Música clásica desde 1929

Editorial

El apellido importa
Marzo 2016 - Núm. 894

El apellido importa

Desde hace unos cuantos años, al menos en España, aunque también la idea se ha desarrollado en otros países, se instauró la moda en algunos festivales y temporadas musicales anuales de programar y diseñar en base a un leitmotiv, a un apellido que unificase estilos, obras, géneros y hasta, en algunos casos, llegando a la especialización de sus intérpretes.

Un ejemplo que este año es muy visible, al ser el aniversario de El Quijote, cuyo desarrollo cultural-musical ya ha sido presentado por el Ministerio, es que esta efeméride motiva la programación de un buen número de obras musicales cervantinas y quijotescas. Pero este caso, que es uno de los muchos relacionados con las variadas onomásticas de compositores o motivos musicales como el citado, es un apellido que se adivina de mención obligatoria, al menos en nuestra piel de toro. La imaginación del programador y su equipo van más allá de estas coincidencias, ya que se busca captar la atención del espectador, del posible oyente, del que tiene que rascarse el bolsillo para, en una variada oferta cultural y musical, decidir dónde y con quién se gasta su dinero. Se trata de vender un producto cultural amparándose en un pegadizo apellido. Puede valer para todo un año, como ha hecho por segunda vez consecutiva y acertadamente la Orquesta y Coro Nacionales de España, que bajo el apellido “malditos” ha creado su temporada 2015/16, o puede ser para un solo mes, como hace incansablemente y con el mismo acierto la Fundación Juan March en sus mini ciclos musicales, algunos tan solo de tres conciertos.

El Centro Nacional de Difusión Musical también engloba en ciclos con apellidos sus variados conciertos, unificando temáticamente la música y, alcanzando de este modo, la especialización, asunto clave para atrapar la atención del espectador, que a veces prefiere ir direccionado hacia un camino estilístico concreto que escuchar aleatoriamente músicas de muy diversos géneros y procedencias en muy pocos días, desconcertándose de este modo su apetito musical.

Lo que nos ha llamado la atención recientemente, es que un importante y consolidado festival de la Comunidad de Madrid, el “Festival Internacional de Arte Sacro”, con nada menos que veintiséis ediciones a sus espaldas, utilice su asentado apellido “sacro”, que es una guía y referencia a la fidelidad de sus seguidores, para, en una inventiva programación, diseñar un nuevo festival que en muchos aspectos nada tiene de “sacro”. ¿Qué tiene que ver el jazz de John Coltrane con la música religiosa de François Couperin? ¿Y las últimas Sonatas para piano de Franz Schubert con la polifonía sacra de los siglos XX y XXI? Si este Festival se ha caracterizado, empleando con acierto su apellido, ha sido en centrar todo su programa en la música sacra, que es, en la historia de la música, un potente motor temático. Y si se ha querido ampliar las variedades estilísticas, desde esta revista aplaudimos esta y todas las inventivas que mejoren y refresquen la programación, pero siempre desde un respeto a su apellido, en esta edición un desacertado “sacro”. Schubert y Coltrane tienen cabida en el festival, claro que sí, pero el apellido “sacro” para ellos es absolutamente inapropiado.

Tal vez habría sido el momento de eliminar, o quizá, mejor, modificar el apellido “sacro” por otro que ampliase las posibilidades estilísticas del veterano Festival, pero no se ha hecho, programando más allá de lo que el apellido invita a imaginar. ¿Quizá ha sido por un desajuste de calendarios, fechas o diseños? ¿O quizá por una incertidumbre final en su realización de última hora? Sea cual sea la razón, esta es la nueva línea por la que parece ir este Festival que pretende ahora convertirse en referente de cierta modernidad con un apellido que ni le va ni le viene, cuando el apellido, como hemos visto, sí que importa. 

3806
Anterior Reales felicitaciones
Siguiente Opera Champions League

Editoriales anteriores (hasta mayo 2011 - resto desde 1929 en "Ritmo Histórico")

Radio Clásica, 50 años
Enero 2016 - Núm. 892
Streaming por Navidad
Diciembre 2015 - Núm. 891
Hágalo usted mismo
Noviembre 2015 - Núm. 890
Deprisa, deprisa…
Octubre 2015 - Núm. 889
¿Master qué?
Septiembre 2015 - Núm. 888
Turbulencias
Julio-Agosto 2015 - Núm. 887
Ópera, ¿por qué?
Junio 2015 - Núm. 886
140 caracteres
Mayo 2015 - Núm. 885
Educación musical
Abril 2015 - Núm. 884
Espejismos
Marzo 2015 - Núm. 883
¿Un Oscar para la música?
Febrero 2015 - Núm. 882
Foros clásicos 2014-15
Enero 2015 - Núm. 881
Rebelión cultural
Diciembre 2014 - Núm. 880
Vamos a por el 86
Noviembre 2014 - Núm. 879
Paella mixta
Octubre 2014 - Núm. 878
Streaming gana; el disco pierde
Septiembre 2014 - Núm. 877
Con la que está cayendo
Julio-Agosto 2014 - Núm. 876
Viena 2014: positiva evolución
Junio 2014 - Núm. 875
El clásico
Mayo 2014 - Núm. 874
Ferias para el optimismo
Abril 2014 - Núm. 873
Primavera sound
Marzo 2014 - Núm. 872
Lea y escuche
Febrero 2014 - Núm. 871
Y II – Internet y la información musical
Enero 2014 - Núm. 870
I - Internet y discos de Clásica
Diciembre 2013 - Núm. 869
1234567