La soprano catalana Anaïs Oliveras inaugura su discografía en solitario con el bello y poco conocido Stabat Mater de Boccherini en su primera versión (1781). El maestro de Lucca llegó a España en 1768, siguiendo como enamorado a la que luego sería su mujer, la soprano Clementina Pellicia. En 1770 es nombrado compositor de cámara y violonchelista del infante Luis de Borbón, hermano pequeño de Carlos III. La estabilidad del puesto le proporciona las condiciones para abrir la etapa más fructífera de su vida, a lo largo de la cual verán la luz multitud de obras de cámara y este Stabat Mater. Concebido para la liturgia del palacio del infante en su palacio de Arenas de San Pedro, fue probablemente interpretado por Clementina, el cuarteto de hermanos Font y el propio Boccherini.

Aunque de tintes pergolesianos, es más sofisticado en la conducción de las voces y recoge las innovaciones del estilo vienés. Anaïs Oliveras tiene un timbre delicado, aúreo, que recorre como un metal líquido los intrincados recovecos de la melodía y sus ornamentos. Expone con elegancia y contención el dramático texto de la secuencia medieval en un inteligente diálogo con el quinteto de cuerda formado por cinco instrumentistas expertos en el repertorio del siglo XVIII. Al cálido sonido del quinteto se une la brillante y expresiva voz de la soprano, dando lugar a una rica paleta de colores y a una emotividad que traspasa el alma. Un cuidado diseño y los documentados textos de Juan Carlos Asensio completan un registro con las altas cotas de calidad de Enchiriadis.

Mercedes García Molina