque nosotros confiamos en la posibilidad de levantar proyectos de calidad desde los agentes más dinámicos de la sociedad civil.

Háblenos de esta nueva andadura, en líneas generales: programación, escenario de los conciertos, etc.

La OCE nace con el objetivo, entre otros, de ser difusora de la música española, por lo tanto, en todos los programas se verá reflejado este principio. Descubriremos un repertorio no muy programado en las salas de conciertos, pero de excelente calidad; naturalmente, este propósito no está reñido con seguir programando obras del repertorio conocido por el público. Estrenaremos obras de compositores españoles y programaremos composiciones actuales, pero buscaremos en cada programa el equilibrio entre lo conocido y lo nuevo. Estamos trabajando para poder ofrecer un ciclo de conciertos por temporada y poder realizar giras internacionales dando a conocer por el mundo nuestro repertorio actual. Y por supuesto, las innovaciones no harán que descuidemos la conexión con el público, con todo tipo de públicos. Además de los conciertos tradicionales, saldrán a la luz nuevos formatos, nuevas ideas, para que cada persona que venga a un concierto de la Orquesta Clásica de España sienta que ha sido partícipe de una experiencia gratificante y nueva.

por Gonzalo Pérez Chamorro

 

PUNTOS PRINCIPALES Y OBJETIVOS

Orquesta Clásica de España


Servicio a la música española

Sin renunciar al gran repertorio universal, la Orquesta Clásica de España nace con vocación de servicio a la música española tanto del pasado como del presente, tanto en el ámbito nacional como en el exterior. Para ello se propone reivindicar el repertorio español (el habitual y el olvidado), y ponerse al servicio de los compositores vivos como instrumento de estreno y difusión de la creación española contemporánea.

Máxima exigencia de calidad

Tanto en la elección de los miembros requeridos para los diferentes programas como en la política de solistas y directores invitados, se observará una exigencia de calidad máxima. Las plantillas se integrarán con instrumentistas escogidos entre orquestas de prestigio y serán preparados y dirigidos por artistas de primer nivel.

Combinación de experiencia y juventud

La Orquesta Clásica de España quiere combinar con equilibrio estos dos ingredientes tanto en la formación de su elenco como en la práctica diaria de su tarea artística. Tanto en su plantilla como entre sus directores invitados, se intentará conjugar la experiencia acumulada en el tiempo de los mayores con la fuerza y el ímpetu de los jóvenes, siempre que ambas se vean acreditadas por el talento.

Flexibilidad en la plantilla y en la programación

La Orquesta Clásica de España se dota de una plantilla flexible para abordar programas que pueden ir desde la formación habitual de la orquesta clásica hasta la orquesta de cuerdas e incluso conjuntos de cámara más reducidos. Ese principio de flexibilidad viene inspirado por la intención de dar cabida en su programación a un repertorio lo más amplio posible.

Política de ediciones y grabaciones

Junto a los habituales ciclos de conciertos, se prestará la atención debida a algunos ámbitos adyacentes a la actividad de la orquesta como la pedagogía y la musicología. Entre ellos tendrán preferencia la organización de cursos internacionales de interpretación y el fomento de la investigación sobre nuestro patrimonio musical, que debe dar lugar a una adecuada política de ediciones y grabaciones.

Foto portada © Yolanda García

 

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