Este curioso DVD podría verse desde dos ópticas: una, la música de Chopin interpretada en vivo por uno de sus más grandes intérpretes, Lang Lang. O dos, la música de Chopin coreografiada y danzada por miembros de un sensacional ballet, el Houston Ballet. El caso es que ambas cosas se funden, Lang Lang se encuentra en el escenario, a pocos metros de los bailarines, que danzan las piezas que toca el chino, director artístico del proyecto y, por tanto, muy involucrado en cada salto, giro y desplazamiento de unos sensacionales bailarines. Para la vista es una gozada, ya que la música de Chopin tiene algo de danza (Valses o Mazurkas no dejan de ser eso, danzas), es una música que insinúa una prolongación como, por ejemplo, no lo haría la de Beethoven o Brahms (no me imagino bailar las Variaciones Haendel…). Lo extraordinario viene en que Lang Lang no toca pensando para el público, toca pensando en los bailarines que le rodean, por lo que los rubatos, manos detenidas y demás alteraciones en el tempo son constantes, creando, de este modo, el Chopin más personal posible del chino. Excepcional en la Balada n. 1 (un drama llevado maravillosamente a la danza), Nocturno Op. 15/1, lentísimo Estudio Op. 10/3 o sublime Nocturno Op. 55/2, género, el del Nocturno, que con la danza juega peligrosamente en el borde de lo cursi.

Gonzalo Pérez Chamorro