La obra pianística de Valentin Silvestrov (1937) contenida en este disco está enmarcada en el llamado “estilo antiguo” del ucraniano, cultivado desde los años 70 hasta la actualidad. Esta revisión de las formas y armonías clásicas y románticas se hace bajo parámetros técnicos vanguardistas (como la parametrización intensiva de las velocidades y los volúmenes) para obtener sonoridades desdibujadas, contenidas, muy delicadas. La Kitcshmusik (1977) o la Naive musik (1993) aquí interpretadas son dos ejemplos de este denominado “estilo metafórico”. Elisaveta Blumina sorprende por su perfecta traducción de la música de Silvestrov en unas versiones magníficas, muy expresivas. La tarea no es fácil, pues las dinámicas rara vez pasan del mezzoforte y la paleta que queda por debajo es muy amplia en este caso. Mientras son Chopin, Schumann y Brahms los que aparecen nítidamente en estas piezas, Mozart es quien inspira Der Bote, un susurro (con la tapa del piano cerrada incluso) que brinda Blumina con su ligerísimo toque. Las 4 Piezas, 2 Valses y 2 Bagatelas que completan el disco elevan la miniatura y la melodía a los altares bajo el mismo prisma estilístico, en el que el intimismo es esencial.

J.C.G.