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Iamus

La música del futuro

enero 2013

Iamus es un ordenador, diseñado por investigadores de la Universidad de Málaga,  que puede componer en escasos minutos más de un centenar de partituras. Acaba de lanzarse al mercado el primer CD cuyas obras han sido compuestas en su totalidad por una máquina, lo que supone todo un hito científico y artístico. De todo ello nos habla el compositor y pianista  Gustavo Díaz Jerez, uno de los especialistas que ha participado en el proyecto Melomics.

¿Cómo nace el proyecto Melomics y cuáles son sus objetivos?

El proyecto Melomics nace en el seno del grupo de estudios en biomimética, liderado por el Dr. Francisco Vico en la Universidad de Málaga.  Se trata de un proyecto que aplica técnicas inspiradas en la biología, la genética, y la evolución darwiniana a la composición musical.  Es una simbiosis entre ciencia y música.

¿Qué es exactamente IAMUS y qué novedades ofrece?

Iamus es un cluster de computación, una potente máquina con más de 1600 procesadores.  El corazón creativo de Iamus, su software, es un innovador algoritmo que ha sido diseñado para que Iamus cree música autónomamente, sin intervención humana durante el proceso de composición.  Las obras se codifican en un “genoma” musical, que es único para cada obra.  Básicamente le pedimos a Iamus lo mismo que se pide a un compositor humano en un encargo: duración e instrumentación de la obra.  El resto es 100% automático, incluyendo la partitura final que se entrega al intérprete.

Usted ha participado como investigador y como músico en este proyecto ¿Cuáles han sido sus principales aportaciones?

Además de participar como pianista en el CD, he sido el “profesor” de Iamus: he estado mano a  mano con los programadores para codificar en el algoritmo la notación musical, conocimientos organológicos y nociones musicales generales que todo compositor conoce, independientemente de su lenguaje.  Es importante resaltar que no se ha guiado a Iamus en una dirección estética concreta, como pueda ser el espectralismo, minimalismo, serialismo, etc., sino que se ha permitido que el algoritmo se exprese con plena libertad, dentro de la corrección notacional y organológica.

Precisamente, las primeras partituras creadas por IAMUS han sido recopiladas en un CD que acaba de editarse. ¿Qué criterios se siguieron para seleccionar las obras que incluye el disco?

El CD contiene obras a solo, de cámara y una para orquesta sinfónica completa.  Es un verdadero hito, ya que se trata del primer registro discográfico en el que la totalidad de las obras han sido compuestas por una máquina sin intervención humana durante el proceso creativo.  Han sido grabadas por solistas de primer nivel, incluyendo la London Symphony Orchestra.  Las obras son muy diferentes entre sí, aunque enmarcadas dentro del lenguaje contemporáneo.  No hemos impuesto a Iamus una dirección estética determinada.  Esta variedad demuestra que el potencial creativo del algoritmo es enorme.   

¿Cómo se implicó la London Symphony en este interesante proyecto?

Propusimos a la LSO la grabación de Tránsitos porque nos pareció que un proyecto de esta relevancia merecía una orquesta de gran renombre.  La LSO estuvo siempre muy abierta y sus comentarios fueron muy positivos.  En palabras de su presidente y ayuda de concertino, Lennox Mackenzie, era “la primera vez que la LSO grababa una obra compuesta íntegramente por una máquina”.

Desde el punto de vista del intérprete, ¿existe alguna diferencia entre las partituras creadas por IAMUS de las de un compositor?

No. Desde el punto de vista de la corrección notacional y del conocimiento de los instrumentos, las partituras que Iamus genera son indistinguibles de las que pueda escribir un compositor humano.  

¿Cómo ha sido la evolución de IAMUS en su faceta compositiva desde entonces?

A medida que hemos ido enseñando a Iamus más y más conocimientos musicales, la calidad y complejidad de las obras se ha incrementado exponencialmente.  Desde los primeros genomas que eran simples líneas melódicas hasta Tránsitos el avance ha sido realmente espectacular.  Pero seguimos avanzando, aún hay mucho camino por recorrer.

¿Qué ofrece IAMUS de cara al futuro? ¿Puede sentirse el compositor amenazado por la irrupción de estas “máquinas inteligentes”?

En absoluto.  Iamus es una herramienta al servicio del compositor. Así como el canto de los pájaros sirvieron de inspiración a Messiaen, Iamus nos ofrece -en la computación evolutiva aplicada a la música- una fuente inagotable de “materia prima” musical que los compositores podemos aprovechar como fuente de inspiración para nuestra propia creatividad.  En este sentido, se está generando un repositorio con millones de composiciones que estarán a disposición de los creadores.

Por Elena Trujillo Hervás

FOTO: Gustavo Díaz Jerez, uno de los investigadores del proyecto Melomics.
Acred.: R.Ríos.

 

 

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