Música clásica desde 1929

Discos recomendados de Ritmo

En esta sección encontrará los 10 discos que la revista RITMO recomienda cada mes, clasificados por meses y por su orden de recomendación del 1 al 10. Se archivan los recomendados desde junio 2011, para ver anteriores ir a "Ritmo Histórico".
Haciendo "clic" en el título de cada disco o sobre la foto, accederá a su ficha y a la crítica publicada en Ritmo y, cuando es posible, a las diferentes tiendas donde podrá adquirir el disco físico, o a las plataformas digitales desde donde podrá escucharlo en "streaming" o descargarlo online.

Ritmo Octubre 2016 - Núm. 922

CAMINOS HACIA LA NUEVA MÚSICA.

Obras de HENZE, KAGEL, LIGETI,
PENDERECKI, WIDMANN, YUN.

Orquesta Sinfónica de la Radio de Berlín
 y Deutsches Symphonie-Orchester Berlin
Director.: Gerd Albrecht.
Arthaus 109085 (6 DVD)



La crítica

Caminos hacia la nueva música

Durante una década, entre 1986 y 1995, el director alemán Gerd Albrecht desarrolló, al frente de la Orquesta Sinfónica de la Radio de Berlín, el ciclo de conciertos Wege zur Neuen Musik (Caminos hacia la Nueva Música), dedicado a la difusión de la música contemporánea. Frente a iniciativas análogas, lo que distinguía a este proyecto era su singular planteamiento. La interpretación íntegra de cada obra era precedida por un extenso diálogo de Albrecht con el propio compositor y por la interpretación de numerosos pasajes de la partitura, que operaban a modo de ejemplos sonoros a partir de los cuales se analizaban aspectos esenciales de la estética de cada uno de los autores.

La nómina de los compositores invitados da la medida de la abierta, a la vez que exigente, mirada de Albrecht para ofrecer un panorama significativo de la variedad de lenguajes que conformaban la múltiple fisonomía de la creación contemporánea: György Ligeti, Mauricio Kagel, Aribert Reimann, Hans Werner Henze, Sofia Gubaidulina, Krzysztof Penderecki, Michael Tippett, Siegfried Matthus, Wolfgang Rihm, Josef Tal, Cristóbal Halffter, Isang Yun y Rolf Liebermann.

Aunque décadas después este listado resulte casi canónico, hay que tener en cuenta cómo en aquel momento todavía seguían vigentes ciertas lecturas lineales y doctrinarias de lo que debía ser la música de vanguardia, lo que hace aún más valiosa esa selección. Si por algo se caracterizó la labor directorial de Albrecht, de cuyo fallecimiento se cumplen cuatro años este 2018, fue precisamente por la fértil impugnación de cualquier código restrictivo que determinara lecturas únicas o excluyentes de la historia. Wege zur Neuen Musik respondía así a la misma actitud que le hizo recuperar partituras del pasado injustamente marginadas por la estrecha noción de repertorio tradicional (desde Spohr a Krenek, pasando por Schumann, Dvorák, Busoni, Schrecker o Zemlinsky), o que le llevó a estrenar obras esenciales de su propio presente, como las óperas Lear de Reimann o Gogo No Eiko de Henze.

La presente edición en DVD recoge seis de las producciones televisivas de aquellos conciertos, en una publicación que debe calificarse como de auténtico acontecimiento discográfico. Estos registros no sólo poseen un incuestionable valor como testimonio histórico, en su sentido más literal, al mostrar a algunos de los principales compositores de la segunda mitad del siglo XX, sino que suponen un espléndido modelo de cómo puede llevarse a cabo una labor de aproximación a la música contemporánea para un público general sin renunciar a la profundidad ni al rigor. El planteamiento de Albrecht es muy sencillo y concreto en sus parámetros, pero exige, simultáneamente, una sensibilidad y una inteligencia excepcionales para que se desarrolle con el nivel de interés, fascinación y estímulo intelectual que transmiten estos conciertos.

El director renuncia explícitamente a cualquier marco teórico que introduzca al autor y se concentra en la propia obra, cuyos primeros compases siempre inician cada programa. El diálogo con el compositor está así íntimamente vinculado con la interpretación de ciertos pasajes clave de la partitura, que son ejecutados tanto en su resolución definitiva como en lo que cabría denominar de disecciones o análisis sonoros, de modo que los instrumentistas tocan por separado aquellas partes que los constituyen, a veces incluso acentuando determinadas cualidades sonoras para ilustrar con mayor claridad los aspectos que Albrecht o el compositor quieren resaltar.

Espectador asombrado

Combinaciones tímbricas, alusiones a otras músicas, construcciones rítmicas o complejos armónicos son expuestos e iluminados a través de su plena concreción sensorial, sin necesidad de complejas exégesis técnicas. El espectador accede así, asombrado, a la escucha de aquellas líneas sonoras que conforman la densa textura de San Francisco Polyphony de Ligeti, aprecia las referencias históricas entretejidas en la Barcarola de Henze, logra distinguir en la Partita de Penderecki las consecuencias de una aleatoriedad controlada o, en Muak de Yun, la transposición a una orquesta occidental de la tímbrica propia de los instrumentos orientales, o puede, finalmente, percibir con claridad los gestos teatrales de Quodlibet de Kagel y los efectos sonoros extraídos del clarinete en Elegie de Jörg Widmann (programa grabado en 2011, en lo que supuso una única recuperación, años después, de la propuesta original). Las interpretaciones de las partituras completas son, en todos los casos, magníficas, como si a la siempre irreprochable y precisa labor directorial de Albrecht se le incorporase un compromiso añadido derivado de esa inmersión previa.

La conversación de Albrecht con los compositores resulta, también, ejemplar. Sólo desde la extrema empatía y el respeto mutuo que se descubre entre ellos puede lograrse esa especial atmósfera, donde el autor se presta a cuestiones que le exigen emplear ciertas analogías que iluminan, quizá con una intensidad mayor que si hiciera uso de un lenguaje especializado, su propio proceso creativo (como las metáforas visuales de Ligeti o las referencias literarias y culturales de Henze), o que posibilitan un auténtico intercambio de pareceres (cuestionándose con ironía y afecto) entre el director y el compositor. La ausencia de un estricto guión que predetermine el diálogo permite, asimismo, que el humor irrumpa con frecuencia, a veces con toda su potencia insurgente, como en el inolvidable concierto de Kagel.

La cuidada edición de Arthaus se acompaña de una extensa publicación de 200 páginas, aunque cuenta tan sólo con subtítulos en inglés. Tampoco hay explicaciones respecto a la selección de estos seis conciertos frente a los ocho restantes. Sólo cabe desear, pues, la próxima aparición de un segundo volumen que complete este magnífico documento.

David Cortés Santamarta

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