“Estado emocional profundo de nostalgia o anhelo melancólico por alguien ausente”. La compositora lituana Zibuoklé Martinaityté traduce así del portugués el sentimiento “saudade”, que da nombre al presente disco y a la composición más reciente del mismo. De toda la grabación, Saudade es la obra que contiene más técnicas de interpretación inusuales, como el canto de los intérpretes de viento-metal mientras respiran por sus boquillas o el golpeo con la palma de la mano a las cuerdas del arpa. Estas nuevas sonoridades amplían el vocabulario compositivo de Martinaityté y convierten la citada pieza en una de sus obras más innovadoras.

Millefleur, inspirada en las flores que decoraban los tapices franceses del siglo XVII,  ofrece un trabajo orquestal minucioso, lleno de matices a priori imperceptibles, pero que están especialmente bien abordados por la orquesta. El cambio de perspectiva hacia un terreno enérgico y casi militar, conducido vehemente por Giedre Šlekyté, hace de esta composición un deleite para quien la escucha. 

La obra más temprana de esta grabación (Horizons, 2013) es también la más desconcertante para el oyente. Zibuoklé creó un discurso musical discontinuo, formado por motivos musicales sin aparente relación entre sí, pero que inducen a un ambiente enigmático e interesante. Cerrando la nueva producción de Ondine, la orquesta de cámara lituana junto al pianista Gabrielius Alekna interpretan Chiaroscuro Trilogy, cuyas tres partes fluyen sin pausa y exploran el contraste de la luz con la sumisión a la oscuridad desde diferentes parámetros sonoros.

Sakira Ventura