El alma de este nuevo e imprescindible registro de Igor Levit son las asociaciones en el tiempo, los “encuentros”. El tiempo entre compositores ha servido de engrase para facilitar que Bach esté unido inseparablemente a Busoni, o que este último lo esté también a Brahms, gracias a sus transcripciones de los Preludios Corales (en ambos casos, algo curioso), que son el núcleo de este nuevo leitmotiv discográfico de un pianista que ya nos asombró con Life, también para Sony Classical. Lo que podría ser un argumento más para la promoción en otros pianistas, tanto Life como Encounter, cobran sentido al escuchar la maravillosa música que se encierra en este doble CD. Levit podrá ser diferente, pero esa diferencia divina es la que le hace especial, la que lo convierte en un músico que no toca nada que no merezca la pena, incluida la casi media hora de música del lento ritual que es Palais de Mari de Morton Feldman.

Las transcripciones de Busoni de seis de los postreros Preludios Corales para órgano y de los Cuatro Cantos Serios de Brahms necesitan algo más que un pianista. Son como las Opp. 116-119, pero con un pequeño viaje en el tiempo incorporado, a un futuro, el de Busoni, que merece, como Ravel el de mejor orquestador, el de mejor transcriptor de la historia (más que Liszt, que añadía dedos para sí mismo…).

Un sublime Levit, pianísticamente incontestable, emocionalmente llega más allá en el ámbito de expresión, dotando a los Preludios de Bach de una vida y emoción única. Un disco muy especial, en estado de gracia.

Gonzalo Pérez Chamorro