Música clásica desde 1929

Discos recomendados de Ritmo

En esta sección encontrará los 10 discos que la revista RITMO recomienda cada mes, clasificados por meses y por su orden de recomendación del 1 al 10. Se archivan los recomendados desde junio 2011, para ver anteriores ir a "Ritmo Histórico".
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Ritmo OCTUBRE 2011 - Núm. 845

VERDI: Un ballo in maschera.

Plácido Domingo, Josephine Barstow, Leo Nucci, Florence Quivar, Sumi Jo.
Coro de la Ópera Estatal y Orquesta Filarmónica de Viena.
Dir.: Sir Georg Solti.
Arthaus 107271 • DVD



La crítica

ROTUNDO TRIUNFO DE DOMINGO Y SOLTI

Esta la versión, con puesta en escena de John Schlesinger, es la más recomendable de Un ballo en DVD, gracias sobre todo a dos puntos fuertes, fortísimos: el Gustavo de Plácido Domingo y la dirección musical de Solti. No es poco decir, porque otra espléndida versión (de Pioneer, casi inencontrable), la de Domingo, Ricciarelli, Cappuccilli y Grist en el Covent Garden con dirección de Abbado y Schenk, posee una calidad técnica muy inferior a esta. Y las otras valen mucho menos como interpretaciones: Pavarotti, Millo, Nucci, Quivar, Metropolitan, Levine y Faggioni (D.G.), Licitra, Guleghina, Scala, Muti y Cavani (creo que no está editado comercialmente), y no digamos la dirigida por Chailly en Leipzig (EuroArts), con cantantes de segunda fila y una dirección escénica demencial de Ermanno Olmi... Esta función, del Festival de verano de Salzburgo de 1990, debía haber sido dirigida por Karajan, pero su muerte se lo impidió. Puede que esté algo feo decirlo, pero Solti dirige esta función mucho mejor que él en la correspondiente grabación de audio para D.G., con el mismo reparto y la misma orquesta. En efecto, el Karajan de última época solía hacer un Verdi (y un Puccini) desmesurados, estiradísimos, artificiosos, poco naturales. Solti, en cambio, es (al igual que en su grabación de audio para Decca 1985, con Pavarotti, Margaret Price, Bruson, Ludwig y Battle) sencillamente ejemplar, modélico, magistral: maduro pero impetuoso, tan musical como dramático. Y escuchar el sonido Verdi que obtiene de la Filarmónica de Viena es un placer muy poco frecuente en cualquier ópera verdiana. Como adelantaba, Domingo está aquí no sólo magnífico de voz (bueno, ya sabemos quiénes le encontrarán innumerables defectos canoros, según la inamovible, eterna ortodoxia...), en un momento en que ya se dedicaba a papeles mucho más dramáticos, sino, sobre todo, enormemente comunicativo, tan creíble, tan extraordinariamente musical... no es de extrañar que Solti hable de él maravillas en sus memorias. Pero esta versión no está, por desgracia, desprovista de defectos: creo que Barstow, de graves áfonos, algo torpe para la coloratura e incapaz de apianar, no es buena elección para Amelia (¡y la Varady sin grabarlo!). Tampoco Nucci, con bastantes exageraciones, es precisamente un dechado de elegancia o nobleza (escúchese a Bruson con Solti), pero está algo mejor que en otras ocasiones. Estupenda, en cambio, la Ulrica de Quivar (pese a ser demasiado lírica), y sencillamente insuperable Sumi Jo como Oscar. Buenos secundarios, en especial Jean-Luc Chaignaud como Cristiano. La puesta en escena, anticuada y demasiado a lo grande, funciona; en el cambio de escenario entre los dos cuadros del acto final, el público aplaude como si fuera el Met. Subtítulos en castellano.
A.C.A.
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